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Koons fotografía con su móvil una de sus esculturas; detrás 'Las Tres Gracias' de Picasso. Pepe Marín
Encuentro «celestial» de Picasso con Jeff Koons en la Alhambra

Arte

Dos genios cara a cara
Encuentro «celestial» de Picasso con Jeff Koons en la Alhambra

La exposición 'Reflejos' confronta las recreaciones de 'Las tres Gracias' de ambos artistas y explora cómo se miran en el espejo del clasicismo / «Picasso es inspirador por su energía, su vitalidad y su generosidad», dice el artista más cotizado del mundo y entregado coleccionista del genio malagueño

Miguel Lorenci

Granada

Lunes, 16 de diciembre 2024, 16:55

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Medirse con los antecesores es una constante en el mundo del arte. Como Picasso se miró en el espejo de Velázquez y el arte clásico, Jeff Koons hace lo propio ante el genio malagueño en un espacio excepcional, la Alhambra de Granada y frente a un espejo mitológico. Un iluminador encuentro que Koons, el artista más cotizado del mundo, no duda en calificar de «celestial». El amistoso duelo de estos dos gigantes del arte se libra hasta el 16 de marzo con la exposición 'Reflejos'. Son solo cinco obras -dos de Picasso y tres de Koons- que revisan 'Las tres Gracias', mito que Picasso y Koons abordan desde un prisma experimental y que testimonia el influjo del arte clásico en sus obras.

Como una «conversación muy especial» con Picasso y un encuentro «entre pasado y presente» celebra Koons (York, Pensilvania, 1955) este diálogo de titanes a través de unas obras separadas por un siglo y unidas por sus talentos. «Picasso es inspirador por su energía, su vitalidad y su generosidad», dice Koons, que ha colocado su versión de 'Las tres Gracias' (2016-2022) en una hornacina del imponente patio del Palacio de Carlos V del recinto nazarí.

Jeff Koons y Bernard Ruiz-Picasso posan ante 'La tres Gracias', la versión en acero pulido del artista norteamericano. EFE

Las Gracias son un arquetipo universal de belleza que ocupa un espacio medular en la historia del arte que Koons reinterpreta en acero inoxidable pulido. Es un enfoque tecnológico inspirado en figuras de porcelana, que transforma la delicadeza de este material con el brillo irrompible acerado de su refulgente acabado. Dota a la pieza de una apariencia festiva que contrasta con la melancolía de las figuras pintadas por Picasso, que halló en antigüedad una fuente inspiración constante, con los tríos de figuras como tema recurrente.

«Situar mi obra junto a la de Picasso es una experiencia celestial, y más en un espacio como este patio, y este entorno, que parece recoger toda la energía de la naturaleza», dijo un risueño y encorbatado Koons, encantado de exponer en un lugar «tan especial».

En el interior del anejo Museo de Bellas Artes se exhibe 'Las tres Gracias' (1923), obra en la que Picasso aborda el canon de belleza femenina. Se muestra junto a 'Cabeza con casco' (1933), llamativo bronce del genio malagueño que conecta con el patrimonio artístico español que la rodea y es otra prueba de su profundo vínculo con el legado clásico griego.

Parte de las formas redondeadas que caracterizan los retratos escultóricos que Picasso hizo de Marie-Thérèse Walter, para avanzar en lo experimental, usando moldes tan inusuales como la pelota de tenis que dan forma a los ojos. Resalta así su capacidad para transformar objetos cotidianos en elementos de potente carga expresiva.

ADN conectado

«Me siento conectado con Picasso, como él lo estuvo con Velázquez y Goya a través de esa doble hélice de ADN que une el arte actual con el de Picasso y el de este con la antigüedad», dijo Koons, que confesó ser un entregado coleccionista de piezas del genio malagueño. «Tengo varias obras de Picasso -no dijo cuántas ni cuáles- y me ayudan a implicarme en el viaje en el tiempo y a ser generoso como él», dijo Koons, para quien «lo mejor de Picasso es su generosidad». «Coleccionar es proteger y garantizar el futuro de obras tan poderosos como las de Picasso, que te hacen sentir su historia», aseguró.

Acompañan en el mismo espacio a los 'picassos' dos piezas de Koons de la serie 'Gazing Ball' (2015-2016) en las que el controvertido y artista fusiona lo histórico y lo contemporáneo. Koons homenajea a 'La intervención de las sabinas' (1799) de Jacques-Louis David, en la que las mujeres romanas presencian el enfrentamiento entre sus secuestradores y sus familias de origen, los sabinos.

Incluye en la pieza una esfera de vidrio azul soplado a mano que transforma la escena en una experiencia visual. Captura al espectador y su entorno reflejados en la pieza, como parte integral de la obra. Hace lo propio en la quinta pieza 'Gazing Ball' ('Mujer de pie', 2014), en la que parte de la forma y la postura femenina que representaban la belleza y la feminidad idealizadas. A través de otra brillante esfera azul 'mete' al espectador en la pieza «y en la historia del arte mediante su reflejo».

Koons contempla su pieza 'Gazing Ball' ('Mujer de pie', 2014) con la grisalla de Picasso de 'Las tres Gracias' a su espalda. EFE

Koons expuso ya en el Guggenheim de Bilbao y tras su paso por la Alhambra le parecería «formidable» exponer en el Prado junto a Velázquez, Goya y El Greco. «Todas las obras de estos maestros son extraordinarias y sería maravilloso exponer las mías allí», dijo.

Esta muestra especular «invita a una profunda reflexión sobre la intersección entre tradición, vanguardia y contemporaneidad», asegura Miguel López-Remiro, director artístico del malagueño Museo Picasso y comisario junto a Ricardo Tenorio, director del museo granadino, de la exposición organizada por el Museo Picasso Málaga con el apoyo de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso (FABA) y de la Fundación Unicaja.

«El museo del siglo XXI se presenta como un espacio amplificado, donde el arte trasciende límites y dialoga con múltiples contextos», agrega López-Remiro de una iniciativa que quiere mostrar la obra de Picasso en lugares emblemáticos de Andalucía.

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