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Antonio Rodríguez Falcón. C7
Murió Antonio Rodríguez Falcón, el hombre tranquilo en la locura de las noches del periódico

Obituario

Murió Antonio Rodríguez Falcón, el hombre tranquilo en la locura de las noches del periódico

Francisco Suárez Álamo

Las Palmas de Gran Canaria

Martes, 15 de octubre 2024, 21:54

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Se nos ha ido Antonio Rodríguez Falcón cuando estaba a punto de cumplir 61 años. Pronto para todos pero sobre todo demasiado pronto para los suyos, en especial para Ana, su esposa; sus hijos, Iris y Álvaro, y su nieta, Adriana, de la que siempre hablaba, como también siempre buscaba tiempo para verla crecer.

Hace un año una enfermedad se cruzó en su vida y a su lado han estado todos ellos, como también, desde la distancia, los compañeros de esta casa, esos que este martes reaccionaban apesadumbrados ante el aviso del fallecimiento. Juan Manuel Mendoza, su jefe directo pero sobre todo su gran amigo, fue el encargado de compartir la noticia que no le habría gustado contar.

Ha llovido mucho desde que en 1988 Antonio Rodríguez Falcón se incorporó a la plantilla de Informaciones Canarias SA, empresa editora de CANARIAS7. Su profesionalidad fue mérito más que suficiente para llegar a jefe de Equipo de Técnicos de Redacción pero, más allá del cargo, Antonio tenía una cualidad imprescindible en la habitual locura de la jornada de tarde-noche en una Redacción periodística: la templanza.

Todo lo que tenía de alto lo tenía también de calma, pero no de pachorra, sino de serenidad. Daba gusto, por ejemplo, verlo en una noche electoral: mientras el resto andábamos como pollos sin cabeza en busca de datos y declaraciones, mirando el reloj para no rebasar la hora prevista para el cierre, Antonio era la calma en medio de la tormenta.

Y eso, imprescindible en los tiempos del periodismo de papel, lo es aún más en esta vorágine de la digitalización. Una transformación, por cierto, que afrontó sin miedo y, como siempre en él, sin sobresaltarse.

Perdemos también a un profesional muy resolutivo. Ibas con una duda o un problema y te decía: «Ahora lo miro». Y esas tres palabras eran como un bálsamo en la herida, porque sabías que iba a dar con la solución.

Ahora, unas palabras más personales, Antonio: fueron muchas las veces en que te pedí que avisaras si llegaban los datos de esta o aquella esquela para confeccionar unas líneas en forma de obituario. Hoy toca hacer el tuyo y es difícil, muy difícil.

En diciembre de 2023 te escribí dando ánimos ante la enfermedad, porque había «muchas Champions que ganar». Y viste una más de tu equipo.

En junio de este año el mensaje fue por tu onomástica y, mira por dónde, eras tú el que daba ánimos. Así eras.

En esta casa sabes que todos se unen a las condolencias a tus familiares y seres queridos. Buscaremos tu templanza para afrontar la triste noticia.

Descansa en paz.

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