

Secciones
Servicios
Destacamos
Tina Suárez (Las Palmas de Gran Canaria, 1971) se vio en una encrucijada. Siempre ha sentido «pudor a la hora de mostrar la lencería» de su corazón en sus versos, pero el poder sanador que sabe que tiene para ella la escritura la llevó a intentar superar en parte el duelo por la muerte de su madre con un poemario. El resultado ha sido 'Jacintos y galletas' (Ediciones La Palma), que desde hace unas semanas se encuentra en todas las librerías.
«No está en mi línea, pero está bien adentrarse en otros modos de escritura. Es un poemario dedicado a mi madre, es elegíaco. Me alivió llevar la figura de mi madre y su recuerdo a la poesía y me permitió cartografiar todo el mapa emocional», confiesa la escritora sobre 'Jacintos y galletas'.
«Está la casa vacía/ tan desguarnecida de ti que he dejado/ jacintos y galletas frente a tu retrato». Así arranca 'Pórtico', el primer poema de un volumen en el que Tina Suárez ha pisado el freno siempre que ha visto que el vehículo poético se desviaba por una autovía excesivamente emocional. «Es una poesía intimista, desde la que no me siento cómoda, porque normalmente soy de sentir mucho pudor a la hora de mostrar la lencería del corazón. Soy rigurosa para no caer en el exceso y en el flujo y reflujo de sentimientos que recorren el libro, para así evitar cualquier asomo de dramatismo. El yo poético no se puede convertir en un yo patético», apunta.
Sabe que la poesía es un terreno idóneo para «expresar descontento y desahogar penas», pero sin perder la perspectiva de que se trata de «un ejercicio literario, en el que se trabaja con el lenguaje de la palabra poética, que no debe quedar solapada por lo emocional».
De ahí que en este poemario afloren, en unas ocasiones de forma velada y en otra de manera muy evidente ramalazos de lo que Tina Suárez denomina su «utillaje lírico habitual», entre los que figuran «una tierna ironía, las referencias intertextuales y mitológicas», siempre con la mirada puesta en alcanzar «un equilibrio entre lo que son los elementos intelectuales y emocionales». «El sentimentalismo es un defecto de expresión y se aleja de la intención conceptual del poema. El equilibrio entre ambos es lo que define la estética del poema», subraya la autora de libros como 'Pronóstico reservado' (1998), 'La voz tomada' (2003) y 'Mi corazón es un cubo de Rubik desordenado' (2017), entre muchos otros.
Mientras escribía los 32 poemas -epílogo incluido- de 'Jacintos y galletas', la ganadora del Premio Internacional de Poesía Tomás Morales 1996, entre otros galardones, podó constantemente cuando percibía que las emociones se le iban «de las manos». «Cuando veía que perjudicaba la palabra poética, paraba para reconducir el poema y que lo emocional no sobrepasara a lo conceptual», reitera.
«Me gusta mucho el simulacro emocional, la poesía como representación y bailar en un salón de máscaras cuando escribo. Pero en esta ocasión me tenía que involucrar sí o sí desde mi yo personal, porque si no, no sería verosímil», añade sobre la gestación del libro.
Ese ansiado equilibrio y ejercicio de enfriamiento de las emociones no evitó que la escritura de 'Jacintos y galletas' fuera un ejercicio «sanador». «La poesía no nos salva, pero es imprescindible aunque no sepamos para qué, como decía Cocteau. Me ayudó a hacer comunicable mi duelo. A poder compartirlo con el lector y hermanar mi desconsuelo con un sentimiento de complicidad y empatía», señala.
Esta nueva travesía poética de Tina Suárez llegó a buen puerto. Tanto por la autocuración como por la respuesta de los lectores. «Lo más bonito que me han dicho hasta ahora es que tras leer el libro les hubiera gustado haber podido conocer a mi madre. Creo que los textos elegíacos nos emparentan a todos con una toma de conciencia de lo frágiles que somos y con que estamos en la vida bajo un prisma de provisionalidad», dice la autora de poemarios como 'Yo amaba a Toshiro Mifune' (2020) y 'Rarefracta' (2021).
Mientras leía a Carl Sandburg, en concreto el verso «'Poetry is the synthesis of hyacinths and biscuits'» le vino la idea del título de 'Jacintos y galletas'. «Soy de la estirpe de poetas que sin el título no puedo escribir. Hay colegas a los que le pasa lo contrario y el título se les ocurre a la mitad. En una de mis lecturas, con Carl Sandburg se me encendió la bombilla y me dio la idea para arrancar», confiesa la ganadora del Premio Internacional de Poesía Odón Betanzos 2004.
Desde finales de los años noventa, Tina Suárez es una de las voces poéticas de referencia del panorama canario y nacional. Incluso, algunos de sus libros han sido traducidos al inglés, al italiano y al portugués. Cuenta con una trayectoria y un sello personal que le otorgan una cierta perspectiva para el análisis de la actualidad poética. Cuando se le cuestiona sobre la misma, no se muestra esquiva: «Me llegan los ecos, pero no ahondo en las voces, porque son más los que no me gustan y menos los que me gustan y a los que sigo y considero. Reconozco que soy selectiva y no pierdo el tiempo en poéticas de las que no saco algo valioso». «El mercado literario es más prolijo que antes, pero hay que tener claro que producir libros no es producir literatura. Soy de las que piensan que un libro no deja de ser un pequeño objeto de arte y creo que es enormemente eficaz recordarlo para ser más rigurosos en la publicación y no caer en la banalización, porque todo es fácil de publicar y fácil de consumir», añade.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a CANARIAS7!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en CANARIAS7.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.