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El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, aprovechó el acto de celebración del 112 cumpleaños de esta corporación para reivindicar su papel histórico «como herramienta crucial para la mejora de las condiciones de vida de las personas que habitan en esta isla», así como la vigencia de su papel «para aunar voluntades, ofrecer oportunidades y promover la libertad, la educación, la cultura, la innovación, la sostenibilidad y, en definitiva, todos aquellos elementos que hacen de Gran Canaria una muestra de tolerancia, diversidad y desarrollo».
El máximo mandatario insular sazonó su discurso oficial en la entrega de Honores y Distinciones de 2025 con varias alusiones a la ola de la ultraderecha que viene creciendo en los últimos años, en otras latitudes y en estas, afirmando que «las instituciones públicas, sobre todo en el actual contexto social y político, no pueden ser una presa de la que se desprenda elaroma del oportunismo, del populismo y de la promesa fácil».
Y en este sentido sostuvo que «gran parte del futuro de la democracia depende de la fiabilidad de las instituciones, de la honestidad de sus gestores y gestoras y de la capacidad de dar respuesta a los problemas reales de la ciudadanía».
Desde el escenario del Auditorio Alfredo Kraus y ante los cientos de representantes de la sociedad grancanaria reunidos en la noche de este viernes, Morales proclamó que el Cabildo «no cederá en la defensa a ultranza de avances que creíamos eternos y cuyos cimientos se ven socavados por una oscura marea de intolerancia, mentira y autoritarismo».
Tirando de metáforas marineras agregó que «este peligroso mar de fondo remueve las aguas de la convivencia con la falsedad. O con algoritmos que anteponen el enfrentamiento a la empatía y el consenso. Y con los manejos de personas y corporaciones cuyas cuentas de resultados crecen junto a esta pleamar que se nos viene encima».
También utilizó imágenes propias de la navegación para decir que el Cabildo de Gran Canaria «ha de ser el faro que muestre la ruta para sortear los arrecifes traicioneros. Y debe hacerlo con palabras y actos firmes como una roca, y no con discursos volátiles que se confundan con la espuma marina y sean arrastrados por los vientos del olvido».
El presidente del Cabildo aludió varias veces al pasado de la isla como referente de su idiosincracia y estímulo para el futuro, como cuando expuso que «del mismo modo que Gran Canaria surgió del océano, elevándose capa a capa, la capacidad de adaptación al entorno de grancanarios y grancanarias ha superpuesto el resultado de generaciones de esfuerzo y talento que han cristalizado en la sociedad a la que pertenecemos».
En relación a la isla en sí destacó que «es una gran obra comunitaria en permanente evolución, hija del diálogo, una perspectiva coral sobre un mismo escenario, acto tras acto, siguiendo un texto tan improvisado como visionario, con las aportaciones de diferentes protagonistas», resaltando que «la sociedad grancanaria jamás ha sido una figura ensimismada al borde del Atlántico. Tampoco ha sido ni aspira a ser una estatua de sal, petrificada en su pasado. Ni ha querido ni se lo han permitido las circunstancias».
Sobre ese carácter insular Morales apostilló que «nos rebelamos contra cualquier intento de orillarnos y minusvalorar los logros, derechos y ambiciones de una isla que se alza sobre el océano como el resultado de una suma y nunca de una resta. Esta es la ecuación y el carácter que nos definen. Somos una orilla orgullosa. Y también somos nuestro propio centro».
Como responsable máximo de la corporación insular, cargo que ocupa desde julio de 2015, Morales resaltó que el Cabildo «quiere seguir siendo el instrumento para escuchar la voz de Gran Canaria y transformarla en hechos, progreso, justicia y cohesión social. Es nuestro cometido. Es lo que nos dicta la historia. Y es nuestra obligación».
En esta línea, más adelante aseveró también que «el derrotismo no tiene lugar en nuestra hoja de ruta. Al contrario, el Gobierno de la isla trabaja a diario para una isla más habitable y justa», dijo.
El discurso del presidente del Cabildo grancanario desde hace nueve años, con el que se cerraron las intervenciones del acto de entrega de Honores y Distinciones de 2025, tuvo también unas palabras para las personas y entidades reconocidas.
Son, subrayó, los referentes que necesitan las sociedades que ansían el progreso y la prosperidad compartida, las que quieren nuevos senderos, inicios, horizontes, cielos en los que volar... «encarnan el acto creativo de la imaginación humana», indicó, y reúnen «reúnen el talento, el sacrificio y la facultad, desde la razón y la emoción, para alumbrar lo que permanecía oculto o inaccesible. Con su visión, nos han transportado a lugares que de otro modo jamás habríamos alcanzado».
Y apostilló para acabar: «Los límites físicos de Gran Canaria siguen siendo los mismos, pero gracias a sus aportaciones, la isla ha llegado a ser infinita en sus posibilidades».
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