Borrar
Operarios procediendo a las talas de La Naval este miércoles Cober

Las Palmas de Gran Canaria

La Naval pierde la luz del sol y tras ella se marchan sus árboles

El Ayuntamiento tala otras nueve gravilleas en la calle portuaria de Las Palmas de Gran Canaria debido a que la ausencia de sol corrompe su estado y se convierten en un peligro

David Ojeda

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 13 de noviembre 2024, 19:04

La histórica calle de La Naval, alma de la ciudad portuaria y del espíritu marinero de otros tiempos en Las Palmas de Gran Canaria, comenzó 2024 con 27 ejemplares de gravilleas robustas como reliquias de la zona antes de la expansión en vertical de sus edificios. En breves días apenas quedaron una decena de estos arbustos, talados el resto a lo largo del año por el Ayuntamiento al encontrarse enfermos por la falta de sol y convertidos en un peligro para la ciudadanía.

Este miércoles operarios de la contrata de Parques y Jardines interrumpieron el tráfico en el sector entre Artemi Semidán y Pérez Muñoz para seguir con la mutilación que esta semana se está llevando a cabo de nueve ejemplares de la especie oceánica que va desapareciendo de ese tramo emblemático de La Isleta. La razón principal, que no la única, es la falta de sol que padecen desde que los edificios empezaron a crecer en altura en ese amplio y estrecho tubo urbano.

Así cuentan las cosas desde el área encargada del mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad, una concejalía que ha tratado de hacer pedagogía con los vecinos para explicar las razones de esta tala progresiva. «Se trata de una especie arbórea que requiere de mucho sol y espacio, elementos que no se dan en dicha ubicación. Eso ha llevado a un crecimiento errático de los ejemplares, un desarrollo debilitado, que conlleva rotura y caída de ramas, y además facilita que sean parasitados y enfermen, lo que los debilita aún más», significan.

Las consecuencias están siendo múltiples: caídas de ramas, inclinación, levantamiento de raíces con su riesgo de descalce, cicatrices por daños externos, podredumbre en base, esta especialmente provocadas por micciones de perros, y la gomosis.

Las razones de seguridad son elemento principal que provoca esta controvertida decisión municipal, de la que los vecinos del barrio fueron informados en una asamblea informativa hace algunos meses.

Las gravilleas iban camino del suelo sin necesidad del instrumental de los operarios de FCC que han pasado sus sierras por sus ramas estos días. Algunos de los árboles talados se encontraban en una situación de riesgo más que evidente. En la calle algunos de estos ejemplares encontró el lugar que crecer hace casi cuatro décadas, aunque ahora no parezcan el ejemplar más adecuado para su contexto.

La concejalía que tutela la concejala Gemma Martínez Soliño asevera que «lo que se ha priorizado en esta actuación es la seguridad, pero para no perder las pocas infraestructuras verdes de La Isleta la actuación se completa con nuevos parterres vivos, más alargados, que permiten equilibrar la seguridad con la sostenibilidad. Esa seguirá siendo la línea de trabajo para esta nueva intervención».

Los diez ejemplares restantes, casi una muestra arqueológica del viejo arbolado del barrio, seguirán en pie. Por el momento. Serán sometidos a un riguroso control para que mientras no supongan un peligro para la ciudadanía se mantengan erguidos en sus alcorques.

La duda es si la planificación verde de la ciudad seguirá regando sus parterres de especies poco adecuadas para su entorno.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

canarias7 La Naval pierde la luz del sol y tras ella se marchan sus árboles