Imagen de la rata capturada en la habitación de la madre de Rosa María, en Las Torres. C7

Se le metió una rata en casa: «Ahora vivo con las ventanas cerradas»

Una vecina de Las Torres denuncia que el animal se introdujo en su vivienda desde la rama de un árbol en una jornada de poda de los jardines

Javier Darriba

Las Palmas de Gran Canaria

Miércoles, 5 de marzo 2025, 01:00

Rosa María Medina reconoce que todavía tiene el miedo metido en los huesos. «Tengo el cuerpo malo». Desde que el viernes pasado se le metió una rata en su casa a través una ventana, no puede dejar de ver el roedor en la habitación, ni de escuchar cómo raspa la puerta cuando la trancó para que no pasara a otras habitaciones. «Ahora tengo todas las ventanas cerradas porque cogí fobia», asegura esta vecina del barrio de Las Torres, donde las ramas de árboles y palmeras son autopistas que conectan las plagas con las ventanas.

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La rata se le metió durante una poda. «Saltó del árbol a mi ventana», expone, «fueron los propios trabajadores de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria los que me avisaron».

Cuando se acercó a la ventana se dio cuenta de que la rata había roído la mosquitera que tiene instalada delante del cristal. «Hizo un boquete y se metió en la habitación».

Rosa María Medina lleva cuatro años viviendo en el barrio de Las Torres y esta es la segunda vez que se le mete una rata en casa.

Ya una vez le quitaron una palmera que se acercaba a su piso. «Pero el árbol desde el que me saltó la rata no lo habían podado», apunta. Esta vecina reclama que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria realice un mantenimiento de las zonas verdes que están junto a los bloques de vivienda porque allí están los nidos de los roedores.

«Si el Ayuntamiento manda a podar, que lo haga bien porque las ramas casi llegan a las ventanas y los balcones», describe, «hay que buscar una solución porque encima que estoy enferma, me enfermo más y cojo una fobia».

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Ratones muertos en el jardín de Las Torres. C7

La rata que entró en casa de Rosa María Medina se metió en la habitación en la que duerme su madre, que por unos días se ha ido a vivir a casa de una hermana suya.

«Le cerré la puerta de habitación y por la noche oía cómo el animal iba rascando la puerta», recuerda Rosa María, que asegura que ni siquiera puede ver la foto que sacó su hermano con el móvil cuando consiguieron matar al animal.

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Llenaron la habitación de trampas y de un pegue especial para ratas, pero el roedor no caía. Así que el sábado, pidió ayuda a su hermano y al presidente de la asociación de vecinos Las Torres Altas, Juan Angulo. El marido de Rosa María también se sumó al intento de atrapar al roedor.

Entre los tres, entraron en la habitación. «Rodamos la cama y estaba escondida detrás del cabecero», explica Angulo, «la echamos y cuando salió, le dimos un leñazo».

Rosa María Medina relata las dificultades de la operación. «Primero se le tiró a mi marido y le aruñó la rodilla, por lo que tuvimos que acudir al centro de salud; y luego, cuando mi hermano fue a darle una patada, se cayó y se partió el tobillo», relata.

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Por el momento, la madre de Rosa María no ha vuelto a la casa. La vecina sigue desinfectando a fondo la vivienda. La habitación por la que entró la rata tiene toda la ropa colgada tras lavarla. Tuvo que poner un ventilador para que ayudara a secarla. Y ha tirado un deshumidificador que tenía en el piso «porque vi que había hecho caca dentro y no sé si había una cría muerta».

Desde el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se explica que las ratas no suelen anidar en los árboles, si bien reconocen que pueden llegar a subir por ellos, así como por otros elementos de la ciudad, como tuberías. «El problema no es que haya árboles, sino ratas, espermos que el nuevo contrato de control de plagas funcione», indicaron las fuentes consultadas por este periódico, «efectivamente, al separar los árboles de las fachadas, es más complicado que salten y entren, pero así no se evita que estén las ratas».

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Sí anidan en las palmeras, de ahí que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria haya colocado anillos antitrepamiento en más de 3.000 plantas de la ciudad para que las ratas no puedan subir al cogollo y colocar allí sus nidos.

Sin contrato desde 2023

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tiene vencido el contrato de control de plagas desde 2023. Las dificultades que ha tenido para adjudicar el nuevo servicio han hecho que en los dos últimos años se haya estado actuando con el equipo de Salud Pública y contrataciones puntuales. Fruto de ello es que solo se ha podido cubrir aproximadamente la mitad de las acciones de control que se requieren en una ciudad como la capital grancanaria, que son de unas 2.800 al año, algo más de 233 al mes.

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En enero de 2025 se consiguió aumentar la actividad contra las plagas, con unas 200 intervenciones mensuales frente a las 133 de promedio cada mes con que se cerró el año 2024, de acuerdo a las estadísticas oficiales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

Esto ha propiciado que las ratas se vean cada vez con más frecuencia en la ciudad, en especial en entornos como Mesa y López -donde se ha tenido que realizar varias intervenciones de choque en la tarima que hay cerca de la plaza de España-, Escaleritas, La Laja o Alcaravaneras.

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El presidente de la asociación de vecinos explica que desde antes de Navidad ya se advirtió al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria del problema que se estaba generando en los jardines. «Les dijimos que no se estaba podando y tras aclarar que se trataba de jardines de titularidad pública, en febrero ya empezaron a podar», expone el representante vecinal, «pero los recortes que hacen no están sirviendo para nada, quitan un pizco y a correr».

Juan Angulo denuncia que la situación de Rosa María Medina se ha dado ya también en otras viviendas. De hecho, asegura que la tardanza del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en actuar ha llevado algunos vecinos a cortar ellos mismos las ramas que afectaban al bloque 2. «Pusimos las ramas en el parterre y los de Parques y Jardines no querían recogerlas porque no estaban en sacas», detalla, «al final tuvieron que venir y se llevaron dos camiones enteros».

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Angulo denuncia que el abandono de Parques y Jardines es extensible a otras áreas, como la de Limpieza. «Llevamos más de ochos con un solo barrendero y con limpiezas de choque cada ocho meses, y lo que nos dice el concejal es que se va a sacar un nuevo contrato», lamenta.

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