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efe
Las Palmas de Gran Canaria
Martes, 5 de abril 2022, 15:03
El responsable del proyecto de migrantes de Cruz Roja Española en Níger, Zakaría Camara, quien llegó a Lanzarote en patera en 2002, ha asegurado este martes que, durante el trayecto, los migrantes «no se fían de nadie» salvo de sus compañeros de viaje o de los traficantes porque son los únicos que comparten el objetivo de llegar al destino.
En un foro organizado por Casa África titulado «Emergencia humanitaria en el Sahel y su impacto en las rutas migratorias», Camara ha contado su historia personal y cómo su propia experiencia le ha servido para ayudar a los migrantes que se encuentran en ruta en esa zona y que llegan hasta el centro que él mismo coordina en Níger.
«Cuando yo fui migrante no me fiaba de nadie. Para mí en ese momento el intermediario era mi aliado.Ahora, desde fuera, sí veo que son traficantes. Pero en la ruta migratoria, la mayoría de los migrantes los consideramos aliados porque vemos a través de ellos la única manera de llegar a nuestro destino«, ha explicado Camara, que ha alertado de que ahora mismo en el Sahel se están empleando rutas »muy peligrosas« que utilizan los yihadistas o los traficantes de droga.
Camara ha relatado que durante su trayecto viajó en camiones de transporte de ganado con más de 80 personas, amontonadas, cubiertos con lonas y con muchísimo calor.
«No te das cuenta de esto hasta que estás fuera. Lo único que puedes hacer es seguir adelante», ha aseverado.
Camara, que llegó en patera a las costas canarias hace 19 años, pudo desarrollar su proyecto de vida en Madrid, donde antes de su regularización trabajó en empleos precarios como el de la construcción, hasta que pudo formarse como economista y volver a África, donde ahora coordina un programa regional de Cruz Roja que se ejecuta en cinco países: Senegal, Mali, Níger, Burkina y Gambia.
El programa, ha explicado, consiste en dar asistencia y protección a la población migrante, principalmente en las regiones de Tahoua y Agadez, en Níger, donde encuentran a personas en situación de «vulnerabilidad alta».
Los migrantes, ha señalado, suelen tener miedo de desplazarse al centro de las ciudades para solicitar asistencia sanitaria por miedo a ser arrestados por la policía, por lo que desde Cruz Roja han adaptado las clínicas móviles para prestar ese servicio sin ningún tipo de riesgo.
«Estas clínicas también sirven de punto sanitario y punto de escucha para las acciones psicosociales. Ese es el tipo de asistencia que prestamos a los migrantes. Asistencia sanitaria, alimentaria, cupones para acuerdos firmados con restaurantes en zonas de intervención«, ha especificado Camara, que ha dicho que también derivan a los migrantes a otras asociaciones donde les pueden prestar asistencia legal.
Camara ha asegurado que en su trayecto le hubiese gustado tener un equipo de Cruz Roja como el que él coordina, que le hubiese dado los consejos que necesitaba sobre qué hacer durante la ruta, que le advirtieran de lo peligroso que puede llegar a ser o que le proporcionaran algo «tan esencial» como comida.
Otro componente del proyecto, ha abundado, es dar recursos de capacidad a los agentes de los servicios técnicos que trabajan en migración, como las fuerzas y cuerpos de seguridad, los sindicatos de transportistas o las asociaciones de migrantes en las zonas de intervención, a los que forman sobre protección de los derechos de los migrantes.
Respecto a las particularidades en Níger, Camara ha denunciado que se vulneran los derechos de los migrantes a menudo y que los transportistas que trasladaban en un principio a los migrantes fueron detenidos, lo que creó un vacío y favoreció la creación de grupos criminales de transportistas que engañan a los migrantes y los dejan perdidos en el desierto.
Asimismo, ha expresado que la Unión Europea ha impulsado una ley en Níger para frenar el flujo migratorio que ha tenido un impacto «muy negativo» en en el país, donde los migrantes salen de forma clandestina e insegura, escapándose de las estadísticas.
Camara ha señalado que en lugares como Agadez, por ejemplo, muchos negocios y familias vivían de la migración y su la fuente de ingresos dependía del paso de los migrantes, por lo que el frenazo ha generado «muchos problemas y conflictos entre las tribus en la región».
«El Gobierno de Níger debe cumplir el derecho internacional y facilitar la movilidad de los migrantes en la zona», ha demandado
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