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Llega «el embajador de la capital»

Llega «el embajador de la capital»

Tras 128 años de historia, el hotel Santa Catalina comienza a escribir una nueva página de su semblanza. Con la firma este lunes del contrato de arrendamiento, el grupo Barceló empieza a esbozar los próximos 35 años de vida de un establecimiento turístico llamado a ser «el embajador de Las Palmas de Gran Canaria».

Domingo, 5 de noviembre 2017, 14:53

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, junto con los concejales de Turismo, Pedro Quevedo, y Urbanismo, Javier Doreste, firmarán este lunes el nuevo contrato de arrendamiento del hotel Santa Catalina con el grupo Barcelo Hotels para los próximos 35 años.

Se inicia una nueva etapa en la crónica de este hotel centenario, nacido para el descanso de los colonos ingleses, clausurado con la I Guerra Mundial, y reabierto tras la II Guerra Mundial como uno de los mayores exponentes del racionalismo arquitectónico canario, gracias a la visión de Miguel Martín Fernández de la Torre.

El hotel se somete a una profunda renovación con el fin de mejorar sus instalaciones y para ofrecer un servicio cinco estrellas, lo que requerirá una inversión inicial de 24,5 millones de euros.

Básicamente, el establecimiento reduce en doce el número de habitaciones y se queda en 194 estancias, que serán modernizadas. Se distribuirán del siguiente modo: en la primera planta, 38 unidades más otras 3 dobles para personas con movilidad reducida; y 52 en cada una de las restantes plantas. Y se proponen dos modelos distintos: uno conocido como deluxe room, que tiene 35 metros cuadrados;y otro como junior suite deluxe, que tendrá 42 metros cuadrados.

Así configurado, el hotel entrará de lleno en la marca Royal Hideaway. Hoteles de lujo experiencial, que tiene el grupo mallorquín en una cartera que oferta alojamiento en Mallorca, Tenerife, Alicante, Granada, Cádiz, Santo Domingo y México. En este grupo ingresará el Santa Catalina con el eslogan El embajador de Las Palmas de Gran Canaria.

La propuesta de Barceló pasa por demoler el edificio del casino y crear un restaurante de alta categoría en la actual sala de reuniones, en el ala sur del edificio. Su plan de restauración destaca también por la contratación de reconocidos cocineros que suman, entre todos, veinticinco estrellas Michelín.

El nuevo hotel reforzará su conexión con el parque Doramas gracias a la creación de un atrio trasero que permitirá la comunicación entre los dos espacios.

Además, se recuperará la antigua biblioteca que estaba ubicada en el bar Carabela, al que se le dará el uso original de sala lectura complementada con un espacio de piano bar y una nueva carta de cócteles y combinados.

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