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El politólogo y catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga, Bernardo Díaz Nosty. ROCÍO HIRSCHFELD
Eduardo Díaz Nosty recuenta el legado de las mujeres corresponsales en la Guerra Civil española

Eduardo Díaz Nosty recuenta el legado de las mujeres corresponsales en la Guerra Civil española

El catedrático participa este miércoles en una mesa redonda en la Fundación Juan Negrín sobre el compromiso y el papel de las periodistas entre 1936 y 1939

F.Z.

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 20 de noviembre 2024, 01:00

El politólogo y catedrático de Periodismo de la Universidad de Málaga Eduardo Díaz Nosty participa este miércoles, a las 12.00 horas, en la mesa redonda titulada 'Mujeres corresponsales en la Guerra de España (1936-1939): la palabra como compromiso, 'que tendrá lugar en la sede de la Fundación Juan Negrín de la capital grancanaria, celebrada en el marco de la XXII edición de su Curso de Historia Política Contemporánea que impulsa la Casa Museo Léon y Castillo de Telde. Junto a las profesoras de la ULPGC Pilar Domínguez Prats y María Luz Arroyo Vázquez se proponen abordar el papel de las mujeres periodistas en la contienda civil.

Nosty, autor entre otros del volumen 'Periodistas extranjeras en la Guerra Civil', contribuye con este título de 900 páginas editado por Renacimiento a la restitución de un relato poco estudiado en la historiografía conocida. El catedrático, que ha impartido numerosos cursos en universidades europeas y americanas, ha indagado y rastreado el nombre de 183 mujeres de 26 nacionalidades diferentes que estuvieron presentes en el conflicto bélico español entre 1936 y 1939. «En su inmensa mayoría se trata de mujeres con formación universitaria, generalmente comprometidas con los valores democráticos y posiciones progresistas, algunas exiliadas y víctimas de los regímenes autoritarios, claramente antifascistas, que por lo general viajaron a la zona republicana con cuyas políticas se sentían más identificadas», señala.

La existencia de las hemerotecas digitales ha permitido a Díaz Nosty establecer estrategias de búsqueda en una decena de idiomas e identificar a tan elevado número de mujeres y, a la vez, obtener las huellas facsimilares de sus trabajos. Las referencias a las fuentes hemerográficas superan las 700.

Según avanza el autor de algunos de los mejores títulos sobre la historia contemporánea española y periodismo como 'Las Cortes de Franco: 30 años orgánicos', 'Historia del franquismo (con Daniel Sueiro)', 'Los medios y la hipótesis de la democracia degradada' o 'Diez años que cambiaron los medios, 2007-2017', las diferencias que percibe en las crónicas escritas por hombre y mujeres periodistas durante la guerra civil nacional es que las de los varones periodistas «están trazadas desde visiones androcéntricas, comunes a la descripción convencional de lo que podríamos llamar 'cultura de la guerra', mientras que las crónicas de las mujeres se detienen en un visión más humanitaria, en la descripción del sufrimiento de la población civil escondida en los sótanos, de los bombardeos aéreos sobre la población civil, una modalidad devastadora que introdujeron en los conflictos bélicos, por primera vez en la historia contemporánea, alemanes e italianos, aliados de los sublevados. Una periodista francesa escribió entonces que las víctimas eran el fruto de la violencia de los hombres, porque las mujeres se oponían al sufrimiento y la muerte de sus hijos... La visión de las mujeres se trata de una mirada a la retaguardia, a lo que está pasando en las calles de Madrid, en un pueblo perdido de Cuenca, en un hospital o en una morgue. Quizás por ello su papel no haya sido tan determinante en las fuentes históricas que se han construido a partir de la evolución de las estrategias militares, la mentalidad dominante y de cultura bélica de los hombres».

Díaz Nosty explica que en el interés suscitado entre muchas mujeres periodistas por la guerra civil «influyó mucho el movimiento internacional de las brigadas de los jóvenes que llegaron a España, que eran unos 50.000 de todo el mundo que estaban en el bando republicano. Eso creó en los países de origen un interés en las audiencias por saber qué estaba pasando con esos jóvenes que marchaban por miles a España. Y eso, claro, atrajo también a numerosas periodistas para venir aquí y correr con ellos el peligro», añade.

El catedrático lamenta que se conozca la historia de Hemingway como corresponsal en la Guerra Civil española pero que, sin embargo, «no se habla del papel de su esposa y también corresponsal, Martha Gellhorn». De nuevo, otro ejemplo de la omisión de la mujer durante el enfrentamiento y que está incluida entre las periodistas extranjeras.

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