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Candelaria Mendoza decide romper su silencio y explicar los motivos de sus decisiones.
–¿Cuántos años llevaba militando en el PSOE cuando decidió causar baja en el partido?
–Llevaba 20 años. Entré con 22. Mi padre era socialista. Iba a las asambleas antes de ser militante y me gustaba ver que se podían hacer cosas por el municipio. Así empecé. Fui secretaria de las Juventudes Socialistas de Agaete y cogí la Secretaría General cuando Juan Ramón Martín no quiso seguir, en 2022. Dimití luego por motivos personales, busqué candidato para la Alcaldía en 2023 y como no lo logré di el paso para ser candidata. Por eso me presenté y asumí de nuevo la Secretaría General.
–¿Por qué tomó esa decisión?
–Fue la decisión más dura de las que he tomado porque tenía muchas amistades dentro del partido. Además de un golpe político lo fue personal y emocional.
–¿Estaba convencida cuando firmó el pacto con el Bloque Nacionalista Rural (BNR)?
–Se suponía que era un pacto d progreso. Se llevó a la asamblea local y se decidió así con sus votos. Éramos todos nuevos en el Gobierno municipal y había que dar un tiempo prudencial para adaptarse unos y otros. Siempre respeté que cada uno trabajara sus áreas, pero debería haber consenso y lo cierto es que nunca hubo trabajo de equipo, ni en el grupo de gobierno ni en el grupo socialista.
–¿Intentó que la Alcaldía fuera compartida durante el mandato antes de firmar ese pacto?
–Al principio se solicitó que fuera compartida y el BNR dijo que eso era innegociable. Aunque ellos eran cuatro concejales y nosotros tres el partido no peleó la Alcaldía. Costó firmar el pacto porque si la tenían ellos nosotros deberíamos elegir las áreas y el BNR no estaba de acuerdo con que el PSOE cogiera Urbanismo y Fiestas.
–¿Por qué renunció a ser parte del Gobierno municipal?
–Los problemas empezaron cuando se hizo más fuerte la intención del socio de gobierno de fagocitar e invisibilizar las áreas del PSOE. Ese fue el principio de la batalla. ¿Cómo se invizibilizan? Pues ahogándolas económicamente. Fiestas, por ejemplo, tuvo que asumir los gastos de seguridad de las Fiestas de Interés Turístico Nacional de Las Nieves, con 50.000-60.000 visitantes. Los problemas se hicieron más fuertes cuando en las reuniones con el socio dejó de haber consenso y diálogo. Prácticamente yo era una concejala más. Prueba de ello son muchas reuniones con la ejecutiva municipal y el grupo socialista. Ahí ya veo una alineación de los compañeros de partido con el socio de gobierno. A partir de septiembre informé al Secretario General Insular, Chano Franquis, de la situación y hubieron muchas reuniones no oficiales de la Secretaría de Organización con ellos hasta que tuvimos que hacer tres ejecutivas locales para buscar una solución.
–¿Puede poner algunos ejemplos de lo que llama imposiciones del anterior alcalde?
–Ejemplos críticos. El cierre de la Escuela de Música es uno. Hubo que aceptarlo aunque no compartíamos estábamos las formas. Se nos prometió una solución por otras vías pero no se hizo. Otro es la RPT del Ayuntamiento. Votamos a favor y luego supimos que no se tuvo en cuenta las peticiones de un grupo de trabajadores. Y el presupuesto. El alcalde no cerró su elaboración con el socio de gobierno. Conmigo no se contó. Se ha dicho que solicité 50.000 euros para Fiestas y no es cierto. Lo que pedí es que se incluyera el gasto de seguridad y sonido, 200.000 euros. Ahí me planté.
–¿Las diferencias con el BNR eran suyas solas o también las había con los otros ediles del PSOE?
–Desde mediados de agosto viví un aislamiento total, seis contra uno. Hubo reuniones de la ejecutiva con el grupo municipal y los compañeros exponen que el grupo está roto. En ellas hablaban y se iban sin esperar a que yo expresara mi posición. A mí no se me informa de nada y desconozco la gestión del alcalde. Se me van quitando competencias, se me avisa a última hora de las Juntas de Gobierno y empiezo a sufrir un desprestigio político y personal, usando mi enfermedad, por parte de mis compañeros concejales, que eran amigos de confianza.
–Usted fue la candidata socialista a la Alcaldía en 2023 y a finales de 2024 hizo que el Gobierno municipal pasara al PP y que el PSOE quedara en la oposición. No parece fácil de explicar.
–Muy difícil, pero fácil a la vez porque lo viví. Decido dimitir cuando entran en el pacto de gobierno intereses personales de históricos socialistas de Agaete que quieren gestionar nuestras áreas. Históricos socialistas que han colaborado con otro partido y han hecho una contracampaña al PSOE, que linchan a la candidata y portavoz y la aíslan para que se vaya.
–Antes de dimitir hubo reuniones con el PSOE y el BNR.
–Sí. Hubo reuniones con la dirección insular del PSOE, con el Secretario de Organización, Juan Jesús Facundo, y con el grupo municipal. Sé que Facundo se reunió primero con los otros dos concejales a pesar de que la ejecutiva municipal estaba conmigo. En esa reunión, a la que no se dejó entrar a las compañeras de la ejecutiva municipal que venían conmigo, Facundo y los otros concejales del PSOE defienden a ultranza el presupuesto del BNR y los ediles dicen que el grupo está roto, que conmigo no van a ningún lado y que no iban a entregar el acta. Luego hay una última reunión entre Facundo, Teodoro Sosa, el alcalde y Augusto Hidalgo en la que pido un encuentro de la mesa de seguimiento del pacto porque es imposible llegar a acuerdos con el alcalde. Tenemos esa reunión, Jesús González no cede en nada y yo tampoco estaba por la labor. El pacto ya estaba roto por la falta de ceder de unos y otros.
–¿Han comprendido sus antiguos compañeros de partido las decisiones que tomó?
–Las decisiones que tomé fueron única y expresamente mías, con el único apoyo de mi familia. Ninguno de los compañeros fueron conocedores ni conscientes de ellas. Las tomé porque la gestión del socio de gobierno era opaca, sin transparencia, sin contar con su socia de gobierno. Era como si tuviera mayoría absoluta.
–¿Es usted una tránsfuga?
–En mi conciencia, no. No son ninguna tránsfuga. Soy una mujer que no se ha dejado manejar.
–¿No debería entregar el acta al partido por el que fue electa?
–Esa hubiera sido la opción más fácil. La más difícil es la que hice pensando en el municipio, no en mis votantes ni en los de otros. Ni soy del PP ni soy de derechas ni les votaré nunca. Nunca pacté nada con el PP y no he obtenido ni pedido nada a cambio de apoyar la moción de censura.
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