Los puesteros de Cruz de Tejeda se instalan en los nuevos contenedores

Despúes de varios meses batallando, los puesteros y puesteras de Cruz de Tejeda finalmente entregaron las llaves de sus quioscos y se trasladaron a los nuevos contenedores instalados en el aparcamiento público cercano al parador nacional.

Esta alternativa fue ofrecida por el Cabildo de Gran Canaria debido a la presión mediática y al apoyo de distintos colectivos de la isla, una vez que las concesiones de los puestos vencieron durante la pandemia y el Cabildo insular se vio obligado a someterlas de nuevo a concurso.

«Al principio nos querían echar sin ningún tipo de opción y ya nos veíamos en la calle. Somos padres y madres de familia y no lo podíamos permitir. Al final hemos conseguido esta solución provisional mientras se realizan las obras gracias a la presión ejercida por los medios y distintos colectivos como los moteros, los políticos de la zona y el grupo LGTBIQ+, entre otros, que nos han arropado y se han volcado con nosotros y nosotras desde el primer momento», afirmó Diego Herrera, dueño del 'quiosco del amor', nombre elegido por sus clientes y clientas, que lleva trabajando en la cumbre diez años.

Herrera está casi convencido de que, una vez finalizadas las reformas en los antiguos puestos, que durarán entre cinco y seis meses y después de presentarse al nuevo concurso, podrá volver a recuperar su negocio.

«Los puesteros y puesteras tenemos un compromiso político. Desde el área de Patrimonio del Cabildo nos dijeron que, al acceder a la nueva subasta, vamos a tener preferencias con respecto a otras personas. Además, solo seis de los doce puestos disponibles estaban ocupados, por lo que tenemos más opciones. Aún así, esto es una lotería, que nos tocará o no, pero por lo menos tenemos esta alternativa para poder seguir trabajando», señaló el puestero.

Diego Herrera aclaró que, a pesar de que los contratos expiraron en julio del 2020, a día de hoy continúan pagando el alquiler mensual. También recordó que, en septiembre de 2019, una comisión de puesteros y puesteras se reunió con Teodoro Sosa, el consejero de Presidencia y Patrimonio Histórico del Cabildo, para solicitar la renovación de las concesiones, pero «quedó en el aire».

Que los puestos de Cruz de Tejeda se convirtieron con el paso de los años en toda una institución en la cumbre, al igual que en un atractivo turístico importante, es una realidad.

«A las personas turistas les encantan porque pueden probar y comprar productos típicos y artesanos de Canarias desde un lugar privilegiado y que no pueden encontrar en cualquier supermercado. Definitivamente no se pueden perder», comentó una guía turística, que lleva trabajando en la zona treinta años.

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Por el momento, solo se han instalado Diego Herrera y su mujer, Yaiza Navarro. Del resto, algunos aprovecharon para tomarse unas vacaciones y otros para jubilarse. «Ahora toca esperar y seguir trabajando. Esta semana terminan de instalarnos la luz y hemos solicitado que nos pongan una toma de agua», declaró Herrera.