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El artista grancanario José Luis Luzardo, junto a una de sus piezas en el Centro de Artes Plásticas. C7
«Nunca busco con mi trabajo realizar obras para crear polémica»

José Luis Luzardo, artista

«Nunca busco con mi trabajo realizar obras para crear polémica»

El creador grancanario muestra su asombro ante la polémica generada en torno a 'Poéticas del deseo', que exhibe en el Centro de Artes Plásticas

Francesc Zanetti

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 5 de mayo 2024, 02:00

La exposición 'Poéticas del deseo', del canario José Luis Luzardo, ha ocasionado una agria controversia motivada por una denuncia interpuesta por la Fundación Española de Abogados Cristianos que solicitaba el cierre de la misma. En esta entrevista el creador se manifiesta sobre la 'polvajera' nacional que han levantado sus dildos artísticos encapsulando a vírgenes. Su muestra se puede visitar en el Centro de Artes Plásticas, en el número 8 de la calle Colón del barrio de Vegueta de la capital grancanaria hasta día 17 de mayo, de lunes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas.

-¿Entiende usted el revuelo mediático que se ha originado con su muestra 'Poéticas del deseo'?

-La verdad que no mucho, porque la temática de la sexualidad y la religión la llevo trabajando desde principio de los años 90, cuando se produce la pandemia de VIH. En la muestra 'Poéticas del deseo' me aproximó a otras temáticas vinculadas a los procesos migratorios, la enfermedad y lo publicitario como pieza clave del consumismo. Han tenido que pasar más de treinta años para que la obra se posicione y sea declarada ofensiva para un sector de la ciudadanía. Parece que lo se le vende a esta sociedad de consumo inmediato en determinados programas televisivos, es espectáculo, ofreciendo información esperpéntica y surrealista, en la que no puedo dejar pasar de defender mi trabajo, la libertad que da ejercer esta profesión ante aquellos que quieren seguir anclados en el pasado.

«La censura no debería de existir y menos en España, un país que se supone liberal, laico y con libertad de expresión»

-¿Cree que el debate sobre las reflexiones críticas del tipo que sean alrededor de los emblemas de la religión debería estar superado a estas alturas de la historia?

-Efectivamente, se trata de un debate que debería estar superado, no solo con lo religioso sino con cualquier otro tema. Asistimos a dramas humanos, guerras, pobreza, hambre, crisis climática, asuntos que me parecen temas más relevantes a debatir que el juego que yo pueda generar con mi trabajo artístico. Que en este momento en el que gozamos de una libertad de expresión garantizada alguien se fije en una figura que mide 20 cm... Trabajo para generar emociones, aunque entiendo que a muchas personas no les guste lo que haces y están en su derecho, ¿si no, qué sentido tiene?

-¿Entiende que haya una parte de la sociedad que se haya podido ofender por algunas de las piezas que integran su muestra?

-¡Qué va!... pensaba que este grado de oposición ya no se producía, pero veo con incredulidad que todavía existe una parte de la sociedad que no ha superado su conservadurismo y se siente ofendida a pesar de no haberse acercado por la sala para ver la exposición. ¿Acaso no podemos observar la simbología con sentido del humor?

-Muchos opinan que esta controversia le ha venido muy bien a su proyección como creador. ¿Qué opina de ello?

-Por lo pronto ha hecho que mucha más gente se acerque a ver mi trabajo, pero si hablamos de proyección, no es el caso. Sí me llama la atención los comentarios en redes de los que se han ofendido por el revuelo generado en los medios, lo cual dice mucho de los argumentos que esgrimen.

-Detrás de algunas series de su trayectoria artística se vislumbra una intención de agitar conciencias y provocar el debate. ¿Se considera un provocador?

-Nunca me he considerado un provocador. Nunca busco con mi trabajo realizar obras con intencionalidad de crear polémica, ni como dicen los exagerados, que busco una fama gratuita haciendo este tipo de obra. En toda mi trayectoria artística siempre he trabajado alrededor de temas sociales latentes, con la intención de invitar a reflexionar, a pensar, a abrir debates, a ver nuestro mundo de manera diferente, a amar el arte, que es lo que hace que la vida sea más importante que el arte, como bien dijo Robert Filliou. El arte nos permite evolucionar como seres humanos, algo que podemos constatar a través de la historia. Sin arte no habría religión.

«La temática de la sexualidad y la religión la llevo trabajando desde principio de los años 90, cuando se produce la pandemia del sida»

-¿Temió en alguna ocasión por el acto de inauguración de su exposición en el Centro de Artes Plásticas del Cabildo a cuento de la denuncia de la Fundación de los Abogados Católicos?

-Al principio dudé, pero siempre conté con el máximo apoyo de la consejería de Cultura del Cabildo, lo que me brindó entonces cierta tranquilidad. Mi propuesta expositiva está avalada por una convocatoria pública de libre concurrencia y seleccionada por un comité de profesionales del arte, que no del mundo eclesiástico, claro.

-¿Se había visto en alguna ocasión anterior envuelto en alguna otra polémica a cuento de sus obras?

-Nunca, el primer sorprendido soy yo. Los que mantienen una mirada ofensiva de las cosas basándose en una apariencia de creencias o dogmas, desde mi punto de vista, no han pasado la etapa del Renacimiento.

Una de las piezas que se exhibe en la muestra. C7

-Muchos aseguran que sufrimos en España un retroceso en las libertades civiles y que asistimos a prácticas censoras en algunas comunidades en las que gobierna la derecha y los conservadores que está afectando gravemente a la libertad de expresión de los creadores y creadoras. ¿Está de acuerdo?

-¡Totalmente! El arte busca el pensamiento, cuestionar la vida, la sociedad, aunque haya sectores que no siempre acepten lo que no les agrade y lo expresen generando tensión. La censura no debería de existir y menos en España, un país que se supone liberal, laico, y donde hay libertad de expresión. Pero ya vemos que hay asociaciones que están pendientes de designar lo que es moral o no, desde su punto de vista ideológico, y que solo ven la paja en el ojo ajeno y no en el suyo. También podemos hablar de retroceso, dada la cantidad de obras teatrales y exposiciones censuradas en los últimos años sobre todo en comunidades donde gobiernan los conservadores.

-¿Por qué cree que el sexo y la religión siguen siendo temas tabúes en la sociedad española?

-El ser humano tiene conductas sexuales propias de nuestra naturaleza como es el deseo -por eso 'Poéticas del deseo'-, el acto sexual, la virginidad, la masturbación, etcétera. Son temas tabúes socialmente que incorpora el miedo como manera de someter a las personas y tenerlas reducidas y controladas, y la religión opera como represora del deseo. Está clara la relación de lo religioso con la sexualidad, no hay más que leer a Santa Teresa de Jesús o echar un ojo a la iconografía religiosa. De ahí mi idea de alejar el tabú de la sexualidad a través del arte a modo de herramienta catártica pedagógica para abordar cualquier tema que nos sea vetado.

Dos de las piezas de Luzardo. C7

-¿Se ha sentido arropado en esta controversia por la comunidad artística de Canarias o por los sectores vinculados a la cultura?

-Sí, por supuesto, y agradecido a entidades como la Asociación Islas Canarias de Artistas Visuales (AICAV), al Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), a la Asociación de Artistas Contemporáneos (AAC) a directores de centros artísticos que han visitado la muestra.

-¿Usted que viene trabajando desde finales de los noventa del siglo pasado en esta serie temática, cómo cree que ha evolucionado y crecido su proyecto y discurso alrededor del dildo con el paso del tiempo?

-Ha tomado importancia porque he logrado que el dildo, como me gusta llamarlo, más que preservativos, se vea como un objeto artístico, ya que hace hincapié en que el propio condón es el mejor elemento contra los contagios y enfermedades venéreas, pero, al mismo tiempo, al presentarlo como un objeto artístico, toma su lugar en el arte, en representación de lo femenino y lo masculino, en la ambigüedad o la diversidad de géneros actuales. En la actualidad mi trabajo gira en torno a dos mundos artísticos: el pictórico y este más objetual donde he incorporado también la vagina como un elemento para construir discursos en pro de la igualdad, de una sexualidad más sana, para que no toda agresión o violencia acabe en un minuto de silencio.

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