Maite Robaina: «El apoyo institucional al movimiento coral en Canarias es inexistente»

Maite Robaina dirige el coro de voces femeninas Chelys Odalys que recientemente formó parte del estreno absoluto de la 'Sinfonía nº1 Canarias', que se presentó en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria, bajo la batuta de José Buceta.

La coral Chelys Odalys además del mencionado estreno de la Banda Sinfónica de la Sociedad Musical Villa de Ingenio, prepara su participación en un ciclo de conciertos corales que se celebra también en el mes de octubre, así como en la producción del 'Don Juan Tenorio' que tendrá lugar en Moya a final de mes y, ya para diciembre, en una serie de encuentros navideños con diferentes formatos de formación, no sólo coros.

«Actualmente, nuestro mayor objetivo es sorprender a nuestro público cada día, organizando proyectos innovadores pero llenos de nuestra esencia: emoción e ilusión», dice.

La coral dispone de un repertorio muy variado que comprende todo tipo de estilos, desde el bolero hasta la música tradicional canaria, pasando por las bandas sonoras y, como no podía ser de otra forma, la música clásica y religiosa.

Para Maite Robaina la función que cumple su coral en el contexto de la proyección cultural de su municipio es vital. «Cumplimos no sólo una función cultural sino también social, para quienes vienen a vernos, pero sobre todo para quienes cantan con nosotras. Uno de nuestros principales objetivos es divulgar la música coral y fomentar el intercambio entre coros nacionales e internacionales. Además de ensayar, compartimos experiencias, un compromiso, un aprendizaje... Si partimos de la base de que a Chelys Odalys vienen componentes de toda la isla, creo que cumplimos con creces la proyección cultural. Somos una agrupación bastante activa y tenemos relación con muchas agrupaciones corales de nuestra isla y de la isla vecina».

Robaina cree que «socialmente, los coros podemos ofrecer algo más que música». «Lo que echamos de menos es el apoyo institucional, que es inexistente. El movimiento coral en Gran Canaria es mucho y bueno y creo que debería prestársele un poquito más de atención y darle un poco más de cariño. La idea de un Circuito Coral ha tenido vida en varias ediciones de la Semana Canaria de Música Coral, que ha contado con concurso de composición y con varios días de conciertos a lo largo y ancho de Gran Canaria, pero siempre con la ayuda de la buena voluntad de las iglesias, la insistencia de quien la ha organizado hasta la fecha y poco o nada de presupuesto de parte de las instituciones», lamenta la directora.

A su juicio, el movimiento coral en Canarias goza de buena salud con respecto a otras comunidades del país.

«No creo que tengamos mucho que envidiar a otras comunidades españolas. Solo habría que mirar el censo de coros de la isla y la cantidad de conciertos que se hacen cada semana, para ver que el movimiento coral canario goza de buena salud, pero me reitero, sería aún mejor si obtuviera algo de apoyo de las instituciones», concluye Maite Robaina.

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