Escena con trabajadoras de la antigua tabaquera Apolo, cuyas instalaciones se conservan en la Hoya de San Juan, en la calle Los López. Cober

Salsipuedes rompe el silencio de Arucas sobre El Rubio: 'No fue él'

Teatro popular. ·

El colectivo cultural lleva a escena cómo vivió la ciudad norteña la persecución en 1976 de uno de sus vecinos, Ángel Cabrera, luego condenado por el secuestro y muerte de Eufemiano Fuentes | Se estrena la noche de este viernes

Viernes, 28 de marzo 2025, 01:00

«Yo no había nacido, pero siempre oí hablar de El Rubio, todo aquello pasó por donde yo vivo, y mi opinión y la de casi todo el mundo en Arucas es que no fue él quien mató a Eufemiano». Quien lo dice es Raúl Medina, un aruquense de 48 años, vigilante de comedor y aficionado al teatro, que esta noche encarnará el papel protagonista, el de El Rubio, en la nueva obra de Salsipuedes, 'El Rubio de Arucas. El silencio de un pueblo'.

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En su boca y en la de los otros 24 actores de esta representación, esta ciudad rompe un silencio de casi 50 años. Y lo hace recogiendo el punto de vista de un pueblo que, presa del miedo, calló entonces y después, pero que siempre arropó y creyó al que era uno de sus hijos, Ángel Cabrera Batista, El Rubio, condenado por el asesinato y secuestro en 1976 del tabaquero Eufemiano Fuentes, pese a que siempre lo negó. Según la versión oficial, el industrial fue arrancado de su domicilio de Las Meleguinas (Santa Brígida) en junio de 1976 y sus supuestos restos, sin el cráneo, fueron hallados en el fondo de un pozo entre Tenoya y Cardones en octubre de aquel mismo año. De todo eso acusaron a El Rubio.

Las circunstancias del caso, en plena transición de la dictadura a la democracia, los cabos sueltos de una investigación que entonces y hoy siguen levantando sospechas y la repercusión mediática, que trascendió incluso las fronteras de las islas, hicieron de El Rubio un personaje de leyenda en la memoria colectiva de Arucas y, por ende, de toda Canarias, alimentada además por sus largos años de fuga, desde 1976 hasta 1989, cuando decidió entregarse.

Nunca, ni en el juicio ni durante su larga vida carcelaria, la mayor parte en la prisión de Salto del Negro, confesó su culpabilidad. También se llevó a la tumba su versión de lo que pasó y de por qué lo acusaron a él. Murió en 2005 tras una grave enfermedad. Lo dejaron salir de la cárcel justo para fallecer.

El Rubio, en 1997, en uno de sus traslados a la sede judicial. C7

La expectación levantada en Arucas ha propiciado que se agotaran en tiempo récord las 1.800 entradas que se pusieron a la venta para las seis funciones previstas y que el colectivo haya decidido incorporar dos más, los domingos 6 y 13 de abril (20.00 horas), cuyas entradas podrán adquirirse a partir del próximo lunes, desde las 9 de la mañana, en la librería Yaya, en Arucas.

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La puesta en escena se desarrolla en la antigua tabaquera Apolo, situada en la Hoya de San Juan, muy cerca de donde vivió El Rubio, que tiene un aforo de 300 personas, por lo que ahora se ponen a disposición de los interesados otros 600 pases. Esa tabaquera, en la calle Los López, no era propiedad de Fuentes, pero sí era uno de los proveedores de aquel industrial tabaquero y todavía estaba en funcionamiento en los 70, lo que la convierte en escenario ideal para ambientar la obra, que transcurre en octubre de 1976.

Estos 90 minutos de teatro popular, con canciones intercaladas e interpretadas en directo por Sixto Armas, son el fruto de un trabajo serio y riguroso de esta asociación, que tiene 23 años de historia y acumula más de 150 representaciones. «Llevamos cinco años de investigación y más de 30 entrevistas, con consultas a expertos, testimonios de testigos y de familiares, de las dos partes», explica José Gilberto Moreno, director de la obra, autor del guion y presidente de Salsipuedes, una asociación cultural formada por voluntarios dedicada a rescatar historias de gente de a pie.

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Recreación del acoso policial a un trabajador de las plataneras de la época. Cober

«Lo que queremos contar es lo que se decía en Arucas y cómo lo sintió, cómo lo vivió, es el punto de vista del pueblo». Un pueblo que, si bien es verdad que guardó silencio en una especie de «pacto no acordado», como lo llama Moreno, también es cierto que «le dejaba comida detrás de las puertas o las cancelas abiertas» en los meses que estuvo a la fuga en Arucas, perseguido por decenas de policías llegados de Península.

«No sabían a quién buscaban»

«El recuerdo que yo tengo, que entonces tenía ocho años, es del día que en el colegio La Salle nos mandan asomarnos a la cristalera y vimos pasar a 100 o a 200 guardias civiles, que fue cuando hicieron una gran peinada de toda la zona; aquello fue como una invasión, estábamos como en estado de sitio», rememora Moreno. «Eran todos de fuera y no lo conocían, no tenían fotos reales de El Rubio, no sabían realmente a quién buscaban». La obra recoge la tensión y el malestar con que el pueblo convivió aquellos meses con tanta presencia policial.

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Mesa técnica de sonido e iluminación. El de la izquierda es el director de la obra, José Gilberto Moreno. Cober

Esta investigación pone el foco en los cabos sueltos, entre los que Moreno cita varios. «Todo fue muy extraño, nunca hubo ninguna prueba contundente». Llama la atención, por ejemplo, que se empiece a hablar de El Rubio tres meses después del suceso, «cuando ya había una desesperación por solucionar el tema», la atribución inicial de la muerte del inspector Rey Mariño, de la que luego se le eximió, o el estado de los huesos del supuesto cadáver de Fuentes, del que solo se halló un esqueleto cuando solo habían pasado 3 meses de su desaparición. «Nunca se vieron los restos, que algunos dicen que eran huesos de cabra. Hablamos con las monjas del Hospital San Martín, a donde lo llevaron, y tampoco se los dejaron ver».

Raúl Medina, en su papel protagónico como El Rubio, escenifica la visita que le hizo a una prima mientras era buscado. Cober

Raúl Medina, el que hará de El Rubio, ya está listo para su gran día. Lleva 10 años en Salsipuedes y ha participado en varias representaciones, pero este será su primer papel protagonista. «Es la pena de que todos los demás sean morenos y calvos, así que me cayó hacer de El Rubio», bromea. En todo caso, más allá de eso, confiesa que siente una gran responsabilidad. «Esto es historia de nuestro pueblo, y hay que hacerla bien, ya era hora de que se contara».

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