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Los residentes en Almatriche Bajo, en Las Palmas de Gran Canaria, se reconocen «cansados» de esperar por una solución a un problema que recalcan no es un tema menor, pues hay vidas en juego. «Nos están atropellando», expone Fernando Miguel Mico, portavoz de la Plataforma Vecinal de este barrio, en referencia a la inexistencia de aceras en la GC-310, la carretera general que cruza este enclave del distrito Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya.
La sensación de abandono y olvido por parte del Ayuntamiento capitalino que denuncian desde hace años quienes viven en este núcleo ha crecido estos días, tras conocer que el proyecto para dotar de estos itinerarios peatonales seguros a esta importante vía lleva un año durmiendo el sueño de los justos.
«Está redactado desde enero del año 2024 y el Ayuntamiento lo tiene guardado en un cajón», denuncia el representante de unos vecinos que se muestran indignados por el hecho de que desde el departamento de Urbanismo no se les haya presentado un documento que llevan mucho tiempo esperando conocer.
«Ni la asociación de vecinos del barrio ni la plataforma ciudadana conoce ese documento, no nos lo han presentado», apunta Fernando Miguel Mico.
«El concejal de Urbanismo no responde a nuestras demandas y nos remite a la concejala del Distrito, que no nos dice nada y nos remite a Mauricio», critica.
Señala que son muchos años los que los vecinos llevan reivindicando una respuesta a la inseguridad que padecen a la hora de transitar por una carretera que no es segura para el peatón y se teme que la misma se vaya dilatar aún en el tiempo.
Así, apunta que el proyecto para urbanizar la GC-310 «tenía que haberse licitado en el primer semestre de 2024» y «ahora nos dicen que se va a licitar en 2025, pero eso es mentira».
Recuerda que el proyecto para urbanizar esta vía implica eliminar los dos sentidos de circulación que en la actualidad tiene, quedando solo el de subida. Pero la alternativa al de bajada no esta está resuelta pues carece de proyecto.
Explica que el documento elaborado por Geursa -y al que tras mucho insistir tuvo acceso el PP este 10 de enero «por silencio administrativo» respecto a la demanda de información requerida al área de Urbanismo- sitúa la zona de actuación «en la carretera de Almatriche» entre «la intersección con la Carretera de San Lorenzo (GC-310 / GC-308) y el acceso a Fuente Morales» y se centra en «dotar de aceras e itinerario peatonal accesible a zonas donde actualmente no existe una infraestructura que pueda ser usada para dicho fin».
Para ello, esta actuación, que tiene un presupuesto base de licitación de 1.696.691,79 euros y un plazo de ejecución de ocho meses, propone «dotar de aceras e itinerario peatonal accesible (dentro de las posibilidades orográficas y morfológicas del trazado) a zonas donde actualmente no existe una infraestructura que pueda ser usada para dicho fin».
Además, en el documento se especifica que «se pretende una intervención que se desarrolla en una superficie aproximada de 9.300 m2» para ejecutar «nuevos paseos peatonales».
También se contempla la renovación de zona de calzada, que «se ha reducido eliminando el sentido bajada de circulación y proyectando un solo carril de subida de 3,30 metros de ancho».
La memoria de Geursa plantea, asimismo, renovar la red de saneamiento, pluviales y de abastecimiento y contraincendios.
De igual modo, sobre el alumbrado público indica que se realizará «una nueva instalación, la cual dará servicio al alumbrado previsto en el presente proyecto. La instalación consiste en el tendido de la red de alumbrado público necesaria para poder dar servicio a las nuevas luminarias previstas en la zona».
Por último, el proyecto apunta la colocación de «barandillas, pasamanos y mobiliario urbano».
Sin embargo, el portavoz de la Plataforma Almatriche Bajo alerta de que al no haber plan para resolver la salida del barrio, ese proyecto de urbanización de la carrera general no se va a poder ejecutar de momento. «Son dos proyectos que tienen que ir de la mano y uno no está ni redactado», recalca.
Señala que una vez que el Gobierno de Canarias ha descartado conectar la calle Juan Hidalgo con la circunvalación, porque implica «un coste de 8 millones de euros», la alternativa que ha buscado el Ayuntamiento «es una calle paralela a la GC-310». Pero se trata de «una calle que no está acabada y no tiene proyecto, y sin eso no se va a poder ejecutar el de la aceras en la carretera general», insiste.
«Se ríen de nosotros, ¿cuántos años más vamos a tener que esperar por las aceras?», plantea el portavoz de unos residentes que afirman que «en 50 años nada se ha movido aquí» y que no han dudado en salir a la calle para reivindicar mejoras.
«No tenemos aceras ni alcantarillado ni marquesinas en las paradas de guagua», relata para reflejar la discriminación que sienten frente a otros barrios como Siete Palmas o Los Tarahales, donde sus residentes sí han visto atendida su demanda de aceras para la carretera general.
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