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El Juzgado de lo Penal número 4 de Las Palmas de Gran Canaria ha condenado a Miguel Santana López a siete meses de prisión por un delito de maltrato animal, al considerar probado que mantuvo en condiciones deplorables a su perro, un dálmata llamado Pastilla. Además de la pena privativa de libertad, el acusado queda inhabilitado durante dos años y tres meses para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, así como tendrá que abonar las costas procesales incluyendo las de la acusación particular ejercida por Maite Bautista, de la asociación Prota.
Los hechos ocurrieron hasta el 29 de enero de 2023, cuando el animal se perdió y fue hallado por una vecina en un estado de salud gravemente deteriorado. Según se recoge en la sentencia, «a pesar de ser plenamente consciente de los deberes de cuidado, alimentación e higiene que le correspondían como titular del perro», el acusado «lo mantuvo en unas condiciones de absoluta falta de higiene y salubridad, lo privó de la asistencia veterinaria, el alimento y la bebida que precisaba para mantenerlo en un adecuado estado de salud».
La resolución judicial detalla que, como consecuencia de esta omisión de cuidados, el perro presentaba un «estado de caquexia, deshidratación, imposibilidad de mantener la postura corporal normal, atrofia muscular severa, olor corporal nauseabundo y pelaje sucio», además de múltiples heridas, incluida «una de gran tamaño infectada en la cara interna del pie izquierdo», que requirió hospitalización ambulatoria durante tres días.
La sentencia también destaca que cuando el perro fue examinado por una veterinaria el 30 de enero de 2023, presentaba «un estado higiénico-sanitario deplorable, con claros síntomas de desatención», y que la severa desnutrición que padecía no podía explicarse por causas naturales.
La defensa del acusado solicitó su absolución, alegando que el animal estaba mayor y que siempre había recibido cuidados adecuados, argumentos que no fueron acogidos por el tribunal.
El magistrado Mariano López Molina subraya que «las imágenes y el informe veterinario ratificado en el juicio» constituyeron pruebas determinantes para desvirtuar la presunción de inocencia del acusado. La resolución concluye que Santana López, como titular del animal, «omitió deliberadamente y de manera continuada los cuidados esenciales que necesitaba el perro, lo que provocó un grave deterioro de su salud».
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