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La fascinación que le despertaba contemplar el paisaje canario fue tal que el músico alemán Richard Heinrich Stein (1882-1942) plasmó lo que le inspiraba en las partituras. Un compendio de piezas inspiradas en lugares y momentos vividos durante su estancia en Tenerife, La Gomera y Gran Canaria las editó en Alemania con el título de 'Suite Canarias', que ahora ve la luz por segunda vez de la mano del pianista grancanario Sergio Alonso.
'Suite Canarias, 20 poemas breves (y un episodio) para piano a dos manos, Op 34' (1932) se edita ahora de la mano de la discográfica alemana Neos y gracias al apoyo del Taller Lírico de Canarias, que encabeza Gonzalo Angulo.
El disco, que Sergio Alonso espera interpretar en directo en las islas en los próximos meses en las islas, incluye piezas como 'Noche de luna en el Valle de La Orotava', 'El Mar' o 'Tejeda', avanzó en la mañana de este lunes durante la presentación desarrollada en la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus.
Richard H. Stein se exilió en dos ocasiones en Canarias. Primero en Tenerife, huyendo de la Primera Guerra Mundial. Repitió en los años 30, asqueado por el auge del nazismo en su Alemania natal. Se instaló en Gran Canaria, en «la Casa del Sol», en el Monte Lentiscal (Santa Brígida), explica Sergio Alonso, donde vivió hasta su fallecimiento, en circunstancias nunca esclarecidas, en 1942.
Juan José Laforet, cronista oficial de Las Palmas de Gran Canaria y de la isla de Gran Canaria, califica estas estancias de Richard H. Stein como «una aportación importantísima a la historia cultural de Gran Canaria y de Canarias». Y es que este compositor no solo vivió en las islas, también se integró en la vida social y cultural, protagonizando conciertos en el Teatro Pérez Galdós, escribiendo en la prensa local y participando en programas de radio -labor que ya ejercía en Alemania con mucho éxito- y protagonizando tres conferencias en lo que hoy es la sede institucional de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Laforet destaca la importancia de este disco para poner en valor la figura de Stein y la importancia que tuvo Canarias dentro de su quehacer musical, que el paso del tiempo se ha encargado de sepultar en gran medida. Subraya la necesidad de documentar en un futuro muchas cuestiones sobre su paso por las islas. Y es que se sabe que fue enterrado en el cementerio de Santa Brígida, pero su tumba no está identificada. «Murió de forma sombría. Se dijo que fue asesinado, pero después las autoridades lo callaron y nunca se esclarecieron las circunstancias», señala el cronista sobre un músico al que se llegó a atribuir la calidad de espía en favor de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial.
Al pianista Sergio Alonso no se le pasaba por la cabeza lo que iba a localizar cuando Lothar Siemens, en los años 90, lo invitó a leer las partituras que se encontraban en el archivo musical y general de El Museo Canario, en la capital grancanaria.
«Me dio a leer muchas partituras de forma desenfadada. Creo que porque no encontraba a nadie que estuviera dispuesto. Estuve así un año o año y medio. Hasta que un día me encontré con unas partituras encuadernadas en tapa dura, como era habitual en los años 30, 40 y 50. Se habían impreso en Alemania en 1937. En cuanto empecé a tocarlas vi que se salía de lo normal. Era una escritura musical neorromántica y muy alemana», destaca sobre la 'Suite Canaria' de Richard H. Stein.
Ese descubrimiento llevó a la publicación de un primer disco de esta 'Suite Canarias' por parte de Sergio Alonso. «Eran otros tiempos y no tuvo la repercusión que tendrá ahora este disco con la discográfica alemana Neos», apunta el pianista isleño.
Con motivo de aquella primera edición discográfica, la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus acogió el concierto en el que Sergio Alonso tocó esta partitura en directo, dentro de la programación de las Fiestas Fundacionales, en junio de 2019. «Nunca se había tocado la 'Suite' entera, solo alguna pieza suelta en conciertos celebrados en Las Palmas de Gran Canaria», aclara el pianista.
Durante la presentación, Alonso leyó unos textos del propio compositor alemán que acompañaban sus piezas 'Noche de luna en el Valle de La Orotava', 'El Mar' y 'Tejeda'. Especialmente significativo y vigente es la reflexión que hizo en torno a la segunda pieza, con un mar voraz que engulle todo, incluido personas, como sucede hoy en día con el fenómeno de la migración desde el continente africano.
Tilman Kuttenkeuler, director general de la Fundación Auditorio Alfredo Kraus, estableció otro paralelismo con la actualidad a partir de las circunstancias que llevaron a Stein a dejar su Alemania natal y establecerse en Canarias durante el primer tercio del pasado siglo XX. «Las personas se trasladan a otros lugares en la mayoría de los casos por la guerra o para huir de dictaduras. Fue lo que pasó con Richard H. Stein y sigue siendo la motivación principal de la mayoría hoy día», apuntó.
El pianista grancanario Sergio Alonso destacó este lunes que la pieza 'Crepúsculo en la catedral de Las Palmas', incluida en este nuevo disco, esconde un guiño a los himnos nacionales y republicano de Richard H. Stein, que puede pasar desapercibidos porque los llevó a cabo «con un tratado armónico» distinto al de las composiciones originales.
El álbum que ha editado en el sello germano Neos arranca con 'Noche de luna en el Valle de La Orotava' y, además de la pieza mencionada -la tercera del disco-, le siguen las siguientes: 'Cantos con estribillo zapateado de La Gomera'; 'Verbena en el campo'; 'Un oasis en Lanzarote, con chiquillos'; 'Pequeños flautistas de La Palma'; 'Los Novios'; 'Un chico 'bien' se casa'; 'Disputa femenina'; 'Sepulcro solitario en la primavera'; 'Huérfanas jugando en un patio antiguo'; 'Anhelos tímidos'; 'In memoriam de una joven artista canaria'; 'Las dos hermanas. Canción de cuna y canción frívola'; 'El marinero. Canción humorística de Valverde'; 'Una Guajira para cantarla'; 'Episodio. Canciones populares alemanas a bordo de un barco'; 'El mar'; 'Danzas y canciones antiguas'; 'Serenata canaria' y 'Tejeda'.
Sergio Alonso y Juan José Laforet subrayaron que Richard H. Stein compuso más de un centenar de piezas para piano y 50 canciones. Construyó un piano y un clarinete para tocar algunas de sus piezas, sobre todo aquellas que compuso en cuartos de tono. Alonso aclaró que el germano fue el primero en imprimir una partitura en cuarto de tono, la titulada 'Dos piezas de concierto para violonchelo y piano, Op. 26'.
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