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«No sé cómo van a solucionar esto, pero una pelea con cuchillo a las siete de la tarde no es muy normal». Así se pronuncia un residente en el barrio capitalino de Arenales sobre la pelea que se registró este jueves en el entorno de la calle Molino de Viento y de la que fue testigo involuntario, como otros ciudadanos que pasaban en ese momento por la zona, «incluso con niños, que están de vacaciones, y que se quedaron asombrados al ver lo que estaba pasando».
Los vecinos explican que se trata de un episodio más que refleja «la inseguridad» que dicen que se vive en el barrio y que llevan mucho tiempo denunciando. Aseguran que el origen del problema está localizado y es conocido por todos, incluso por las fuerzas de seguridad.
«El foco de la infección es Molino de Viento», explican quienes recuerdan que sufren las peleas, gritos y robos que se registran en un barrio «que si no fuera por esto, sería tranquilo y los vecinos viviríamos en paz».
Apuntan que «las casas en las que se vende droga y se ejerce la prostitución» centran una problemática que repercute en todo el barrio. «El problema de Arenales es toda la basura que hay en Molino de Viento, las casas de prostitución y las narcocasas», exponen las personas que se sienten perjudicadas.
Además, recalcan que si bien «en el barrio siempre ha habido prostitución, lo de hoy en día no es comparable con lo que había».
Respecto a la pelea con arma blanca que presenciaron esta semana, afirman que «varios vecinos llamaron a la Policía» y que se personaron en la zona «muchas patrullas de la Policía Local y más tarde vino la Nacional». Pero aseguran que los protagonista de la reyerta se quitaron rápidamente de en medio.
En cualquier caso, confiesan que tienen la sensación de que sus quejas caen en saco roto.
«Escribimos casi cada día para denunciar estos hechos en el Buzón de Alcaldía, pero solo nos dicen que remiten el asunto a la Policía», critican.
«Parece que esto fuera otro país», comentan unos residentes que ven que el problema no se erradica. «Es la inseguridad que se crea y es que ya han intentado entrar en algunos edificios», apuntan.
Añaden que incluso algunos residentes «se plantean vender sus casas, a pesar de que les gustan mucho, por esta situación».
«El foco es este, lo quieran ver o no», reiteran los residentes sobre la calle Molino de Viento, que dicen que es el germen. Pero insisten en el hecho de que la situación de inseguridad «se mueve a otras calles como Tomás Morales», pues aseguran que «los mismos que roban a la gente, se meten luego en las narcocasas y las casas de prostitución». Y van más allá, al señalar que «muchos de los robos son por encargo», ya que se pide a estos delincuentes que sustraigan productos concretos de los negocios que asaltan.
Hay que recordar que esta semana vecinos de la zona de Tomás Morales hacían público en CANARIAS7 su hartazgo por el «acoso» que aseguran sufren por parte de algunos toxicómanos que protagonizan robos y agresiones. Por lo que demandan más presencia policial.
También, residentes en el entorno de la Clínica Cajal relatan los robos que protagonizan algunos de estos toxicómanos en los negocios y el modo en que intimidan a los trabajadores.
Además, señalan que «los fines de semana se oyen los gritos de los drogadictos a cada rato» y que hay casos en los que estas personas no dudan en hacer sus necesidades en plena calle, generando situaciones muy desagradables.
La Asociación Empresarios Zona Comercial Abierta Arenales, en la voz de su presidente, Héctor Calderín, también ha expresado su preocupación por una situación que repercute en los negocios de sus asociados y en la dinamización de la zona y ha mostrado su apoyo a los residentes.
Apuntaba que incluso cuentan con imágenes de las cámaras de seguridad de los negocios en los que se registran esos robos.
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