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Edificación desde donde viene el ruido que molesta a los vecinos y vecinas de Las Torres. C7
Malestar vecinal en Las Torres

«Mis hijos teletrabajan con protectores de oído porque el ruido de las obras es insoportable»

Los vecinos y vecinas de Las Torres denuncian molestias por unas obras y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria les dice que tienen que pagar ellos mismos el aparato de medición

Lucía Álamo Valencia

Las Palmas de Gran Canaria

Domingo, 13 de octubre 2024, 23:07

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¿Imagina vivir durante 12 horas al día, seis días a la semana con el ruido constante de un generador eléctrico? De esta forma llevan «sobreviviendo» los vecinos y vecinas de las calles Camino de La Heredad, Culantrillo, Moral, Drago, Trópico y Bambú, pertenecientes a Las Torres, en Las Palmas de Gran Canaria, durante más de un mes y medio debido a la construcción de una edificación frente a sus casas.

Las obras de este inmueble comenzaron hace unos ocho meses y el ruido durante todo ese tiempo «era normal», aseguran varias vecinas que prefieren no dar su nombre por temor a represalias. Pero desde mediados de agosto «todo ha cambiado ahora no hay quien aguante esto» porque, según explican «los obreros nos han dicho que están usando un generador eléctrico y que no pueden pararlo mientras están trabajando. Pero nosotros nos estamos volviendo locos en nuestras casas». Además, se quejan de que, en ocasiones, ese aparato origina unas explosiones que «no son normales», provocando alteraciones en su estado de ánimo.

Una de estas afectadas asegura que ha tomado todo tipo de medidas y está «cansada» de que no le hagan caso: «Hace 20 días fui a hablar con la Policía Local y acordaron que esta máquina la iban a utilizar hasta las 15.30 horas o 16.00 horas, pero no fue así».

Frustrada ante este hecho, siguió batallando con instituciones y responsables en busca de alguna solución: «Hemos ido a hablar con los técnicos y la secretaria de la empresa, con los jefes de obra, hemos mandado solicitudes a Urbanismo y Edificaciones del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria a través de la App 'Las Palmas Avisa', nos dijeron que no era competencia del consistorio y nos volvieron a derivar a la Policía Local» afirma.

Después de varios días de intentos frustrados, la Policía Local le dijo a esta vecina que «necesitan medidores de sonorización y que ese estudio lo tiene que hacer un técnico específico del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria». Sin embargo, argumenta esta mujer, desde el área municipal de Urbanismo le dijeron que «ese estudio tenían que pagarlo los propios vecinos».

Soluciones antes que dinero

«Yo ya no sé a quién más acudir, pero lo que está claro es que ya no podemos más con esta situación. Me han llegado a decir que vaya al médico a pedir un informe de que esto me está haciendo daño psicológicamente para que la empresa me pague, pero yo no quiero dinero, yo quiero una solución ya», reclama.

La afectada, que asegura que habla en nombre de todas las comunidades de vecinos de las calles afectadas por el ruido en el barrio de Las Torres, que han recogido incluso firmas pidiendo que se mida el ruido o paralicen las obras, denuncia que durante este tiempo sus hijos han tenido que «teletrabajar con protectores de oído a causa del bullicio que causa el generador». Además, destaca el malestar al llegar a su casa una vez termina su jornada laboral: «Tengo que ponerme cascos con música tranquila para poder estar aquí, porque si no, es imposible», concluye.

Una persona enferma que vive con ventanas cerradas

A pesar de que hay cientos de personas perjudicadas por esta situación, hay una vecina residente en la calle Drago que asegura que el ruido la va a volver «loca» y sus circunstancias lo corroboran.

Esta mujer de avanzada edad, que también ha preferido no dar su nombre, explica con la voz resquebrajada que «fui operada hace años de la cabeza, vivo sola, salgo a la calle con ayuda de una silla de ruedas cuando están mis sobrinas o Asuntos Sociales y vivo durante 12 horas al día con las ventanas y puertas cerradas por culpa del ruido de estas obras. Aquí no se puede vivir», sentencia.

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