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Imagen del fallecido Sergio Aneiros. C7

A Sergio le dieron varios golpes en la barriga y una fuerte patada en el costado

tribunales ·

El principal investigado y su amigo le «echaron agua por encima» para que respondiera y nadie llamó al 112 hasta una hora más tarde

Francisco José Fajardo

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 3 de marzo 2022, 01:00

A Sergio Aneiros le dieron «varios golpes en el abdomen» y una «fuerte patada en el costado izquierdo» que le provocaron «abundante sangrado hemorrágico en el estómago y lesiones hemorrágicas en el páncreas que determinaron su fallecimiento», según determina la autoridad judicial tras las primeras pesquisas llevadas a cabo en el caso que investiga la muerte de este joven a manos, presuntamente, de otro de su misma edad el jueves 24 en La Minilla.

Según el auto del magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas de Gran Canaria y como adelantó este periódico, el fallecimiento del hijo del presidente de la Casa de Galicia en Las Palmas de Gran Canaria, se produjo en una quedada en la que participaron Luis Alejandro M.V. -el presunto agresor-, un amigo suyo llamado Aimar G.H. -ambos figuran en el procedimiento en calidad de investigados, uno por homicidio y otro por omisión-, una joven que era el nexo de unión entre todos y la propia víctima. Los dos primeros pretendían mantener un contacto íntimo esa noche con la mujer.

Pero ese nexo se había fraguado meses atrás ya que el detenido y la joven mantuvieron una relación sentimental hasta días antes de los hechos, cuando rompieron y «se bloquearon en las redes sociales», determina el juez. A pesar de la ruptura, la testigo el mismo jueves 24 contactó con Luis Alejandro «para verse nuevamente y, en su caso, reanudar la relación» y concretaron una cita en el parque de La Minilla cuando ella saliera de su trabajo. Al lugar fueron los dos investigados, aunque el presunto autor de los golpes le dijo al otro que se escondiera en «una zona próxima, conocida por todos, más apartada y aislada a la que, para llegar, había que descender por unas escaleras».

Lugar donde se produjeron los hechos. Arcadio Suárez

Sobre las 19.30 llegó la mujer al lugar de la cita pero lo hizo acompañada de forma sorpresiva por la víctima «con quien había mantenido otra relación afectiva hacía años» ya que ella le pidió que fuese al tener «un presentimiento de que podría haber algún problema con Luis Alejandro».

Cuando Luis Alejandro y Sergio se encontraron, «mantuvieron una discusión» hasta que uno de los dos, el agresor o la mujer -describe el magistrado- propusieron al fallecido «desplazarse hasta la zona próxima y apartada para que nadie pudiera ver» nada de lo que estaba ocurriendo y donde, además, estaba escondido el amigo. El mismo esperaba detrás de un muro mientras fumaba hachís.

En el lugar de los hechos siguieron discutiendo hasta que, en un momento dado, Sergio «encendió la linterna del teléfono móvil y dirigió el haz de luz al rostro de Luis Alejandro», este se lo recriminó y le dio «un golpe en el brazo o al teléfono» por lo que el móvil cayó al suelo. Inmediatamente, «ambos forcejearon» y Luis Alejandro le propinó «varios golpes en el abdomen a Sergio y una fuerte patada en el costado izquierdo».

La víctima «se quejó de dolor, se desvaneció y cayó al suelo en donde quedó sin sentido», momento en el que el amigo «salió del lugar en el que se encontraba escondido» y exclamaron a Sergio «que se levantara, que no exagerara la situación» porque pensaban que estaba fingiendo. A partir de ese momento, los tres «estuvieron haciendo tiempo a la espera de que Sergio recuperara la consciencia», mientras la chica y Luis Alejandro intentaron auxiliarlo «colocándose el posición de defensa y comprobando si respiraba». Incluso, «le echaron agua por encima para que respondiera». Así estuvieron una hora sin que nadie llamara a los servicios de emergencia.

La autoridad judicial determina que si Sergio Aneiros hubiera recibido asistencia médica en esa hora en la que estuvo en el suelo, «no se hubiera producido el desenlace fatal»

Pasado el tiempo, los dos varones se marcharon pero antes, Luis Alejandro cogió el teléfono de Sergio y le quitó el reloj de su muñeca «con la intención de que no pudieran relacionarle con la situación en la que quedaba».

La chica se quedó sola y, al cabo de unos minutos y tras hacer varias llamadas -hasta seis a amigos y conocidos- «decidió salir y pedir auxilio a la primera persona que se encontró» que era una mujer que venía del supermercado y que fue quien llamó al 112.

Probablemente, finaliza la autoridad judicial, si Sergio Aneiros hubiera recibido asistencia médica en esa hora, «no se hubiera producido el desenlace fatal».

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