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La acusada se enfrenta a 29 años y siete meses de cárcel y el pago de 185.000 euros a las 37 denunciantes | El juicio se celebrará el martesEste martes se celebrará ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas el juicio contra Gloria Esperanza B. H., que se sentará en el banquillo por haber –presuntamente– pinchado silicona líquida en la cara a 37 mujeres, a las que engañó diciéndoles que era doctora –cuando no tenía título alguno– y que el producto que inyectaba era ácido hialurónico.
Esta mujer cometía los hechos en su domicilio situado en Escaleritas y ha sido acusada por la Fiscalía Provincial de Las Palmas –como adelantó este periódico en enero– por la comisión de los delitos de intrusismo profesional y lesiones por imprudencia grave, por lo que le pide una pena que suma 29 años y siete meses de cárcel y el pago de 185.000 euros en concepto de indemnizaciones para las afectadas.
Según detalla el escrito de acusación del Ministerio Público, Gloria Esperanza B. H. –de origen colombiano y nacionalidad española– cometió los supuestos hechos en el periodo de tiempo comprendido entre el año 2016 hasta 2019, en su domicilio de la calle Luis Benítez Inglot, en el barrio capitalino de Escaleritas.
Allí efectuó, «sin disponer de ningún titulo que la habilitara para ello», sostiene esta parte, actuaciones médicas consistentes en infiltraciones estéticas de relleno en labios con silicona líquida subcutánea, un material inyectable que «no está autorizado en España como sustancia de relleno por la Agencia Española del Medicamento», detalla.
Las personas que acudían al domicilio de la acusada se dejaban realizar los pinchazos «en la creencia de que les estaba siendo inyectado ácido hialurónico» en vez de la propia silicona, ya que así lo anunciaba a las clientas la falsa doctora.
En su contexto
Relleno con retoques La mayoría de las víctimas se sometieron a un relleno de labios, con retoque a las semanas o meses después de los primeros pinchazos. Abonaban 200 euros por las dos visitas, un dinero por el que no recibían factura. Además, recibían los pinchazos en la casa de la acusada. Las llevaba a una habitación donde tenía una camilla, un armario donde guardaba los productos que utilizaba y una cama.
Numerosas repetidoras Una afectada pidió a la acusada Gloria Esperanza B. H. que le realizara un relleno de labios en el mes de marzo del año 2016. Además, volvió a solicitar que le realizaran un retoque en la misma zona pocos días después del primer tratamiento y otro más transcurridos seis meses. El número de personas que se sometieron a estas prácticas en más de dos ocasiones es bastante importante, según la fiscal.
Silicona y no bótox En cinco de los casos que fueron denunciados, la acusada inyectó silicona a mujeres, con retoques incluidos. Como consecuencia de ello, sufrieron un menoscabo físico consistente la aparición de granulomas e hipersensibilidad en los labios, por o que tuvieron que pasar por quirófano para la extirpación de granulomas, pagando una media de 1.000 euros por este tratamiento.
Pinchaba en su propia casa Una de las denunciantes acudió al domicilio de la acusada en cuatro ocasiones, entre junio de 2017 y febrero de 2018. Se sometió a un relleno de labios, entrecejo y surco nasogeniano, abonando 670 euros en total. Como consecuencia de las infiltraciones, ahora padece de hipersensiblidad en los labios al frío, al calor y a mínimos traumatismos, además de dos pequeños granulomas en el labio superior.
El caso Ruth en la memoria En 2010, la Justicia condenó al transexual grancanario Pedro Alfonso Socorro, Ruth, a 18 meses de prisión como autor de tres delitos de lesiones por imprudencia grave. Administraba inyecciones de silicona de baja calidad en peluquerías, al igual que Gloria Esperanza B. H.
Para consumar el engaño, Gloria Esperanza «se cuidaba de tener preparados los inyectables con el contenido de dimetilsiloxane (silicona) antes de la llegada de sus clientas», para que las mismas no se dieran cuenta de que no era hialurónico sino la otra sustancia prohibida.
Esta mujer cobraba normalmente el importe de 150 euros por la primera sesión y otros 50 más por una segunda de retoque a la que se sometió la inmensa mayoría de las 37 personas perjudicadas. A muchas de ellas les llegó incluso a decir «que era médico jubilada», detalla la fiscal Cristina Coterón.
Como consecuencia de estos tratamientos, las víctimas sufrieron importantes daños y secuelas en las zonas inyectadas como eran los labios, entrecejo y surco nasogeniano e incluso cinco de ellas tuvieron que operarse de urgencia al sufrir dolores y un perjuicio estético notorio. En total, las 37 víctimas pagaron a la acusada 8.660 euros por los tratamientos recibidos.
En este caso, además de la Fiscalía, también ejerce la acusación popular el Colegio de Médicos de Las Palmas, que anunció acciones legales desde el momento de la detención de la falsa doctora.
La Fiscalía detalla el padecer que sufrieron las 37 mujeres que dieron el paso de denunciar a la falsa doctora por haberles inyectado silicona líquida en la cara.
Este grupo de afectadas comenzó a «sentir semanas después de la intervención», sostiene el Ministerio Público, «dolor en los labios y presencia de durezas en los mismos». Cuando contactaban «preocupadas» con la acusada, ésta les decía que se «hidratasen los labios y los masajeasen» y que se trataba de un «efecto normal tras la infiltración».
Las 37 perjudicadas sufrieron la aparición de granulomas e hipersensibilidad en los labios. Además, podrían presentar en el futuro secuelas como la aparición de «más granulomas, celulitis o migración del producto a otras zonas», determinaron los informes de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas.
Para la extracción de estos granulomas es preciso un tratamiento médico consistente en «cirugía», añaden los especialistas, unas intervenciones a las que «no se han sometido muchas de las perjudicadas por falta de recursos económicos», apunta la fiscal Cristina Coterón.
Las 37 denunciantes, que en total pagaron 8.660 euros a la acusada por los tratamientos, reclaman por estos hechos y, por este motivo, la fiscal pide que sean indemnizadas cada una con la cantidad de 5.000 euros.
Todo ello «por las lesiones sufridas y los daños psíquicos y morales», así como el «importe de la cirugía a la que han sido sometidas o deberán someterse para revertir las lesiones, deformidad o secuelas potenciales», generadas.
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