Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria

La noche más larga

El concurso de murgas de Las Palmas de Gran Canaria tiene un problema serio. Tal vez más de uno, es cierto, pero sigue siendo insostenible que para escuchar a Los Serenquenquenes, eternos candidatos a los premios, se tenga que esperar un lunes hasta la 01.16 horas de la madrugada, en una noche fría en la que precisamente las agrupaciones que les precedieron no destacaron especialmente por el brillo de sus actuaciones.

La de este lunes fue la noche más larga. Lo es principalmente para el colectivo más numeroso del carnaval capitalino, que tras un año de espera pudo regresar al escenario Y, además, al de Santa Catalina, al que han bautizado como el 'templo' aunque durante los años finales de la década de 1990 hubiera célebres pasadobles que exigían el retorno del concurso al Estadio Insular.

Y lo fue también para el grueso número de seguidores de las agrupaciones críticas, que viven una noche eterna al raso y al frío que en estas fechas siempre se impone en Santa Catalina. Tras la previa actuación de Los Chachitos, murga ganadora del certamen infantil, Los Majaderos, en su segundo año en escena, oficiaron la apertura de la competición por estar en la final del sábado. Fueron los primeros de siete murgas que con su media hora de actuación, las pausas publicitarias para la televisión, las entrevistas del 'backstage' y la falta de química de los presentadores con la grada, vieron como la noche se alargaba un año más hasta horas inadecuadas para el día del comienzo de la semana laboral.

Los Serenquenquenes cerraron la noche del lunes cuando ya hacía bastante rato que era martes. Son una murga de esencia, desde 1982 en el carnaval. Defienden su estilo y lo hacen con un sonido compacto, el mejor de la noche. La agrupación de Agüimes, un año más con Javier Santana al frente de las filas, siempre acierta con la fórmula de la sencillez en su pasacalles. Un picadillo de entradas de años anteriores que rememora momentos de felicidad para el aficionado murguero cuya pasión no se limita a un grupo concreto.

Pero a su actuación se le puede poner un pero. Su apuesta por la letra sobre el espectáculo merece respeto, pero el catálogo de bromas que pasa por «labios compartidos» y «el ojo del culo» chirrió entre muchos de aquellos que lograron sobreponerse a los bostezos y aguantar hasta las 02.00 de la madrugada despiertos.

La apertura de Majaderos fue notable, con una solista que enmarcaba las críticas a aquellos vecinos que con sus denuncias y quejas roban espacio físico a la fiesta en la ciudad. Sonaron bien a ratos y tuvieron una pertinente letra sobre la dudosa calidad del turismo del que presumen a través de las estadísticas los políticos insulares.

Crazy Trotas y Despistadas celebraron aniversarios en el concurso, las primeras 25 y las segundas 15 años. Las Despistadas vuelven a ser candidatas serias al premio de vestuario, aunque este durara puesto solo los cuatro minutos que duró su presentación. Enérgicas como pocas anoche, tal vez pecaron de un exceso de velocidad a la hora de interpretar las letras de su reportorio.

De sur a norte, Lengüetudos y Quisquillosas, debutantes ellas en el concurso, no firmaron actuaciones que inviten a apostar por ellas para estar en la final del sábado, mientras que Lady's Chancletas, al abordaje con vestuario de piratas, defendieron en el escenario su veterana propuesta en la fiesta.

El concurso continúa este martes con Traviesas, Chancletas, Chismosos, Trabalonas, Golisnionas, Legañosas y Legañosos sobre el escenario de Santa Catalina.

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