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El Consejo de Gobierno del Cabildo aprobó este lunes el Plan Anual de Prevención, Vigilancia y Extinción de Incendios Forestales de la isla para 2025, que incorpora un mapa de riesgo por incendios forestales, en el que se reflejan ocho Zonas de Alto Riesgo, que alcanzan una superficie total de 64.488,43 hectáreas, según informa el gobierno insular en un comunicado.
Son los pinares de los macizos de Inagua, Pajonales y Tauro, los del macizo de Pilancones, los de la cumbre central, los del macizo de Tamadaba y Tirma, y los de los Moriscos, además de los palmerales de la cuenca de Tirajana y Fataga, los almendros y matorrales de leguminosas del barranco de la cuenca de Tejeda y la interfaz urbano-forestal de medianías del norte.
A ellas se unen las Zonas de Medio Riesgo Forestal (ZMRI), que tienen una superficie global de 3.415 hectáreas y que, en su mayoría, se reparten por las medianías de la Isla, entre los municipios de Agaete, Agüimes, Artenara, Arucas, Firgas, Gáldar, Santa María de Guía, Ingenio, Las Palmas de Gran Canaria, Moya, San Brígida, San Mateo, Telde y Valsequillo.
Este plan, añade el comunicado, aborda el problema de los incendios forestales y de interfaz urbano-forestal desde dos perspectivas: la preventiva y la operativa. En concreto, en materia de prevención, define las acciones encaminadas a evitar o reducir los incendios forestales y sus efectos, principalmente con la creación de áreas de baja carga y con programas preventivos específicos basados en investigaciones acerca de su causalidad y, en particular, de las motivaciones que puedan ocasionar intencionalidad en su origen, y se señalan medidas para prevenirlos, detectarlos y extinguirlos de manera coordinada.
Y en lo que se refiere al ámbito operativo, el propósito es regular la vigilancia, utilización, coordinación y movilización de los medios y recursos de los organismos públicos y privados que existen en Gran Canaria con la máxima eficacia posible, en las situaciones de emergencia por incendios forestales, en coherencia con el principio de que, en esas ocasiones, la protección de la vida y la seguridad de las personas prevalecen frente a cualquier otro valor
Hay que resaltar que este Plan, que permanece activo continuamente y tiene una vigencia indefinida, con actualizaciones al menos cada año, establece tres épocas de peligro de incendios forestales: la temporada alta, que discurre del 1 de julio al 30 de septiembre; la media, entre el 1 y el 30 de junio y el 1 y el 31 de octubre, y la baja, que transcurre del 1 de noviembre al 31 de mayo, de modo que a cada una le corresponden diferentes acciones de carácter preventivo.
El documento, que ha sido elaborado por especialistas de la Consejería de Medio Ambiente, Clima, Energía y Conocimiento, que dirige Raúl García Brink, contempla todas las variantes que condicionan los incendios forestales en la isla, para lo que se ha efectuado un análisis del territorio insular, tanto en cuanto a su fisiografía, a su vegetación, a los espacios naturales protegidos que posee y a su climatología.
Aborda, asimismo, la situación socioeconómica de Gran Canaria, junto a un estudio de los riesgos de incendio y la zonificación de la Isla de acuerdo con ese parámetro. En este sentido, incide en que el abandono de los aprovechamientos y usos tradicionales forestales (recolección de leñas, horquetas y pinocha, entre otros), de la actividad agrícola en la interfaz agrícola-forestal y de la ganadería extensiva controlada han favorecido la generación de una matorralización del medio forestal, que da lugar al aumento del combustible disponible en lugares de alto riesgo.
Además, pone de relieve que la cercanía de los núcleos urbanos a las zonas forestales y los cambios de usos y actividades en el monte favorecen el desarrollo de espacios de esparcimiento y disfrute más propias del sector servicios, que incrementan el riesgo de incendios accidentales o debidos a negligencias.
En el contexto relativo a la causalidad, concreta los resultados de los 182 incendios que se registraron en la isla durante el período 2013-2023, de los que se determinó la causa inmediata en 140 casos, y destaca que 97 (69,28%) se debieron a imprudencias o negligencias, mientras que 34 (24,28%) fueron intencionados y siete (5%) tuvieron un origen accidental o fortuito, representados básicamente por la ignición de vehículos a motor en vías situadas en el monte o proximidades, el uso de herramientas manuales en trabajos silvícolas y la rotura de tendidos eléctricos por causas ajenas a su mantenimiento.
Para describir el dispositivo general con el que se hace frente a las tareas de vigilar, prevenir y extinguir los incendios forestales, el documento ahonda en el catálogo de los medios y recursos disponibles y de las infraestructuras existentes, e indica las medidas preventivas que se llevan a cabo, la regulación de usos y prohibiciones, y la planificación para el ámbito local.
A este respecto, en el catálogo de medios y recursos disponibles se encuentran la Unidad Operativa de Fuegos Forestales (UOFF), compuesta por los equipos helitransportados (Presas), las brigadas terrestres, las patrullas, el técnico director de Emergencias, el director de extinción, el técnico de planificación, operaciones y logística, el analista de incendios, la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF), los agentes de Medio Ambiente del grupo de extinción (BRIEX), los gestores del Centro de Coordinación de Incendios (Cecopin), los encargados de logística, el personal de abastecimiento y almacenes, los vigilantes de incendios y la Brigada Cernícalo (Bricer), habilitada para operar con drones. A ello se suman el Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, las agrupaciones de Protección Civil y los bomberos municipales.
En el capítulo de infraestructuras, enumera las de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, las municipales y las autonómicas presentes en la Isla, entre las que están las de uso público, como áreas recreativas, zonas de acampada, aulas de la naturaleza, miradores y refugios, entre otros, además de la red viaria.
Del mismo modo, hace referencia a los puntos de agua (hidrantes, depósitos, balsas, embalses y estanques), las helipistas y pistas de aterrizaje para aeronaves, las bases operativas y las centrales de coordinación, como el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes), el ya citado Cecopin y el Centro de Coordinación Operativa Municipal (Cecopal).
Finalmente, dedica un apartado a las medidas de prevención que se acometen desde el Cabildo, tales como los trabajos preventivos en el ámbito agrícola, el programa 'Gran Canaria Pastorea', las quemas prescritas, los tratamientos mecánicos de desbroces, claras, clareos y podas, los aprovechamientos forestales y la vigilancia e inspección preventiva de actividades de riesgo.
Y concluye este apartado con las acciones de concienciación y sensibilización, entre las que alude a la estrategia 'Gran Canaria Mosaico', con la campaña 'Hablamos de incendios', los stands en ferias, las actividades en colegios, la web de prevención de incendios forestales www.grancanariamosaico.com, la Infografía Interactiva sobre Autoprotección, la publicación 'Gran Canaria y la prevención de incendios forestales', la iniciativa 'Mayo: Mes de la prevención de incendios forestales', la celebración del Día del Bombero Forestal, los Premios Gran Canaria Mosaico, la edición de vídeos de Maestro Florido y la campaña 'Proteger Gran Canaria está en nuestras manos'.
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