José R. Sánchez López
Arrecife
Jueves, 6 de marzo 2025, 22:56
Tras varios años de incertidumbre, en pocas semanas se confía en que pueda darse inicio al plan destinado a rehabilitar la cascada en el Charco de San Ginés diseñada por César Manrique. Será así gracias a que por parte de Obras Públicas del Cabildo se ha conseguido cerrar un proceso de negociado. Según información facilitada por el consejero Jacobo Medina, la iniciativa se ejecutará por Hormiconsa, contándose con un presupuesto de casi medio millón de euros.
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En pocas fechas se deberá firmar el contrato entre las partes, con vistas a dar pie al acta de replanteo, actuación previa al arranque de las obras. Con este planteamiento, en consecuencia, se aspira a que la cascada entre de nuevo en servicio cotidiano antes de que el año llegue a su fin.
Para la ejecución de los trabajos planificados por los técnicos cabildicios se ha establecido un plazo máximo de medio año.
Se ha tenido que emplear la fórmula del negociado, una vez que no resultó provechosa la licitación estrenada a comienzos del pasado verano de 2024.
La obra a ejecutar deberá consistir en la elevación del agua hasta el borde superior del Morro de la Elvira, en las proximidades del barrio del Lomo, en uno de los espacios más emblemáticos de Arrecife, como resulta ser el Charco de San Ginés. El líquido se dejará caer en lámina libre entre las rocas del talud existente.
Para el visto bueno del proyecto ha sido crucial la buena sintonía entre el Cabildo y el Ayuntamiento, aspecto del que se dio cuenta por CANARIAS7 hace algunos meses. También se cuenta con el beneplácito del Gobierno regional. Previamente hubo discrepancias severas entre las administraciones públicas, siendo en marzo del pasado año cuando finalmente se concretó el acercamiento definitivo que permitió conceder el plácet al proyecto a ejecutar en fechas venideras. Los primeros trámites datan de 2021.
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La obra incluirá la instalación de dos bombas de recepción del sondeo, «pudiendo ser solamente una si no hiciera falta una segunda bomba»; según la versión dada hace algunas fechas por el alcalde, Yonathan de León, en una visita al lugar en compañía del consejero de Obras Públicas.
La cascada fue finalizada con posterioridad al fallecimiento del artista, acontecido a finales de septiembre de 1992; y estuvo en servicio durante muy poco tiempo, puesto que ciertos errores del diseño técnico y la falta de mantenimiento condujeron al abandono de la instalación, durante años. Se pretende ponerla nuevamente en actividad, con acciones que también garanticen el posterior mantenimiento.
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