El camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil». Esta es la reflexión que hace Jorge Hernández, presidente de la Fundación Yrichen, organización que este viernes celebra un acto institucional en el teatro Juan Ramón Jiménez de Telde con motivo de su 35 aniversario. «Esta aventura se inició en diciembre de 1989, aunque nuestra primera ficha de inscripción oficial se produjo en marzo de 1990», relata con añoranza el fundador de Yrichen.
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Con motivo de este 35 aniversario es el momento de echar la mirada atrás y Jorge Hernández lo hace con nostalgia y orgullo. «Nunca pude imaginar llegar a este momento. Nacimos de forma modesta, con la colaboración de un buen grupo de voluntarios. El paro y la falta de seguridad como consecuencia de la droga eran los dos problemas fundamentales de aquella época. En el barrio de La Pardilla analizamos la realidad desde la parroquia de San Isidro y saltó rápidamente el tema de la droga. Decidimos hacer cosas y echar una mano a las familias, porque no había recursos. Hicimos primero una labor de pequeños paliativos y mandamos a chicos fuera al Proyecto Hombre de Andalucía. El sufrimiento de muchas familias era importante, ya que aumentaba la delicuencia por culpa de la droga y eso suponía un enorme deterioro del tejido social. Recuerdo cuando iba de visita a prisión y notaba que era alguien muy popular, ya que muchos chicos me saludaban porque eran del barrio. Y ahí se inició Yrichen. La parroquia fue muy generosa. Empezamos a atender a las personas en el sótano, luego se realizaron algunas obras y atendíamos en el despacho parroquial y en la sala de catequesis. La gente del barrio de La Pardilla merece un reconocimiento, ya que el programa Yrichen facilitó la vida en el barrio de estas personas con adicciones contribuyendo en acciones que ayudaban a la vecindad. Yo era cura en esa época de La Pardilla, Las Remudas, Marquepeña y La Garita, y la solidaridad fue muy grande», manifiesta en esta mirada entrañable a los inicios de la Fundación Yrichen, que hoy en día atiende anualmente a unas 1.400 personas y que en la labor de prevención abarca entre 12.000 y 15.000 personas.
La Fundación Canaria Yrichen, muy arraigada a la ciudad de Telde, es una organización sin ánimo de lucro que tiene como finalidad la atención e inserción a personas en exclusión social, especialmente derivadas de las adicciones. Yrichen significa espiga y esperanza. Fue el nombre que se le dio a esta ONG que ayuda a personas que tienen problemas de adicción a mejorar sus vidas.
Jorge Hernández se muestra orgulloso de cómo la organización se ha ido adaptando a los nuevos tiempos y al nuevo tipo de adicciones. «Lo primero en Yrichen son las personas y ellas mismas te obligan a cambiar. La capacidad de innovar y adaptarse ha sido fundamental, teniendo en cuenta que la gestión de una ONG no es nada fácil. Yrichen hoy en día es una organización moderna que responde a la demanda actual». La adicción al juego y a Internet ha irrumpido con fuerza últimamente, pero la droga continúa siendo una adicción predominante en nuestra sociedad. Yrichen ha hecho un enorme esfuerzo en prevención con una infinidad de programas, y entre ellos destaca el de Ayudantes TIC que se centra en formar a jóvenes sobre cuestiones relativas a la privacidad de datos y el respeto entre iguales en el uso de herramientas tecnológicas de comunicación. Prevención, asistencia e inserción, esos son los tres pilares de Yrichen.
Jorge Hernández, en este repaso a los 35 años de Yrichen, hace una reflexión: «Qué hubiese ocurrido si no estuviésemos. Cuál sería el impacto en la sociedad sin nuestra presencia. Cuando alguien por la calle se me acerca y me dice que estuvo en Yrichen me emociono», afirma. La Fundación ha alcanzado una enorme madurez y para el presidente de la organización «nos hemos ganado un respeto en la sociedad y en la administración pública. Yrichen ha avanzado para la búsqueda de fondos para poder seguir innovando y somos una ONG con los recursos necesarios para no depender de nadie, algo que posibilita que tengas la lengua más libre», apostilla. En este momento de solidez de la Fundación Canaria Yrichen, con una enorme profesionalización, Jorge Hernández reconoce que Yrichen puede funcionar perfectamente sin él. «Esto se está demostrando últimamente. Llevo residiendo en Madrid desde septiembre de 2023 y suelo venir a la isla unos días cada dos o tres meses. Soy consiliario general de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) y el Patronato de la Fundación Yrichen no es un Patronato al uso, ya que casi todos los meses se reúne para estar al día de todos los trabajos que se realizan. El Patronato de Yrichen tiene claro que ofrecemos un servicio a los más empobrecidos, con un ideario muy claro desde el principio, con un equipo de trabajadores y trabajadoras muy profesionalizado y con un gran número de voluntarios que muestran su solidaridad, ya que involucrar al tejido social tiene una enorme relevancia».
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La Fundación Canaria Yrichen celebra este viernes el acto institucional por su 35 aniversario. En el teatro Juan Ramón Jiménez de Telde, con la presencia de muchas autoridades, entre ellas Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, y Juan Antonio Peña, alcalde de Telde, se dará repaso a la labor desarrollada durante estos 35 años y se estrenará un tema que podrá convertirse en el himno de Yrichen, bajo el título 'Cada mañana somos espiga', del autor y compositor Emilio Vicente Matéu. Será interpretado por el tenor Gabriel Álvarez, acompañado al piano por Ignacio Clemente Estupiñán. Yrichen vivirá una noche especial, pensando en seguir cumpliendo más años y continuar ofreciendo un enorme servicio a la sociedad.
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