El libro renace como regalo

David Ojeda

Domingo, 20 de diciembre 2020, 08:11

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Forman un ejército armado con papel y tinta y el único fuego que conocen es el del conocimiento. Son los libreros, personas que han pasado a ser para algunas generaciones casi como figuras mitológicas pero que se niegan a claudicar. Incluso se animan, en este año que perece y que trajo tempestades, a organizar una resistencia siendo portadores de buenas noticias. Y es que a la espera de cerrar el balance definitivo se animan a asegurar que esta Navidad se está comprando más literatura que en la de 2019.

Canarias tiene una deuda con la lectura. Según el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España el archipiélago ocupa la peor posición de todo el Estado, con solo un 57,1% de lectores en su población.Sin embargo y por ejemplo, de Arenales a Vegueta y pasando por Triana, por hacer un muestreo sencillo, hay una gran cantidad de librerías, que van desde temáticas a generalistas.

En ellas además anida la sensación de que la gente ha vuelto a leer. Así lo afirma, por ejemplo, Antonio Rivero, responsable de Canaima, librería que en 2016 recibió el premio nacional a mejor Librería Cultural. «Para mí hay dos factores que lo explican. Normalmente en años normales se editan muchos libros en los meses de marzo y abril para las ferias del libro o Sant Jordi, y luego se edita una segunda tanda en octubre y noviembre para la campaña de Navidad. Este año al no haber tantas ferias se ha concentrado mucha novedad en estos días. Pero también creo que con el confinamiento hubo mucha gente que recuperó el hábito de la lectura», expone.

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No es el único librero que así lo opina. Aunque también hay quien se anima a dar un dato más, como es el caso de Amparo Juiz, una de las resonsables de Sinopsis, que cuenta con dos sedes en Triana en Perdomo y Domingo J, Navarro. «Hay algunos clientes que nos dicen que recuperaron la afición por leer durante el confinamiento. Aunque creo que también hay otros motivos por el tipo de objeto que es libro, sobre todo en los regalos y a la hora de cambiarlos. A la gente le da menos reparo que una prenda de ropa. Pero creo que suman varias cosas», indica.

Donde tambien coinciden en es el hecho de que la gente está comprando más libros. Lo tiene claro Antonio Rivero. «A simple vista estamos por encima de años anteriores. No se trata tampoco de tirar las campanas al vuelo pero nos ha servido para recuperarnos del mes y medio que tuvimos que cerrar durante el confinamiento», comenta y es secundado por Juiz: «Notamos un aumento muy considerable en el público aunque de una forma más escalonada.Creo que la gente está evitando las aglomeraciones y han empezado a venir antes que otros años. Desde el mes de noviembre ya había gente con muchas compras para tratar de evitar algunas aglomeraciones».

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La amplia llegada de novedades en estos meses de Navidad no evita que haya regalos destacados. Sigue tirando 'El infinito en un junco', el celebrado ensayo de Irene Vallejo sobre la historia del libro, o novedades de literatura masiva como el 'Rey blanco' de Juan Gómez-Jurado. Entre los libros de autores canarios se venden muy bien 'Un tío con una bolsa en la cabeza' de Alexis Ravelo y 'Panza de burro', la rupturista novela de la tinerfeña Andrea Abreu.

Mercado digital.

Más allá de la batalla pública contra Amazon, escenificada en el nacimiento de la web todostuslibros.com, Canaima y Sinopsis son ejemplo de cómo adaptarse al la venta digital, un hecho con el que se llevan un tiempo relacionando pero al que tuvieron que aferrarse aún más en lo más duro de la pandemia. «La venta en la web también subió sensiblemente durante el confinamiento. Pero luego bajó algo aunque sigue a un nivel alto, aunque sea para recoger en librería. Gente que con el confinamiento descubrió el comercio electrónico y ahí se ha mantenido», asegura Rivero desde Canaima.

Juiz percibe lo mismo en Sinopsis pero cree que todavía es elemental la labor de prescripción que ofrece el cara a cara con los clientes. «La gente tira bastante de ello para no estar perdiendo tiempo pero aún así sigo viendo que en geneal el público prefiere venir y ver el libro. Y esa recomendación del librero, todavía hay quien busca eso», asegura mientras no dejan de entrar lectores en el local.

La supervivencia de las librerías, con su sello humano y el calor de compartir una relación de amor con los libros, no libra para Antonio Rivero una simple guerra contra el gigante del comercio electrónico. Va mucho más allá. «Más que contra Amazon me gusta enfocarlo por la elección del modelo de sociedad que queremos. Si queremos una gran empresa mundial que lo sirva todo y no crea trabajo en tu comunidad o si queremos tener cinco o seis librerías, supermercados, tiendas de calzado... Comprar en proximidad genera riqueza en donde vives», indica.

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Mientras tanto desde las librerías se muestran contentos con la llegada del público. La literatura necesita del corazón de los libreros para trasladarse a las estanterías de los lectores.En un viejo mundo en el que sus fetiches culturales paracen extinguirse, en un año en el que solo parecian sucederse las malas noticias, hablar con los libreros sobre ventas abre una ventana al optimismo. Luego llegará la hora de los balances económicos y se comprobará si la inercia se mantiene.

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