Óscar Muñoz, presidente de ACO, en la plaza de Santa Ana. COBER SERVICIOS AUDIOVISUALES
«La inmensa mayoría de los cantantes que vienen quieren volver»
entrevista ·
Óscar Muñoz, presidente de los Amigos Canarios de la Ópera (ACO), reconoce que culminar la temporada de 2020 y sacar adelante los cinco títulos de la finalizada el pasado mes de junio ha requerido «valentía» y cierto grado de «osadía» en plena lucha contra la pandemia de la covid-19.
Con las tres funciones de 'Macbeth', en junio, culminó la 54ª temporada de Ópera de Las Palmas de Gran Canaria Alfredo Kraus. El presidente de ACO, asociación que la organiza, hace balance de lo complejo que ha resultado por la pandemia.
- ¿Cómo han conseguido llevar a cabo siete montajes operísticos en plena pandemia, dos de la pasada temporada y cinco en la actual, que finalizó este pasado mes de junio con 'Macbeth'?
- Si lo miras detenidamente, te preguntas si ha sido real o no que lo hayamos hecho. En la temporada de 2020 llevábamos dos títulos cuando llegó la pandemia. Tuvimos que suspender 'Aida' y quedaban 'La Traviata' y 'La Bohème'. Conseguir que se llevasen a cabo, en octubre la primera y en noviembre la segunda, nos cuesta creerlo. Es justo reconocer la gran labor que realizó Juan Márquez como viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias. Primero por la propia labor que hace acorde a su cargo y después porque se convirtió en un gran mediador entre nosotros, Cultura y las autoridades sanitarias. Fue un factor muy importante para que pudiésemos terminar la temporada pasada con esos dos títulos, con unas restricciones evidentes. Esa buena experiencia nos hizo ser optimista para afrontar con valentía y no sin un exceso de riesgos la 54ª temporada. Hubo un momento muy delicado. Fue con 'Adriana Lecouvreur'. Estábamos en fase tres y si hubiésemos sido menos osados la teníamos que haberla suspendido. Al final, salió bien, porque el estreno fue un martes y el lunes la isla pasó a nivel dos de alerta y así cuadraron los aforos.
LAS FRASESRETO«Si lo miras detenidamente, te preguntas si es real lo que hemos llevado a cabo»y negocia muy bien los cachés»
- También sumó, por lo que tengo entendido, la rapidez con la que la Fundación Auditorio Teatro contó con un protocolo sanitario, que se desarrolló a partir del que se realizó para el Teatro Real de Madrid.
- Cierto. Tengo que decir que la Fundación se volcó para que pudiéramos adaptar el Auditorio a nuestra temporada. Era imposible, con las medidas sanitarias exigidas, realizarla en el Teatro Pérez Galdós, con apenas 380 localidades para cada una de las tres funciones. Hubo un título, 'La Cenerentola', que como el Auditorio Alfredo Kraus estaba ocupado, se hizo en el Pérez Galdós. ¿Cómo se puedo hacer? Porque pasamos de tres a cuatro funciones, gracias a la generosidad de los cantantes. Esa cuarta función la reconvertimos en lo que era la general. Ese pase no lo cobraron, cantaron cuatro y cobraron tres.
- Los propios artistas que han pasado por la temporada han reconocido esa valentía, ya que la mayoría no han podido trabajar desde marzo de 2020 porque estaban todos los teatros cerrados.
- Algunos cantantes, los únicos contratos que han tenido en todo el año han sido los nuestros. En este 2021, todos los teatros europeos han estado cerrados y en España muy poquitos han mantenido la temporada operística. El Real, nosotros y pocos más. Hemos sido la auténtica excepción. Además, cuando llegaban aquí y veían lo bien ejecutadas que estaban las medidas sanitarias, se quedaban encantados. A eso le sumaron la comunicación con el público, ya que algunos sí habían tenido actuaciones, pero 'on streaming', sin público presencial. Se han emocionado mucho con esa comunicación con el público. Quiero recordar que este año hemos tenido dos bises, uno en 'Il Trovador' con el tenor Arturo Chacón Cruz y el segundo con María José Siri, una de las grandes cantantes del momento, en dos de las tres funciones de 'Adriana Lecouvreur', donde bisó el aria del primer acto. Fue histórico, porque nunca en la temporada de ACO una soprano había dado un bis.
- ¿En la ópera, el boca a boca entre artistas también funciona y los cantantes que han pasado por aquí lo extienden a otros colegas?
- Así llevamos unos años. Esta es una temporada histórica y de tradición, pero en los últimos años han venido unos cantantes relevantes, de los mejores del mundo, que tras conocer de primera mano el ambiente de trabajo aquí, se han quedado entusiasmados. La inmensa mayoría quiere regresar. Ludovic Tézier, uno de los grandes barítonos de la actualidad, vino para 'La Traviata' y quiere volver. Sin ir más lejos, estamos en negociaciones para que vuelva. Daniel Oren, uno de los grandes directores del mundo, hizo una versión orquestal inolvidable de 'Cavalleria Rusticana' y estamos negociando para que en 2023 vuelva con otro título. Si miras el festival de Verona de este año, ves que Oren y Ciampa, que este año dirigió aquí 'Adriana...' y 'Macbeth', son los que dirigen los principales títulos.
- ¿Cómo consiguen que vengan?
- Porque tenemos un gran director artístico, Ulises Jaén, y un gran equipo de profesionales junto a él. Es un hombre muy bien relacionado, ya que su mujer, Isabel Rey, fue durante años cantante estable en Zúrich y allí conoció a grandes personalidades de la ópera. Tiene un carácter extraordinario y sabe llevar muy bien esto. Negocia muy bien los cachés. Esa es una virtud muy importante, porque estos grandes cantantes vienen cobrando menos de lo que cobran en otros teatros del mundo. Esa labor hay que atribuírsela.
- ¿Qué determina que decidan venir cobrando menos? ¿La ciudad, el ambiente el clima...?
- Posiblemente. Vienen a una temporada de trabajo con un ambiente muy bueno, a lo que le suman que en sus horas de descanso están como de vacaciones. El calor y el fervor del público también lo valoran mucho.
- Lograr eso no es fácil.
- Es muy complicado de conseguir. Somos unos afortunados.
- La pandemia ha modificado los contratos y los cachés de los artistas. ¿Esas variaciones son temporales o han llegado para quedarse en algunos casos?
- Cuando hay poca actividad y negocias cachés, es lógico conseguir algunas rebajas. Pero cuando, afortunadamente, regresemos a la normalidad, desgraciadamente nos encontraremos con que han regresado los precios de antaño.
- ¿El año que viene regresará la temporada al Teatro Pérez Galdós?
- Ese es nuestro objetivo. Tal y como se está desarrollando la lucha contra la pandemia, ya estamos viendo la luz al final del túnel. Confiamos en que a partir de febrero de 2022 podamos realizar toda la temporada en el Pérez Galdós.
- ¿Cómo recibieron los socios el final de la pasada temporada y esta campaña? ¿Alguno se dio de baja por miedo a los posibles contagios?
- Al cambiar de escenario, hemos tenido que reubicarlos, lo que puede llevar a que algunos se disgustasen. El nivel de quejas ha sido ínfimo. El socio lo ha entendido perfectamente. Y al llegar y ver el desarrollo de las medidas de seguridad sanitarias, nos ha felicitado. El socio ha apoyado a un 99,9%. Eso nos genera una gran satisfacción, porque el socio es fundamental para nuestra estructura. No nos olvidemos que recibimos unas subvenciones públicas importantes. Ronda el 50% de nuestro presupuesto y el resto viene de los pagos de los abonos, la venta de entradas sueltas y los patrocinios. Pocas temporadas de ópera pueden decir que en torno al 50% de su presupuesto venga de capital privado. Tenemos unos gastos generales que no pueden esperar a que llegue el dinero de las subvenciones. Hacemos frente a esos pagos con las aportaciones mensuales de los abonados. Por eso la masa social es tan importante para nosotros.
- ¿Las cuentas cuadran?
- Sí. Hemos ido equilibrando los presupuestos tras el déficit al que se tuvo que hacer frente desde hace unos años. Hoy por hoy, tenemos unos presupuestos que se cumplen en cuanto a gastos e ingresos. Se logra gracias al apoyo de las dos instituciones insulares, el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con sus 440.000 euros, que son fundamentales; y el Cabildo, que aporta 200.000 euros más la gran aportación en especias que consiste en la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. A eso se añade el Gobierno de Canarias, ya con una sensibilidad mayor, que ha pasado de 40.000 a 100.000 euros. Está lejos aún de los 750.000 euros que llegó a aportar en su momento, tanto a nuestra temporada como a la de Tenerife. Nunca volveremos a llegar a eso.
- El llamado Pacto de las flores les benefició...
- Evidentemente. No era normal que tuviéramos una aportación del Gobierno de Canarias de 40.000 euros cuando el Ministerio de Cultura nos daba 116.000 euros. Se entendía que en una situación de crisis era imposible seguir contando con los 750.000 de antes, pero dejarnos casi a cero no era lógico.
- ¿Han recibido llamadas de fuera para que les expliquen cómo han conseguido sacar adelante la temporada en estas circunstancias marcadas por la pandemia de la covid-19?
- (Risas) Lo que sí que es cierto es que hemos tenido una repercusión internacional que nos ha sorprendido a todos. Han venido periodistas de revistas alemanas e italianas que han destacado no solo el nivel artístico, sino también que le han dado notoriedad a la isla de Gran Canaria desde un punto de vista turístico. La ópera se ha convertido en un vehículo promocional que ha beneficiado la imagen turística de la isla. Eso nos genera un orgullo enorme.
- Además, la temporada de ACO coincide en sus primeros títulos con los meses más potente de la temporada turística.
- Así es. Se nota. Cuando iniciamos la temporada, se nota mucho la presencia de los turistas o residentes ocasionales en la isla en los títulos de febrero, marzo y abril. En los de mayo y junio, su presencia es menor. También quiero destacar que, por la venta de entradas lo sabemos, vienen a ver nuestros títulos canarios de otras islas. Creo que tenemos un espectáculo radicado en la isla de Gran Canaria que se expande a todo el archipiélago. Más ahora con la subvención de los billetes aéreos entre islas. Los recibimos encantados.
- Es que además de los abonados, también cuenta y mucho la venta de entradas sueltas para los distintos títulos.
- Así es. Para que te hagas una idea, solemos tener un cargo en taquilla de unos 240.000 o 250.000 euros y este año no se ha llegado a 100.000 euros. No ha supuesto un desequilibrio porque lo teníamos previsto, ya que se debe a las limitaciones de aforo por la pandemia. El presupuesto de este año ha sido de 1.450.000 euros y otros años hemos superado el 1.600.000 euros. Lo que significa que con un presupuesto menor hemos ofrecido una temporada de cinco títulos y de gran calidad. El ahorro ha venido por la producciones, ya que el Auditorio requería unas escenografías mínimas.
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