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El derrumbe de parte de una ladera situada entre la calle Parroco Domingo Báez y la ermita de la Virgen de La Cuevita, en el casco de Artenara, sorprendió en la mañana de este jueves a los vecinos del municipio cumbrero y provocó daños materiales sobre una de las edificaciones más cercanas, aunque, afortunadamente, no afectó a ninguna persona.
El desplome de un trozo de esa ladera, de unos 20 metros de ancho y 15 metros de altura, aproximadamente, hizo que varias rocas de gran tamaño y piedras rodaran varios metros y acabaran aplastando el garaje de una vivienda cercana.
El desplome se produjo en torno a las 10.25 horas y la Policía Local pudo comprobar a continuación, visitando las casas más próximas y hablando con los residentes, que no había ningún vecino herido ni desaparecido bajo las rocas.
Posteriormente se personaron en el lugar tanto agentes de la Guardia Civil como un equipo de bomberos del Consorcio Insular de Emergencias del parque de San Mateo.
Además se acercaron hasta el lugar de los hechos un grupo de voluntarios de Protección Civil de Firgas, que llevó consigo a un perro especializado en la localización de personas bajo escombros para comprobar que no hubiera ningún posible turista o visitante afectado por el derrumbe, así como el estado de la casa-cueva situada debajo de donde se produjo el accidente.
Tras la inspección llevada a cabo por el can, el alcalde de Artenara, Jesús Díaz, confirmó que no había ninguna persona transitando por el lugar en el momento del derrumbe.
La zona afectada ha quedado prácticamente intransitable, detalla el primer edil, aunque las rocas y piedras caídas no impiden el acceso a las dos viviendas más cercanas.
En todo caso, agregó el alcalde del municipio menos poblado de Gran Canaria, el derrumbe tampoco impide llegar andando hasta la ermita de la Virgen de La Cuevita, uno de los puntos con mayor atracción turística del casco de Artenara.
Jesús Díaz confía en que el Consistorio podrá declarar este viernes de emergencia las obras de retirada de rocas y piedras, para que puedan iniciarse cuanto antes, aunque no oculta que al tratarse de terrenos privados el trámite no será sencillo. En este sentido, indicó que habrá que estudiar la estabilidad del resto de la ladera parcialmente derrumbada.
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