Avión medicalizado. c7

La respuesta medicalizada que acorta distancias

En 2020, el avión del SUC trasladó bajo supervisión médica a 829 pacientes entre hospitales de las Islas y centros de referencia de la Península

efe

Santa Cruz de Tenerife

Miércoles, 10 de marzo 2021, 10:49

El avión medicalizado del Servicio de Urgencias Canario es el único recurso que garantiza la supervisión médica en el traslado de pacientes graves desde los hospitales canarios a centros hospitalarios de referencia en el territorio peninsular.

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Es el caso de grandes quemados, neonatos y lactantes con patologías congénitas o para tratamiento específico de determinados tumores, pacientes con patología neurológica rara o cardiopatías congénitas muy complejas.

Esta aeronave realiza traslados a la Península principalmente a los hospitales madrileños 12 de Octubre, La Paz o Puerta del Hierro, así como al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y al Instituto Guttmann, en Barcelona.

Además de para esos servicios, el avión medicalizado también se usa para el traslado en Canarias de pacientes ingresados en los hospitales ubicados en las islas periféricas y que por su patología tienen que ser derivados a los hospitales de mayor nivel asistencial en Gran Canaria o Tenerife para una determina intervención o para recibir un tratamiento específico.

El Servicio de Urgencias Canario indica que el avión medicalizado es uno de los eslabones básicos en la actuación prehospitalaria en Canarias, que depende de factores como la singularidad insular, la distancia que hay entre un paciente y su hospital de referencia, o la patología que presenta para determinar la importancia e idoneidad de cada tipo de transporte.

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Puesto en marcha en diciembre de 1994, tiene su base en el aeropuerto de Gran Canaria, donde permanece de guardia su tripulación compuesta por un comandante y un segundo piloto y el equipo sanitario, integrado por 7 médicos y 7 enfermeros, que rotan en turnos de 12 horas, todos con experiencia en el sector de las urgencias sanitarias hospitalarias y prehospitalarias.

Lázaro Carrera, de 56 años, es uno de los médicos que desde hace 17 trabaja en los recursos aéreos del Servicio de Urgencias Canario, dice que este recurso medicalizado permite dar respuesta a pacientes con patologías específicas y que requieren un tratamiento de primer nivel en centros hospitalarios peninsulares sin obviar la complejidad de estos traslados.

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«Cualquier paciente puede sufrir una complicación a bordo, desde una crisis de ansiedad hasta el agravamiento de su dolencia, bien por el movimiento, la altitud o la meteorología», añade.

En cuanto a las inclemencias del tiempo Lázaro destaca que «en septiembre, durante el traslado de un paciente a Barcelona, nos sobrevino de forma inesperada una lluvia con abundante granizo, y la verdad, sentimos mucho miedo, pero gracias a la pericia de los pilotos todo quedó en un susto».

En ocasiones es la patología del paciente la que mantiene al equipo sanitario en alerta durante todo el vuelo.

Y así Lázaro comenta que en el traslado de un paciente con enfermedad cardiovascular severa que pensaban que se moría y sin embargo a los pocos meses se enteraron de que se había recuperado y estaba de vuelta, y destaca que «casos como éste nos alegran muchísimo y nos animan a continuar».

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Pablo José Hernández, de 55 años, con 20 de experiencia como médico intensivista y de urgencias, forma parte desde hace dos años de la plantilla de profesionales que trabaja en los recursos aéreos del SUC.

Pablo apunta en el comunicado que el avión medicalizado es un recurso fundamental de apoyo a la red de recursos móviles de urgencias.

Ana García, de 35 años, que enfermera desde hace tres años en el avión medicalizado del SUC, relata que trabajar en el mismo es muy gratificante a pesar de que en muchas ocasiones tenga que enfrentarse a desafíos o situaciones adversas ya que el espacio de trabajo, además de ser muy limitado, es en el aire.

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El avión medicalizado del SUC es un BEECHCRAFT, modelo SUPER KING AIR 200, con una autonomía de seis horas y media y una velocidad de crucero de 260 nudos (480 km/h).

Tiene capacidad para trasladar a tres pacientes, uno en camilla y dos sentados, además de los cuatro integrantes de la tripulación, es decir, comandante, segundo piloto, médico y enfermero tanto en vuelos tanto interinsulares como a la península.

En cuanto al equipamiento sanitario, la aeronave dispone de equipos de electromedicina como monitor de desfibrilador para atender a aquellos pacientes que sufran una parada cardiorrespiratoria, bombas de perfusión para suministrar determinada medicación de manera gradual y un respirador para dar ventilación asistida a pacientes con insuficiencia respiratoria.

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También cuenta con material de inmovilización (colchón de vacío, camilla cuchara, férula), sistema de oxigenoterapia, fungibles y la medicación necesaria para garantizar una asistencia avanzada similar a la de cualquier unidad de cuidados intensivos hospitalaria.

Además, para el traslado de los recién nacidos prematuros, el avión medicalizado del SUC tiene una incubadora, que permite su asistencia y tratamiento durante el vuelo, y un respirador pediátrico.

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