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Ni los más veteranos de La Isleta recuerda una procesión del Carmen como la vivida este martes 16 de julio, día de la festividad de la Virgen, por las calles de este barrio de Las Palmas de Gran Canaria. Y es que la presencia de la fina lluvia que hizo acto de presencia y no dejó de caer durante horas, condicionó y agilizó el desarrollo de la misma.
La imagen, que salió como es habitual del templo de la calle Benartemi tras la misa de las 04.30 horas, comenzó su camino portada por sus costaleros por el barrio que la acoge enfilando la calle Umiaga para continuar su recorrido la plaza del Carmen, Tamarán, Osorio y Artemi Semidán, donde era recibida con vítores, aplausos y voladores que tronaban en el cielo isletero y se dejaban sentir en buena parte del distrito.
Sin embargo, al entrar el trono en la calle Faycanes, y debido a que la lluvia no cesaba, se tomó la decisión de proteger la imagen de la Virgen del Carmen y cubrirla con un plástico que siempre se lleva por precaución pero que nunca había sido necesario utilizar.
A partir de ahí de planteó la disyuntiva de recortar el itinerario de la procesión o mantener el previsto por Menceyes, Malfú, Palmar, Roque Nublo, Tecén, Tanausú y Romeral antes de volver a la parroquia, donde aguardaban a la patrona con coloridas alfombras de sal fruto de las muchas horas de trabajo de sus residentes en la jornada previa de la festividad del Día de Ella.
Los costaleros del Carmen quisieron dar valor al esfuerzo de esos vecinos y pese a lo adverso de la climatología optaron por cumplir con el itinerario tradicional de la salida. Algo que no resultó sencillo teniendo en cuenta que cargan un trono de más de 1.600 kilos por una calles que a medida que se empapan resultaban más resbaladizas.
Pero cumplieron con su cometido, aunque hubo que agilizar la marcha. Una circunstancia que hizo que la Virgen entrara en su templo poco ante de las diez de la mañana, casi dos horas antes que años anteriores.
Si bien pudo hacerlo sin el plástico protector porque cuando se encontraba en la calle Romeral hizo acto de presencia el sol y posibilitó liberarla de ese elemento extraño.
Lo que se mantuvo invariable en esta procesion de la Aurora fue la respuesta multitudinaria de unos fieles que no renunciaron a acompañar a la imagen en su camino por el barrio portuario.
Sobre el novedoso vallado que este año se instaló para proteger el regreso de la imagen a Benartemi, desde la parroquia se reconoce que es difícil evaluar su eficacia para garantizar la delicada maniobra que realizan los costaleros porque la lluvia obligó a agilizar todo el proceso. Eso sí, reconocen que disgustó a algunos pues se perimetró la zona «con un vallado antidisturbios y no con la vallas amarillas» que esperaban.
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Jon Garay e Isabel Toledo
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
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