Las Palmas de Gran Canaria

El Pueblo Canario estará sin ermita hasta octubre

La ermita de Santa Catalina, peculiar e histórica pieza adosada al Pueblo Canario, se acostumbra al paisaje de batalla que le han pintado las eternas obras para su remodelación que ahora descubren que no será, como mínimo, hasta octubre cuando terminen.

Ese como mínimo es un matiz apropiado a la realidad de unos trabajos que debían haber concluido en el mes de diciembre del pasado 2023, situación que quedó rebasada hace ya más de medio año y que va encandenado modificados tras modificados. Con su correspondiente aumento presupuestario.

La última resolución con rúbrica de Mauricio Roque, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, oferta a Velplus, la empresa que está llevando a cabo las obras, un nuevo marco temporal que concluye el 1 de octubre. Por lo tanto, una reforma que estaba prevista para ocho meses y que, como mínimo, va a encadenar 17.

El motivo que ha razonado desde el principio el retraso en las obras de este Bien de Interés Cultural anclado desde hace siglos en el entorno de Ciudad Jardín es que «durante la excavación en la nave central aparece un pavimento prefabricado de hormigón con polvillo o trozos de piedra de finales del XIX o principios del XX». Así como otras trazas que podrían incluso pertenecer al pavimento original de la que ha sido sede de muchas bodas civiles en la ciudad en los últimos tiempos.

En los meses de octubre, noviembre y diciembre de año pasado y abril del presente se firmaron modificados que conllevaban el reajuste de plazos para entregar la obra de renovación de la ermita más antigua de la isla. El último de ellos, además, marcaba el pasado mes de junio como el último para entregar la obra y en esa resolución destacaba el término «improrrogable».

Eso no solo no aconteció, es que el área de Urbanismo ha accedido a a que las obras continúen añadiendo ahora que debe ser en el próximo mes de octubre cuando sean entregadas las instalaciones que desde la mitad del pasado año aparecen valladas y entorpeciendo el acceso a la zona en la que conviven el Pueblo Canario, el parque Doramas y el HotelSanta Catalina.

El presupuesto de partida de esta obra, según informó en su momento el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, fue de 416.455 euros. Este precio original se ha ido desvirtuando por las distintas rectificaciones las que se ha visto sometido el proyecto, incluyéndose en el último modificado, el que ahora amplía hasta el mes de octubre el plazo de entrega, en un 5% más.

Mientras tanto, la ciudadanía no tiene acceso a la vieja ermita. Patrimonio de la capital. Su renovación venía incluida en la V Fase de la renovación del espacio del Pueblo Canario en su totalidad, un documento rubricado duran te el mandato de Augusto Hidalgo como alcalde y con Javier Doreste como edil de Urbanismo. Esta reforma integral está fechada en 2017 y siete años después sigue en ruinas, con la ermita en obras y el Museo Néstor en el sueño de los justos.

La aparición del pavimento original durante los trabajos de reforma en la ermita de Santa Catalina en el Pueblo Canario son en parte los responsables de los problemas que ha ido sumando la obra hasta convertirse en eterna. Uno de los problemas principales que ha afrontado en sus escritos la contrata al frente de las obras es la de conseguir una empresa especializada que trabaja el tipo de pulido que se descubrió durante los trabajos, con la intención de dar el mejor tratamiento posible a este Bien de Interés Cultural de la ciudad.

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