Valleseco es tierra de calabazas gigantes

A nadie debería sorprenderle los frutos que se obtienen en una tierra tan rica y agradecida como la del municipio de Valleseco, en las medianías de Gran Canaria, más concretamente en Lomo de Madrelagua, donde el aficionado al mundo de las calabazas Luis García García cultiva en su finca diferentes variedades de ellas, que difieren en el color, el tamaño, la forma, la textura y el sabor, aunque todas son de la misma familia, gigantes, de pepino o de calabacín...

En estos días ha recolectado en su finca diferentes ejemplares gigantes, lo que no deja de ser llamativo pese a que ya el pasado año algunos ejemplares pesaron más de 100 kilos.

Y aunque en la temporada de verano del presente ejercicio las calenturas del tiempo han mermado las calabazas, una de ellas, tratada con mucho cariño, mimos y algo de amor de padre, le ha llegado a pesar unos 150 kilogramos.

Luis, aficionado a las calabazas, ha decidido donar de forma altruista y solidaria las más grandes a los comedores del municipio, pudiendo realizar potajes para un año… por lo menos.

No está de más decir que Luis García está como un niño chico con botas nuevas viendo el regocijo que tiene su finca con sus calabazas gigantes y con otras variedades. Según comenta, en su terreno crecen «unas 30 o más que he plantado. Unas son para hacer dulce, otras son para potaje, las hay de decoración y de variedad de comer también hay unas cuantas».

A su vez, añade que «el truquito es el mimo. Tiene unos cuidados, porque la planta tiene que crecer como si fuera un árbol de Navidad, la primaria, la secundaria y luego enterrar cada secundaria o cada primario y dejar solo las hojas al aire, y abono natural porque yo no le pongo abonos químicos. Y, de forma especial, mucho cariño».

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