La berrera de Francisco Verde y Roxana Orellana es la de mayor producción de Gran Canaria. Juan Carlos Alonso
Cultivo laborioso

La Solana, el paraíso del berro

Francisco Verde y Roxana Orellana explotan en las laderas de este barrio de Telde casi 100 tajos de la mayor berrera de la isla. Con motivo de la Jornadas del Berro se efectuó una visita guiada

Martes, 25 de febrero 2025, 16:59

Telde se ha convertido en el municipio con mayor producción de berros de Gran Canaria, una circunstancia que el consistorio teldense quiere explotar y poner en valor. María González Calderín, concejala de Sector Primario del Ayuntamiento de Telde, se ha empeñado en impulsarlo y esta semana se celebran las primeras Jornadas del Berro, con diferentes actividades.

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Que el berro tenga ese enorme protagonismo en Telde lo tienen sus agricultores, y entre ellos la pareja formada por Francisco Verde y Roxana Orellana, que han hecho del barrio de La Solana el auténtico paraíso del berro en la isla. Dentro de estas Jornadas del Berro, este martes se efectuó una visita guiada a su finca, la de mayor producción de la isla con una media de 20.000 kilos mensuales, en el Lomo del Rayo.

Un nutrido grupo de personas, entre ellos hosteleros y estudiantes de gastronomía, así como representantes de distintas instituciones como los concejales de gobierno de Telde Iván Sánchez y Juan Francisco Jiménez; el director general de Sector Primario, Soberanía Alimenticia y Seguridad Hídrica del Cabildo de Gran Canaria, Alejandro Báez; y el coordinador insular de Desarrollo Económico, Industria, Comercio y Artesanía, Kevin Pérez; junto a técnicos de extensión agraria del Cabildo disfrutaron de una mañana diferente, en la que muchos de ellos descubrieron un lugar único.

Francisco y Roxana explicaron la ardua labor diaria para sacar adelante su producción, con más de 100 tajos, pequeños estanques en los que la planta crece en un entorno acuático en ciclos de cosecha entre 18 y 25 días. Francisco Verde lleva desde niño rodeado de berros. Al final hizo una demostración de la recogida manual que realizan en la finca y su destreza es tal que podría hacerla con los ojos cerrados. En 2014, Francisco se animó a sacar esta finca adelante y puso toda su experiencia y empeño en ello, así como la del legado de toda una estirpe familiar que ha vivido de los berros, la de los Verde de La Solana. Junto a su pareja, Roxana Orellana, han logrado impulsar un cultivo que había entrado en decadencia en la isla de Gran Canaria.

«Es una producción rápida, pero muy laboriosa porque cada vez que recolectas hay que quitar los troncos, limpiar, dejar las piscinas bien estabilizadas y proceder a plantar», explicaba Roxana a un grupo de visitantes que no paraban de preguntar y curiosear, asombrados por el entorno. El berro no se cultiva con semillas ni se mete en la tierra. Se usan gajos que se colocan en el agua y en una semana enraízan.

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Ahora surgen en otras latitudes nuevos cultivos del berro, como el hidropónico, pero es demasiado costoso. Roxana y Francisco destacaron ante las instituciones presentes que su lucha ahora es poder ellos mismos efectuar el empaquetado de sus berros, desde que salen de las berreras, e ir directamente a los supermercados para su venta. «Queremos instalar un nuevo empaquetado 'flow pack' en el que se vea en su totalidad el producto, y ya tenemos un almacén para ello pero en este largo proceso estamos pendientes aún de una autorización», destacaron.

Distintos técnicos de extensión agraria del Cabildo vieron en primera persona las peculiaridades de este cultivo, en el que el agua es el factor primordial, lo que lo hace muy costoso. «La finca está emplazada en una ladera y el agua circula en un circuito permanente que exige su bombeo. No sirve cualquier agua, debe ser de calidad, y la nuestra proviene de pozos», afirman.

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Desde lo alto de las berreras se divisa el fondo del barranco de San Roque y unos tajos llenos de berros en una imagen que cautiva al visitante. Francisco y Roxana siguen trabajando duro por fomentar el berro, a la espera de que la zona se pueda convertir en un oasis de futuro y en un acicate para que otros se animen también a plantar. Telde presume de berros, en una semana muy especial para este vegetal.

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