El Puerto y el Ayuntamiento no se ponen de acuerdo sobre el parque del istmo

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se plantea la continuidad de la tramitación del traslado de las naves del puerto, ante la presentación unilateral de la Autoridad Portuaria del proyecto para ese entorno, ha afirmado el consistorio capitalino en un comunicado.

Desde la corporación municipal han apuntado que «las relaciones Puerto-Ciudad, Ciudad-Puerto han de articularse desde el diálogo y el consenso, como ha venido sucediendo hasta ahora».

El consistorio señala que el anuncio de la Autoridad Portuaria «rompe con el acuerdo inicial y convierte un acuerdo Puerto-Ciudad, en un proyecto único de una de las partes, sin tener en cuenta las auténticas necesidades de la ciudadanía, ni el conjunto de las actuaciones previstas en esa zona».

«Un proyecto de ciudad sin la ciudad no es posible». Por ello, el Ayuntamiento se plantea la continuidad de la tramitación del traslado de las naves del puerto hasta que se alcance el consenso necesario.

Sin embargo, «hemos visto la presentación por la presidenta de la Autoridad Portuaria de un proyecto de la ciudad, sin contar con la ciudad, a pesar de las reiteradas ocasiones en las que hemos planteado la necesidad de establecer encuentros entre ambas instituciones para abordar todos los asuntos de máximo interés afectan a la ciudad y al Puerto», señalan desde el ayuntamiento.

La alcaldesa ha manifestado «su preocupación por los vertidos incontrolados en el mar que pueden afectar gravemente al suministro de agua en la ciudad, así como en la necesidad de avanzar en la integración del puerto en la ciudad, mejorando las condiciones de vida en un zona tan sensible, como es el istmo».

La nota recoge que en base a los compromisos adquiridos con la autoridad portuaria, en el pasado mandato, «se acordó realizar el proyecto presentado en junio de 2022 por el entonces alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, y el anterior presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra». Un proyecto que, según el comunicado, «originalmente incluía una zona verde de 50.000 metros cuadrados para uso ciudadano, con una gran inversión».

Para hacer efectivo ese proyecto, el Ayuntamiento asumía con financiación propia el coste de reubicar las naves destinadas a los servicios del Programa Mundial de Alimentos y de Cruz Roja, así como la regulación dentro del ordenamiento urbano de ese espacio, según indican en la nota.

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