
El homicida a Mariam: «Soy un afortunado de acariciarte, besarte, amarte y ser amado»
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Comienza el juicio por el crimen de Gáldar. A pesar de que la defensa de Campillo niega que ambos eran pareja, el acusado le escribió cartas de amorEste lunes comenzó la vista ante un jurado popular que sienta en el banquillo a Ramón Manuel Campillo, acusado de haber acabado con la vida de la que -según las acusaciones- era su pareja sentimental Mariam Ibarlucea el 25 de diciembre de 2020 en Gáldar. La letrada de la defensa reconoció que su cliente había golpeado de muerte a la víctima, para luego quemar su cadáver junto a sus pertenencias, pero insistió en que ambos no eran novios -«no había relación»- todo ello a pesar de que los investigadores encontraron numerosos manuscritos del acusado en los que manifestaba, entre otras expresiones, su felicidad por «amarte y ser amado», textos que firmaba con «te amo. La doble MyM...», en referencia a sus iniciales.
Este será el principal punto de batalla jurídica ya que el acusado reconoció los hechos, pero las partes discrepan del modo y el contexto en el que ocurrieron, por lo que las agravantes y atenuantes que determine el jurado que concurren serán clave a la hora de la duración de la condena que le imponga la magistrada Pilar Parejo.
Por un lado, las acusaciones tienen claro que Mariam sufrió una muerte violenta a manos de su novio. Que ambos discutieron dentro de la especie de chabola donde vivían en la ciudad de Gáldar y que luego el acusado la golpeó hasta causarle la muerte.
Tras el ataque, coinciden en que arrastró el cuerpo de la víctima hasta una zanja que había a escasos metros para deshacerse del mismo junto con sus pertenencias. Los quemó y, al cabo de las horas, los cubrió con arena.
Tanto el fiscal Jesús Lomba como la letrada del Instituto Canario de Igualdad que ejerce la acción popular entienden que Campillo cometió un homicidio, por lo que le piden la condena máxima por este delito de 15 años y otros cinco meses de prisión por la profanación del cadáver. Mientras, la acusación particular, ejercida por la abogada Isabel Osorio, considera que el crimen fue un asesinato y profanación e interesa 25 años y cinco meses entre rejas.
Lo que piden las partes
Jesús Lomba / Fiscal
Describió sin ambages al procesado como un «embustero que se maneja bien con la mentira».
Isabel Osorio / Acusación particular
Afirmó que Campillo quiso lograr un «crimen perfecto». Le pide 200.000 euros de indemnización.
Instituto Canario de Igualdad
Se adhirió en un breve alegado a la tesis planteada previamente por el Ministerio Fiscal.
Dolores Betancort / Defensa
Insistió en que su cliente estaba borracho y drogado cuando la atacó y que luego asumió su responsabilidad.
La cuantía de estas peticiones de penas están condicionadas porque las acusaciones sostienen que Campillo era el novio de Mariam y por ese motivo concurrirían las circunstancias agravantes de parentesco y por razones de género. Las pruebas son concluyentes, según las acusaciones, que además de los testimonios de los testigos, cuentan con unos manuscritos de Campillo en los que declaraba su amor a Mariam.
«Para dedicatoria a mi amada Mariam», comenzaba uno de los textos a los que ha accedido este periódico en los que expresaba que «la primera vez que te vi Mariam, algo despertó dentro de mí. Me llamaste la atención [...] el tú querer saber sobre mí y yo querer saber de ti». «Despertaste en mí [...] interés en por alguien y pasión por ti». «Soy un afortunado de haberte encontrado, de tenerte a mi lado, de poder acariciarte, besarte, amarte y ser amado. Por siempre estaré a tu lado. Si yo fuera gato y tú sardina, te comería hasta las espinas». Una misiva que finalizó con un «te amo» y un corazón con las iniciales de ambos en su interior: «La doble MyM...».
En otro espacio de esa especie de diario, el acusado escribió a Mariam «tengo miedo a fallar y a defraudarte. Pase lo que pase entre nosotros dos».
También anotó Campillo en otra parte de la libreta que encontraron los investigadores «para mí eres especial, como caída del cielo. Has hecho de este lugar -en referencia a la chabola- lo más parecido a un hogar. Me has demostrado que sí se puede vencer al mundo, por más que nos pase».
Unos escritos de amor que la abogada de la defensa describió de esta forma: «Él se dedica a la copla y a la poesía y por eso escribía. No existía un proyecto de vida, no es cierto, no había relación entre ambos», expuso.
Además de descartar la agravante de género, esta parte entiende que su cliente tiene que beneficiarse de dos atenuantes: que era alcohólico y adicto a las drogas y que mostró arrepentimiento espontáneo al entregarse a la policía, a pesar de que huyó a Lanzarote en barco tras cometer el crimen.
«La mató, quemó sus restos y huyó» para entregarse a los dos días de lo ocurrido a la Policía, por lo que, según la defensa, se trata de un «autor confeso» que «participó de forma activa» en la reconstrucción de los hechos. Una tesis rebatida por las acusaciones que expresaron que Campillo solo confesó cuando se vio atrapado.
La letrada dijo que se trató de una «discusión desafortunada» y de un acto «desproporcionado» en el que Mariam sufrió una muerte «instantánea» en la chabola en la que ambos convivieron solo «escasos días».
El juicio continuará este martes con declaración de los testigos y agentes de la Policía Local de Gáldar y la Guardia Civil
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