Lo que era una celebración especial por el Día de San Valentín en un entorno único como es el de la presa de Las Niñas, se convirtió en una tragedia. Mohamed Kouidich está acusado de haber -presuntamente- reventado la cabeza del que era su novio con una piedra de grandes dimensiones, a quien dejó tirado en el suelo pensando que estaba muerto y que, tras ser auxiliado por los servicios de emergencia, se quedó en estado vegetativo.
Por estos hechos, las acusaciones discrepan en la calificación jurídica puesto que, mientras la Fiscalía y una de las acusaciones particulares piden nueve años y medio y diez de prisión por la supuesta comisión de un delito de homicidio en grado de tentativa, otra de ellas se separa de este criterio y considera que Mohamed Kouidich cometió un intento de asesinato, por lo que interesa la imposición de 14 años de cárcel. En cualquiera de los casos, todas las acusaciones entienden que concurre la agravante mixta de parentesco al ser pareja sentimental agresor y agredido. Por su parte, la defensa insiste en que el encausado no cometió los hechos y pide su libre absolución.
MÁS DATOS
Indemnizaciones
El abogado Manuel Pérez Toledo, que representa a la madre y hermana del afectado, pide una indemnización de 750.000 euros a Yeray Sánchez y 50.000 al año si es trasladado a su casa, 70.000 a cada uno de sus padres y 60.000 a cada una de sus dos hermanas.
Acusación
Por su parte, el letrado Antonio Javier Sánchez Noda -que acusa en nombre del padre- interesa que el acusado pague 3.124.953 euros a la víctima, que le ingrese 60.000 euros al año y que indemnice al padre con 80.000 euros.
Este suceso ocurrió el Día de los Enamorados de 2022. Según los escritos de acusación, Mohamed Kouidich -marroquí en situación irregular en España- y Yeray Sánchez Naranjo -de 38 años en el momento de los hechos- habían quedado para acampar en la presa de Las Niñas. Todo iba bien hasta que, presuntamente, comenzaron a discutir y Yeray cayó al suelo. Fue entonces cuando el acusado, «guiado por el ánimo de quitarle la vida», cogió una piedra de grandes dimensiones y considerable peso y le «golpeó repetidamente en la cabeza» hasta que, por la gran pérdida de sangre y la gravedad visible de las heridas, «creyó que estaba muerto», sostiene la fiscal Micaela Martín.
A continuación, el acusado se marchó del lugar y requirió a otros excursionistas para que llamasen a la policía alegando que «había un muerto en el sitio donde estaba acampado».
El suceso ocurrió a las 16.00, que fue la hora cuando la Guardia Civil informó al 112 de la posible agresión. De inmediato, trasladaron hasta la zona a un helicóptero medicalizado del SUC, una ambulancia y al médico de atención primaria de la zona, que se unieron a los efectivos del Instituto Armado desplegados.
En estado vegetativo
Como consecuencia del ataque, Yeray Sánchez Naranjo sufrió un traumatismo craneoencefálico grave, contusión temporal derecha, hemorragia subaracnoidea fronto parieto temporal derecha, acidosis metabólica, edema cerebral, craniectomía descompresiva frontotemporoparietal derecha, SIRS postrauma con trombopenia, neumonía aspirativa por SAMS, ventilación mecánica y una traqueostomía percutánea, que necesitaron para estabilizarse cuatro procedimientos quirúrgicos.
La víctima se encuentra en estado vegetativo persistente con crisis comiciales secundarias y el tiempo que transcurrió hasta alcanzar la estabilización de las lesiones fue de 254 días en total.
Mohamed Kouidich, que tiene actualmente 34 años y carece de antecedentes penales, está en prisión provisional por estos hechos desde que fue detenido por la Guardia Civil el trágico 14 de febrero de 2022.
El Ministerio Fiscal pide que el acusado, que será juzgado por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas, indemnice a la víctima en la cantidad de 750.000 euros por las lesiones sufridas, las secuelas originadas y el perjuicio moral sufrido.
Además, «dado el carácter persistente e incurable de sus secuelas», por la «necesidad de asistencia completa por terceras personas durante las 24 horas del día y el material ortopédico que necesitaría en el caso de que la víctima fuese trasladada a su domicilio, deberá pagar 50.000 euros «por cada año» en que Yeray «permanezca en este estado».
También debería pagar 70.000 euros a la madre de la víctima, «por la pérdida de calidad de vida de su hijo», la misma cifra a su padre y 60.000 a su hermana.
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