
Arturo Chacón Cruz, tenor
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Arturo Chacón Cruz, tenor
«Quien se identifique con don José tiene que pensar cómo contrarrestarlo»El tenor mexicano da vida a don José en 'Carmen', dentro de la temporada lírica de los Amigos Canarios de la Ópera (ACO). Se representa los días 18, 20 y 22 de marzo, a las 20.00 horas, en el Teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria. Comparte protagonismo con la mezzosoprano Yulia Matochkina.
-¿Qué don José verá el público que acuda a estas tres funciones de 'Carmen'? ¿Cómo se encara un rol tan icónico dentro del repertorio?
-El papel de don José se puede hacer desde una persona muy cobarde hasta una muy bravucona. También se puede hacer exagerando lo español. 'Carmen' es peligrosa, si la ves en Estados Unidos, China o Japón, la exageración que hacen de España puede llegar a ser un insulto. España es otra cosa. El flamenco viene del corazón, del estómago, del alma... Estoy rondando las 50 o 60 veces que he hecho don José dentro de ocho producciones. Esta es la novena y 'Carmen' ha ido evolucionando, he ido aprendiendo. Mi abuelo y mi padre eran del País Vasco, de generaciones muy parecidas a las del personaje de don José, por la cultura social y emocional. Para ellos, lo emocional tenía que ser todo cerrado y lo que sentían se lo tenían que guardar. Si quieres llorar... ¡No! Los hombres no lloran y a la mujer se la manda a la cocina. Era una sociedad matriarcal que se disfraza de una patriarcal. Así era en aquellos tiempos y hoy aún sucede. Ese es mi don José. Lo aprendí de ver a mi padre, en las cosas malas, por desgracia, y en las buenas. La rabia que lleva dentro este pobre hombre le ha sido inculcada por una sociedad en la que no se es libre. Carmen le dice que busque la libertad. Micaela es una niña que siempre está sonriendo y quiere amarrarlo a esa misma sociedad para perpetuar esa forma de ser y en un futuro convertirse en la madre de un pequeño don José. Cuando José se va a Sevilla y ve el mundo y a esa gitana que le mueve todas las entrañas y el corazón... quiere y no puede. La gitana también quiere esa libertad pero no puede por el racismo que existía. Ante esto, José busca la libertad, permitirse sentir y expresar lo que trae dentro y al final la que gana es la violencia, porque es lo que nos han enseñado. Día a día lucho contra esto, contra lo que aprendí de niño. ¡Cómo es posible que aún, tres generaciones después, estemos luchando para acabar con las ideas de aquella sociedad!
-¿Y cómo se canta todo eso?
-Tiene que haber una desconexión física con la rabia de cabeza hacia abajo. Hay un sobrearmónico que nos lleva a expresar aún más. El año que viene tengo una conferencia de tecnología y humanidades en Estados Unidos sobre la psicología aplicada a las artes. En varios estudios han descubierto que la voz humana tiene un poder muy fuerte la mente, de ahí que un bebé reconozca la voz de la madre o si gritas en la calle, existe una frecuencia que activa a todo el mundo porque se sabe que es una emergencia. En la ópera se ha descubierto que en los 3.200 hercios se activa. Mi trabajo consiste en conectar las frases de don José desde la garganta con el dolor, para que el público sienta la emoción diez veces más. Con la experiencia y la ciencia he podido encontrar un buen equilibrio para ofrecer un personaje entregado al drama pero con la conciencia de que mi trabajo no es ir a sentir, sino a expresar lo que Bizet compuso y Mérimée escribió en el original para darle al público una experiencia fuera de lo cotidiano.
-Es decir, ¿su don José de ahora tiene poco que ver con los primeros que interpretó?
-Sí tienen que ver un poquito, porque siempre he buscado la libertad en la garganta y he tenido muy buenos profesores.
-¿Vocalmente es un rol complejo o no especialmente?
-No precisamente. Lo más difícil es distinguir entre el José del primer acto, que es ligero, del que aparece en el segundo que es un poco más dramático y del de los dos últimos actos, que es dramático al cien por cien. A estas alturas de mi carrera, si un papel me resulta muy difícil no lo tomo. Y si siento que por la edad no lo puedo cantar, lo dejo, porque prefiero aquellos en los que me pueda entregar y darlo todo. Tengo unos 30 o 40 papeles en mi repertorio. Gracias a mi esposa que es mi 'coach' y a mis maestros he conseguido tener la paz con la que me subo al escenario.
-¿Le queda cuerda para rato a su don José, no?
-Espero llegar a los 100 o 150 don José.
-En algunas ocasiones, se ha calificado la ópera 'Carmen', por su argumento, como una ópera machista. ¿Cómo lo ve?
-Pienso que cuando se pone algo en evidencia, lo que se hace es ponerle un espejo a la sociedad. Nada más. También depende de cada producción. En este caso tenemos una completamente tradicional e íntegra hacia lo que quería Bizet. A partir de ahí, el público se verá reflejado en lo que pueda. Si alguien se siente identificado con lo que hace don José, lo que tiene que pensar es en cómo contrarrestarlo y aprender.
-¿Se siente más a gusto en producciones como esta, de corte clásico y que fijan la mirada en la partitura y en la historia más que en los fuegos de artificio?
-Sí, mucho más. No hay nada como subirse al escenario y ver Sevilla para 'Carmen'. Pero pienso que todo vale y hay público para todo. En ciudades como Viena o Berlín, donde lo han visto todo, me parece una pena que ahora sea todo moderno. De vez en cuando hay que volver a la esencia y explorar. Si yo fuera director de un teatro en esas ciudades, haría tres 'Carmen', con una tradicional, otra menos tradicional y una tercera contemporánea y que la gente decida. La gente sacaría algo de todas, porque las cosas hechas con inteligencia y sin salirse de la conexión humana, funcionan. Hay directores que se olvidan de que la gente va a sentir y lo que hace es una especie de terapia propia.
-¿Qué próximos proyectos nos puede adelantar?
-De aquí me voy a Lieja a cantar 'Werther' y después tengo muchos conciertos en fila. Este es mi 25º aniversario de carrera. Tengo conciertos en Francia, en Viena, donde retomamos el proyecto de Los Tres Tenores, con Joseph Calleja y Bogdan Volkov para el primer concierto. Después voy a México a disfrutar. Tengo varias funciones de 'Rigoletto' y una gala con la orquesta y el coro de Bellas Artes. También doy un concierto en Sonora, de donde soy
-¿De ópera o de música popular?
-Empiezo con ópera y acabo con música popular, con temas de José Alfredo Jiménez, rancheras, mariachis y música de José José.
-Uno de sus aspectos diferenciales es que incluye la música popular en su repertorio...
-Tenemos que conectar con todos los públicos. A muchísima gente, creo que puedo decir con orgullo que miles de personas, las he traído hasta la ópera cantando esa música. Muchas de las canciones mexicanas las he hecho a través del maestro Alfredo Kraus.
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