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VICTORIANO S. ÁLAMO
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 15 de junio 2021, 02:00
La soprano napolitana Anna Pirozzi encarna hoy uno de los roles que considera más complejos del repertorio, como es Lady Macbeth, dentro del 'Macbeth' de Giuseppe Verdi con el que hoy, el jueves y el sábado, siempre a partir de las 20.00 horas, y en el Auditorio Alfredo Kraus, se cierra la 54ª temporada de ópera de la capital grancanaria.
«Lady Macbeth es complicadísima. Requiere, como suelo decir, tres tipos de soprano en una sola. Exige tener una voz ágil, lírica y también dramática», apunta la cantante italiana en el mismo recinto en el que hoy se estrena esta producción de los Amigos Canarios de la Ópera (ACO).
Desde el punto de vista de la napolitana, este rol clave de esta ópera en cuatro cuartos que se inspira en uno de los dramas más populares de William Shakespeare, tiene dos momentos que son especialmente complejos. «La segunda aria es casi para una mezzosoprano, es muy baja, requiere que la cantante le otorgue a su voz mucha presencia, mucho peso. Después hay otras partes más ágiles, que requieren de una soprano más lírica y ligera. La última aria, que es la que todo el mundo espera, consiste en la locura. Me obliga a recitar mucho y ahí es donde más entra en juego la parte interpretativa», avanza.
En el tramo final de esta pieza verdiana, que vio la luz el 14 de marzo de 1847 en el Teatro della Pergola, en Florencia, Lady Macbeth emite una serie de «sonidos bruscos», que son un reflejo de la locura que se ha apoderado de este personaje dentro de esta historia de violencia, traiciones y magia. «El rol termina con una nota agudísima, que es muy difícil, escrita por Verdi de esa manera y que se hace ya fuera de escena. El propio Verdi escribió que Lady Macbeth requiere de una voz 'bruta', en el sentido de ser capaz de pasar por lo lírico y lo más oscuro y dramático», subraya esta cantante que en 2019 afrontó este personaje en el Metropolitan Opera House de Nueva York, en unas funciones en las que se alternaba con la ruso-austriaca Anna Netrebko.
Anna Pirozzi, que comparte elenco con George Gagnidze (Macbeth), Marko Mimica (Banquo), Fabián Lara (Macduff), Pancho Corujo (Malcolm), Estefanía Perdomo (dama) e Iván Figueira (sirviente), reconoce que esta pieza del repertorio lírico es muy exigente desde un punto de vista interpretativo. Vertiente que se hace especialmente complicada en la actualidad, por la pandemia de la Covid-19 y por los protocolos sanitarios para combatirla.
«En este momento, lo peor es no poder actuar de verdad, no poder tocarnos entre los cantantes. Es muy difícil y sufro mucho, porque además mi personaje es muy pasional. Se hace muy difícil respetar los protocolos en una obra con tanto amor, tanta sangre y pasión. Nos acercamos un poquito, pero manteniendo las distancias», confiesa con pesar.
Comparte la idea de que 'Macbeth' parece haber sido escrita primero por Shakespeare y después por los libretistas Francesco Maria Piave y Andrea Maffei para Verdi, «ayer mismo», como una «metáfora de esta pandemia».
Asume que algunos de los aspectos que han cambiado en nuestra vida por la Covid-19, tanto en el ámbito personal como profesional, han llegado para quedarse o al menos se extenderán un tiempo dentro de nuestras existencias. «Todo ha cambiado mucho y espero que pronto volvamos a la normalidad. Ojalá estemos como antes en un año o año y medio. A nivel profesional, han cambiado muchas cosas, incluidos los contratos. Ahora se incluyen cláusulas específicas por la pandemia, que incluyen la cancelación si sucede algo. Creo que seguiremos manteniendo un tiempo las distancias, pero espero que podamos pronto prescindir de las mascarillas. Una de las cosas que se mantendrá será la adaptación de los espacios escénicos, sobre todo por cuestiones de ventilación», explica.
A su llegada a Gran Canaria se ha topado con una sorpresa positiva para el presente y el futuro inmediato de todos. «Debo decir que yo pensaba que la situación aquí era mejor. Había trabajado en octubre en Madrid y allí estaban más relajados. Aquí son muy estrictos en el respeto de los protocolos sanitarios», dice.
La soprano Anna Pirozzi considera que las tres funciones que afronta desde hoy dentro de la temporada operística de la capital grancanaria se pueden entender como un segundo comienzo dentro de su trayectoria profesional. Llega a esta conclusión porque se trata de la primera vez que, desde que la pandemia de la Covid-19 se decretó, actúa ante un público presencial, en esta ocasión en el Auditorio Alfredo Kraus.
«Cantar sin público es terrible. Lo he tenido que hacer durante estos meses. Canto con toda la pasión y el empeño, pero al final de la función... solo hay silencio en la sala. Lo llevo muy mal. Los cantantes damos una energía al público y éste te hace llegar cosas, te devuelve esa misma energía. Volver a cantar aquí con público será muy emocionante. Será como cuando canté sobre un escenario la primera vez», puntualiza.
Reconoce que cuando recibió la llamada de Ulises Jaén, director artístico de los Amigos Canarios de la Ópera, se llevó una «gran alegría», no solo por poder volver cantar frente a unos espectadores sentados a escasos metros, sino también porque se siente muy a gusto en Las Palmas de Gran Canaria. «Me encanta la ciudad. Soy napolitana y me encanta el mar. La primera vez que vine, estuve aquí con mi hijo. Mi intención es volver la próxima vez con mis dos hijos, porque es una ciudad para disfrutarla con la familia», asegura la cantante que tiene previsto ampliar su repertorio con los roles de 'La Fanciulla del West', de Puccini, y 'Adriana Lecouvreur', de Cilea.
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