Antonio, en la cocina de su vivienda, achica el agua que entra del exterior. Juan Carlos Alonso
Risco de San Nicolás

Las filtraciones cercan a Antonio

Un octogenario residente en el risco de San Nicolás, en Las Palmas de Gran Canaria, lleva desde noviembre achicando el agua que entra en su cocina desde el exterior de su vivienda, la misma en la que ya padeció durante años la presencia de vertidos fecales

Rebeca Díaz

Las Palmas de Gran Canaria

Jueves, 20 de marzo 2025

Fregona en mano achicando agua en su cocina.Así comienza la jornada desde bien temprano para Antonio Rodríguez González, un octogenario vecino de la calle Mercurio del risco de San Nicolás, en Las Palmas de Gran Canaria. Un problema que comenzó a sufrir en torno a noviembre del pasado 2024 y que se presentó cuando apenas salía de otro no menos complicado: las filtraciones fecales que, en distintos periodos, ha venido afectando a la vivienda desde el año 2012, época en la que su hermana y su marido, con quienes siempre residió al estar soltero, aún vivían.

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José Antonio Santana, su sobrino, es ahora toda su familia y está pendiente de que Antonio, a sus 82 años, tenga la calidad de vida que merece. Por eso trata de que se solvente un problema que sabe que complica su vida pero que si él no lo pelea, no se solventará. «Este hombre, si no me llega a tener a mí, se muere», dice sin ocultar su cansancio por la falta de respuesta a un contratiempo que, señala, les viene dado.

Así explica que «alrededor de 2012 empezaron las filtraciones fecales en la que era la habitación de mis padres». Un problema que asegura condicionó durante mucho tiempo la vida de sus progenitores, que trataron por todos los medios que desde el Ayuntamiento se les diera una solución y se les compensara por los daños sufridos.

Comenta que esos episodios se repitieron hasta «en dos ocasiones» y que a partir de ahí «empezó la lucha» de sus padres «para ver si les indemnizaban por los daños» que esa situación provocó en la vivienda.

«Se pegaron como cuatro o cinco años, hasta 2017, peleando por esa indemnización», apunta sobre lo mucho que bregaron sus progenitores antes de fallecer.

Añade que una vez que sus padres fallecieron, la vivienda volvió a sufrir nuevos episodios de filtraciones fecales. «En 2019, más o menos, y también a finales de 2023 o principios del 2024», relata.

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Daños que presenta la vivienda por filtraciones fecales y de agua. Juan Carlos Alonso

«Esta última filtración fue la que más daño hizo y fue como la primera», dice sobre un vertido que continuó. «En agosto de 2024 empezaron más fuertes las filtraciones y no pararon hasta noviembre» de ese año, dice sobre un problema que ha dejado huella pues la mancha de humedad ocupa la parte inferior de todas las paredes de la estancia.

Explica que la habitación que se ha visto afectada de manera reiterada por estos vertidos era el dormitorio de sus padres. Y que tras fallecer, su tío se trasladó a la misma. «Se cambió porque su habitación tiene unos escalones y aunque tenía el baño más cerca, la doctora recomendó el traslado para evitar caídas».

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Sin embargo, al presentarse de nuevo el mismo problema de filtraciones fecales, el octogenario tuvo que regresar a su antiguo dormitorio, con el contratiempo que eso le supone a una persona de su edad, en lo que a movilidad se refiere.

Su sobrino comenta que esta situación acabó casi al mismo tiempo que se vieron obligados a afrontar una nueva problemática. Pues «en noviembre empezaron otras filtraciones, esta vez de agua limpia de la calle», dice sobre las que se registran desde entonces en la cocina de esta vivienda del risco capitalino.

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El sobrino explica que a la falta de solución a la situación que denuncia, se suma el hecho de que se les quiera compensar por los daños sufridos en una vivienda que lleva más de una década con esta problemática, con una cantidad que considera está muy lejos de los desperfectos reales que se ha ocasionado a la propiedad.

«Vino un ingeniero mandado por Emalsa para hacer una peritación de los daños y me manda una cantidad que es de risa», dice sobre los 2.500 euros en que se valoró inicialmente el perjuicio.

Los afectados dicen que el agua que se filtra proviene de la calle. Juan Carlos Alonso

Además, reitera que este proceso ha sido una lucha en la que sus padres, en su momento, se vieron obligados «a ir a juicio y recurrir hasta que les indemnizaron con 4.000 euros y con eso arreglaron un poco la casa». Una intervención que sin embargo no evitó que la vivienda volviera a ser objeto de filtraciones tras su muerte.

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José Antonio Santana insiste en el complicado proceso que sufrieron sus progenitores por unas filtraciones que continuaron hasta finales de 2024. «Paraban, se secaba la pared, pero de nuevo volvía a salir», expone.

Apunta que la respuesta que les da el Ayuntamiento en este proceso es que «eso es de Emalsa, que son los que vienen». Señala que los trabajadores de la empresa le dijeron «que era de las alcantarillas, que estás obsoletas». Y que a finales del año pasado arreglaron la que se ubica en el exterior de la casa.

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Pero ahora pide que se solvente el problema de la cocina que, afirma, Emalsa «comenzó a investigar» pero no ha concluido.

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