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Al traspasar el portón de entrada a la finca ecológica La Suerte Grande uno no puede ni imaginar el vergel que pueda encontrar dentro en pleno corazón de la ciudad de Telde. En El Cubillo, justo detrás de las Oficinas Municipales del Ayuntamiento de Telde, la familia Falcón y Peña ha iniciado un proyecto en le que integra la producción agrícola junto a siete viviendas vacacionales y la celebración de eventos.
En plena pandemia iniciaron esta ilusión que cuatro años después se ha consolidado. En la finca existían algunos cultivos convencionales, pero estaba muy abandonada y hubo que empezar casi de cero, limpiando el terreno, intentando salvar alguno de los árboles que había plantados y plantando otros nuevos. Disponer de una finca agrícola y ecológica era el objetivo principal, pero para mantenerla había que complementar la idea con viviendas vacacionales y celebración de eventos, en una parcela de 33.000 metros cuadrados que destaca por su belleza y cuidado.
Aguacates, naranjas, batatas, mangas, limones, lechugas, etc. La finca ecológica La Suerte Grande comercializa sus productos de forma directa en el supermercado de la estación de servicio de El Cubillo y abastece al restaurante de la gasolinera, también propiedad de los dueños de este vergel, así como a dos vendedores de productos ecológicos. «En dos minutos ya está el producto en la estación de servicio, auténtico Kilómetro Cero», destaca Horacio Rivero, encargado de la finca.
La finca agrícola ecológica se complementa con unos jardines espectaculares, en los que cada vez hay una mayor variedad de plantas y especies. En varias zonas de la finca tienen reservorios con plantas aromáticas y para la polinización también poseen colmenas. La finca tiene el riego centralizado y totalmente automatizado y no tiene problemas de agua. La que se utiliza para regar es de la mejor calidad, una parte la adquieren del antiguo pozo al que se han aplicado las nuevas tecnologías, modernizando la sala de máquinas.
Tres agricultores, un jardinero y dos comerciales trabajan a diario en la finca La Suerte Grande, con el complemento de siete viviendas vacacionales modernas y funcionales, con piscina incluida, que cautivan al visitante con todo tipo de equipamiento, ya que pasear la finca es un auténtico remanso de paz. Estas espectaculares viviendas vacacionales eran antiguas construcciones agrícolas.
«Es increíble el cambio que ha dado la finca desde sus inicios», relata Horacio Rivero. «Al ir incrementando la variedad de plantas, así como los cultivos, e incluso tenemos un invernadero en el que ya estamos cosechando lechugas, la fisonomía de la parcela ofrece a día de hoy una imagen muy diferente a sus inicios». De la finca al negocio de la gasolinera de El Cubillo hay dos minutos a pie, lo que esa venta directa de un producto totalmente ecológico es muy valorada por el cliente habitual.
También se destaca la gran calidad de todos sus productos agrícolas, con unas 16 toneladas al año de producción total. En la gasolinera de El Cubillo se puede comprobar, tanto en la venta directa en el supermercado como en los populares menús diarios del restaurante, el fruto de un laborioso trabajo y apuesta por el cultivo ecológico.
Para sacar adelante este proyecto, el esfuerzo es enorme. En los distintos cultivos hay que estar muy atentos a posibles plagas y el cuidado es diario. La finca La Suerte Grande se consolida con la intención de continuar incrementando su producción, ofreciendo un producto ecológico de gran calidad. Los visitantes que se alojan en alguna de las siete viviendas vacacionales de la finca quedan gratamente sorprendidos por los servicios que encuentran, así como con el vergel donde se ubica un terreno que se ha convertido en un pulmón verde de la ciudad de Telde.
El nombre de la finca refleja bien a las claras el cariño que sus propietarios le han puesto al proyecto. La Suerte Grande apuesta por el producto ecológico y para ello ha llevado a cabo una reforma integral de una finca de 33.000 metros cuadrados que destaca por su funcionalidad y modernidad. Todo ello, complementado con las viviendas vacacionales y eventos, hacen de este lugar un auténtico paraíso en la zona de El Cubillo que asombra al visitante.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras (gráficos)
Óscar Beltrán de Otálora e Isabel Toledo
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez (ilustraciones)
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