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Pepe Pérez Muelas
Viernes, 15 de noviembre 2024, 23:28
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En un presente en el que tanto invocamos el fascismo, Antonio Scurati (Nápoles, 1969) se ha tomado la ingente tarea de desnudarlo. Esa estación del infierno nació en Italia, con el recuerdo de las trincheras de la I Guerra Mundial, el miedo a la revolución bolchevique, el desencanto de las democracias y la esperanza en una fuerza que arrasara con todo para construir el futuro. Pero no hubo soluciones fáciles. Veinte años de Mussolini en el poder desembocaron en una espiral de odio, asesinato y masacres. Fue una época infame y el mandato de nuestro hoy consiste en no repetirla, pero también en no banalizarla.
Scurati se propuso desnudar al hombre detrás del movimiento, la esencia de la máquina de muerte desde su propio origen. Mussolini y los demás jerarcas fascistas que protagonizan los cuatro tomos de 'M' ( 'El hijo de siglo', 'El hombre de la providencia', 'Los últimos días de Europa' y el más reciente 'La hora del destino') son personajes que cobran vida, seres de carne y hueso que forjaron dos décadas de dolor.
El autor , tiene una vocación de cronista escrupuloso. Recopila día a día los fastos de un imperio de palabras que se materializa en pólvora y humo. Y resulta irreprochable su tarea de testificar la historia. El fascismo no es la ensoñación de un pervertido megalómano, sino el impulso colectivo de un país que no encuentra su lugar en la historia, que camina sonámbulo por el narcótico del racismo y el resentimiento.
El Mussolini de Scurati combina la dramatización de los personajes con la desnuda verdad de los telegramas, recortes de periódicos, testimonios y documentos de época que sirven de telón de fondo y le recuerdan al lector, por más que crezca su incredulidad, que todo lo narrado sucedió de verdad. La literatura es ficción hasta cierto punto, parece recordarnos el autor. Nada de lo narrado es falso. Todo ocurrió tal y como se trasluce en las más de dos mil páginas publicadas por la editorial Alfaguara. El estilo del escritor italiano nos acompaña por un laberinto de hechos y tragedias, de nombres y desvelos que encuentran la realidad de la materia histórica.
Probablemente se ha escrito una obra necesaria para la conciencia de unos tiempos olvidadizos. El fascismo sedujo a millones de personas porque nació de las miserias de un tiempo incapaz de solucionar la vida de la gente. Scurati se sumerge de lleno y no teme mancharse con el dolor de la historia. Desde las borracheras de los primeros «osados», los camisas negras, hasta la Marcha sobre Roma hay una efervescencia de juvenil tragedia que marca al país para siempre.
Son las mejores páginas, cuando el cáncer va naciendo en las noches solitarias de huelgas obreras, de fábricas cerradas, de policías corruptos que persiguen y cierran periódicos. Es la resaca de Versalles, el engaño a la italiana que los vencedores urdieron contra un país ansioso, al borde del abismo. Como pez en el agua, Mussolini olió su oportunidad, y Scurati escribe tan bien que el lector huele la fragancia de esos días.
La distancia entre el asesinato de Matteotti a manos del fascismo y su derrota en Stalingrado no se mide en kilómetros. Hay un hilo de sangre que mancha estas dos décadas. Scurati no se ahorra ningún detalle, no evita ningún nombre. Invoca el pasado como una fuerza de conocimiento suprema. La verdad debe de ser elevada, aunque duela, aunque resulte inverosímil. De esta forma, Mussolini encarna una pantomima que ha llegado demasiado lejos. A su lado camina Hitler, los actores que llevaron al mundo a la ignominia.
Los cuatro volúmenes desbordan prosa poética, la belleza de unas descripciones que reflejan la maldad del alma humana. Y ahí el éxito del autor italiano. No es condescendiente. Se aleja con habilidad extraordinaria de los juicios morales adoptados desde nuestro presente. No le hace falta a Scurati anclarse en nuestro calendario. Su labor está en el ayer. Ese es su hoy. Mira a Mussolini a los ojos. Lo escucha y transcribe sus palabras tal cual salieron de sus labios.
Acompañamos los días de angustia de los judíos en su exilio hasta las cámaras de gas. También a los soldados italianos en Yugoslavia, arrasando poblaciones enteras, construyendo campos de concentración. Presenciamos el derrumbe mitológico de las fuerzas de combate en Grecia, la batalla encarnizada en las dunas del desierto libio. El imperio colonial que abanderaba el fascismo se deshace por las páginas como arena entre las manos. La historia se convierte en una espiral de destrucción que espera su final en un quinto tomo, porque la tragedia debe acabar con la muerte del dictador.
Es deseable que Scurati publique lo que queda de infamia, la invasión nazi de Italia, la República de Saló, la toma aliada de una geografía moribunda, la masacre en las fosas Ardeatinas y los cuerpos colgando de Piazzale Loreto. Es necesario el silencio de las plazas renacentistas, descritas con el estilo polifónico de un escritor que se propuso retratar el fascismo y ha conseguido fijarlo en la memoria del presente.
1
• 23 de marzo. 1919. Fundación de los Fascios de Combate en Milán
• 12 de septiembre de 1919. D'Annunzio ocupa la ciudad de Fiume (Rijeka)
• 1920. Inicio de la violencia escuadrista
• 12 de noviembre de 1921. Creación del Partido Nacional Fascista
• 25 de octubre de 1922. Se produce la Marcha sobre Roma
• 16 de noviembre de 1922. Mussolini es nombrado Presidente del Consejo de Ministros
• Julio de 1923. Se reconoce el dominio italiano en el Dodecaneso
• 10 de junio de 1924. Secuestro y posterior asesinato de Matteotti
2
• 1925-1926: creación de «Las leyes fascistisimas» que convierten Italia en una dictadura
• 11 de febrero de 1929. Pactos Lateranenses firmados por Mussolini con el Vaticano
• 1930. «Pacificación de Libia» por las tropas fascistas. Diversos crímenes de guerra
• 1932. Invasión de Abisinia
3
• 1936-1939. Participación en la Guerra Civil española a favor del bando nacional
• 1938. Pacto de Acero con la Alemania nazi.
• 1938. Se promulgan y ejecutan las primeras leyes raciales en Italia contra los judíos
• 7-12 de abril de 1939. Italia invade Albania
• 1 de septiembre de 1939. Alemania invade Polonia. Comienza la II Guerra Mundial
• 1940. Italia le declara la guerra a Francia, días antes de que los nazis tomen París
4
• 1940. Genocidio Libio
• 21 de junio de 1940. Soldados italianos invaden Francia por los Alpes y son rechazados, días antes del armisticio francoalemán.
• 28 de octubre de 1940. Italia invade Grecia sin éxito.
• Abril de 1941. Alemania e Italia invaden Yugoslavia
• 28 de noviembre de 1941. Reino Unido derrota a Italia en Gondar y pone fin a sus posesiones en Etiopía
• 23 de octubre-3 de noviembre de 1942. Segunda Batalla de El Alamein
• Enero de 1943, los ejércitos alemanes e italianos son derrotados en Stalingrado
• Primavera de 1943. Italia pierde todas sus posesiones en el norte de África
• 9 de julio de 1943. Comienza la invasión Aliada de Sicilia
• 25 de julio de 1943. El Gran Consejo Fascista vota la moción para derrocar a Mussolini. Es encarcelado.
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