
Nada como el pelete para llenar la cumbre
Frío ·
Cuando el invierno conquista Tejeda, conquista también los corazones de los locales, que se animan a visitarla y a consumir productos isleñosSecciones
Servicios
Destacamos
Frío ·
Cuando el invierno conquista Tejeda, conquista también los corazones de los locales, que se animan a visitarla y a consumir productos isleñosSi hay algo que guste más a los grancanarios y grancanarias que las papas arrugadas con mojo, es pasar frío en la cumbre. Porque cuando el invierno conquista Tejeda, conquista también los corazones de las personas locales, que se animan a subir por esa serperteante carretera para contemplar la cima de la isla excepcionalmente verde.
«Es que con el frío se está muy agustito aquí arriba», comenta el teldense Armando Santana, que como muchos isleños, subió a disfrutar de un delicioso bocadillo de chorizo y de un chocolate caliente en un entorno natural, lejos del bullicio de la ciudad. «Si me invitan a un chuletón en cualquier otro sitio, digo que no», asegura. «Me quedo aquí con mi bocata y mi chocolatito».
«Nos enteramos por la tele de que iba a llover y le dije a mi marido: 'mañana tiramos pa'arriba'», cuenta la mujer de Armando, Sandra Morales. Porque el inverno suele ser la excusa perfecta para pasar un buen rato en familia o en compañía de amigos y amigas.
Los asaderos, las acampadas y las rutas en coche se convierten en los planes favoritos. «En el campo todo se ve diferente. Desconectas de la rutina y los problemas del día a día desaparecen», señala Morales, que además, aprovecha para hacer un llamamiento a las personas jóvenes. «Deberían subir más a la cumbre. La economía local lo necesita».
Cada año, los comerciantes y empresarios que tienen establecidos sus negocios en la cima de la isla y en sus alrededores coinciden en lo mismo: «¡Que siga lloviendo!». «Los puesteros recibimos un abrazo del frío», indica Diego Herrera, que lleva años gestionando el emblemático 'kiosco del amor' en La Cruz de Tejeda.
«El fresquito nos trae una avalancha de gente, sobre todo local, que viene al pueblo en busca de sensaciones diferentes a las que experimentan en la ciudad», explica Herrera. Ernesto Martín, que atiende el único puesto situado en el mirador del Pico de Las Nieves, está de acuerdo. «Este tiempo hace que los isleños se animen a subir y a consumir productos canarios», sujeta.
El chocolate caliente se convierte en la bebida por excelencia de la mayoría de los que se acercan a la cumbre. Aunque muchos otros prefieren dejar de pasar frío de otra manera. «¡Qué mejor que un chupito de ron miel o de vodka caramelo para entrar en calor!», declara entre risas Diego Herrera. «Si el frío va a seguir atrayendo a la gente, ¡por mí que haga este tiempo todo el año!».
Al restaurante Asador Grill de Yolanda también le viene muy bien que las bajas temperaturas lleguen a Tejeda, debido a que, a las visitas de turistas que tienen garantizadas a diario, se suman todos aquellos canarios y canarias que buscan algo de calor sentados en las barras o en las mesas de su local. «Desde que llueve un poquito, esto se llena a tope», manifiesta Ana Rodríguez, hija de Yolanda, la dueña del establecimiento.
«Llegan a formarse grandes colas de gente con ganas de degustar nuestro bocadillito de carne mechada o un buen plato caliente». Porque lo que sí da el frío son ganas de tomar un café que caliente el cuerpo o de meterse entre pecho y espalda un gustoso potaje de berros acompañado de un jugoso chuletón para combatir la tiritera, antes de volver a la intemperie.
diego herrera
Puestero
El Parador de Cruz de Tejeda se convierte también en una experiencia única para los que tienen la oportunidad de hospedarse en él. «En el Parador, la época de invierno es mucho más especial, porque encendemos la chimenea todos los días y se transforma en un espacio mucho más acogedor», confiesa el director del Parador de Cruz de Tejeda y el director regional de paradores en Canarias, Gonzalo Alejo. «En este momentos nos visitan principalmente personas extranjeras, pero también recibimos a muchos locales. De hecho, son nuestros clientes por excelencia».
Roberto García y Slavka Stanova son una pareja teldense que elige las instalaciones del conocido Parador para pasar un rato agradable en esta época invernal. En concreto, para hacer uso de la piscina climatizada, que sirve de cálido refugio para el frío y crea un contraste de temperaturas con el exterior, además de contar con una de las mejores panorámicas de toda Gran Canaria.
«Vinimos a probar el spa porque, el año pasado, una señora de setenta años se estaba bañando en la piscina calentita cuando las temperaturas marcaban dos grados en el exterior. Y nos decía: '¡Niño, qué a gustito se está aquí dentro!'. Y decidimos vivirlo en primera persona», relata García, que sonríe al recordar la graciosa anécdota.
Pero Gran Canaria no es solo una isla de sol y playa, como muchos piensan. Tiene mucho más. «Ayer estuvimos en Mogán y hoy estamos aquí, en Tejeda. Sabemos que en esta isla podemos disfrutar tanto del frío como del calor. Si queremos frío, tiramos para la cumbre. Y si nos cansamos, pues nos ponemos las cholas y nos vamos para el sur a disfrutar de la playa», exclama Roberto García.
Por su parte, Slavka Stanova, nacida en Eslovaquia, está encantada con la isla. «Como vengo de un país en donde hace mucho frío, busco lugares como la cumbre, para sentirme como en casa», afirma. «Mi lugar favorito de Gran Canaria es Tejeda. Me encanta caminar por la naturaleza y luego parar en los puestos para tomarme algo. Ese plan nunca falla»
Si los atributos naturales y el clima de los que goza el municipio ya atraen por sí mismos hasta ese lugar a miles de turistas cada año, cuando llueve, que suele ser a menudo, el número de visitantes se multiplica porque los grancanarios y grancanarias se animan a coger los coches y lanzarse a la aventura de circular por vías heladas con el único objetivo de pasar frío. Y si eso ocurre con el agua, qué no sucederá con la nieve.
El pasado domingo, la cumbre de Gran Canaria se tiñó de blanco tras caer una copiosa granizada, lo que complicó la circulación de los vehículos en la carretera de acceso al municipio, cubiertas de hielo desde el mediodía. En los siguientes días se esperan también precipitaciones, de manera que el tiempo con sabor invernal se mantendrá, como suele ser habitual en periodo carnavalero. Lo bueno, es que esto no impedirá que los grancanarios y grancanarias sigan llenado Tejeda en busca del pelete.
Publicidad
Almudena Santos y Lidia Carvajal
Rocío Mendoza | Madrid, Álex Sánchez y Sara I. Belled
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.