Gran Canaria
Los once migrantes que fueron desalojados de la playa del Cabrón en Arinaga, Agüimes, después de que se les expulsara al cumplir la mayoría de edad del Centro Residencial Escolar de Arinaga, donde estaban acogidos por ser menores extranjeros no acompañados, ya se encuentran realojados.
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La situación de desamparo y abandono que estaban sufriendo estos jóvenes, que llevaban varias semanas deambulando por el litoral del municipio, por parte del Gobierno de España la ha salvado el Gobierno de Canarias, que ha gestionado una solución satisfactoria para ellos. Así cuatro de los migrantes han vuelto al centro de acogida al dilucidarse que aún eran menores, a otros dos se les ha facilitado el reencuentro con sus familiares en la península, y uno más ha rehusado la ayuda de las administración. Al resto se le ha buscado otro recurso alojativo.
El alcalde de Agüimes, Óscar Hernández, lamentó que Madrid haya hecho «oídos sordos» a las necesidades básicas de estas personas pero, también, tuvo palabras de agradecimiento para la administración canaria no si antes advertir que la solución a la situación de estos chicos «llega tarde porque de lo que se trata es de que se planifique una ruta para cuando los menores cumpla la mayoría de edad, no se les deje abandonados en la calle». En este sentido, el primer edil insistió que es «importante cuando los 18 tengan un recurso al que acudir».
Sin embargo, por otro lado, el alcalde se mostró «preocupado» porque este martes en una reunión entre la dirección del centro y la jefatura de Policía se comentó que en «muy poco tiempo habrán otros 15 jóvenes en la misma situación al cumplir la mayoría de edad». «Me niego a que en el municipio de Agüimes se vaya a generar cada cierto tiempo una crisis como esta y espero sinceramente que Gobierno y Estado dialoguen y resuelvan lo mejor que consideren cómo ayudar a estos chicos», indicó Hernández.
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