Empresario, trabajador infatigable y con profundos valores éticos

Le faltaban unos meses para cumplir los cien años pero, más allá del tiempo vivido, Alberto Trujillo Angulo, deja una honda huella entre quienes lo conocieron y trataron. La huella de un trabajador infatigable, esposo entregado, padre generoso, abuelo y bisabuelo orgulloso de los suyos.

Su hijo Alberto, diseñador, conocido, entre otros trabajos, por sus aportaciones al carnaval de la capital grancanaria o a fiestas tan populares como las de La Luz, recordaba ayer que su padre fue una persona de grandes valores morales y que se esforzó por transmitirlos a sus hijos. «Era un hombre discreto al máximo, nunca fue pretencioso, y a todos nos enseñó la honestidad, la entrega al trabajo y el sacrificio», subrayó Alberto Trujillo.

Hijo de Elvira Angulo, conocida como 'Elvira la de la tienda', Alberto Trujillo Angulo fue un pionero en el mundo empresarial. «Fue el primero en tener un bazar en el Puerto», rememoraba su hijo Alberto, «creó la empresa Diata e impulsó El Sebadal, pues fue el primero en tener una nave en esa zona».

Convencido de que la empresa y los trabajadores son parte indisoluble, Alberto Trujillo Angulo fue pionero en prácticas como repartir dividendos con las plantilla cuando había beneficios.

La diversificación empresarial ha llevado a la empresa familiar a centrarse en los últimos años en el negocio turístico, con el Grupo Trujillo Castellano, que tiene en su cartera de alojamientos los apartamentos Don Diego, Dorotea, Rocamar y Tamanaco, además del Hotel Doña Luisa.

La capilla ardiente de Alberto Trujillo quedó instalada en la sala 101 del tanatorio San Miguel (Las Torres, Las Palmas de Gran Canaria), donde hoy, a las 19.30 horas, se procederá a la incineración de sus restos mortales. La misa funeral en su memoria tendrá lugar el viernes 12 a las 19.00, en la parroquia de Nuestra Señora de la Luz, en el barrio a cuyo progreso tanto contribuyó el fallecido.

Desde aquí, CANARIAS7 deja constancia expresa de su sentido pésame y traslada sus condolencias a familiares y seres queridos, en especial a su viuda (Luisa Castellano) e hijos (Alberto, Elvira, Lourdes, Jorge, Margarita, Gloria, Pablo, Carlos y David Trujillo Castellano).

El dolor por la pérdida de una persona como Alberto Trujillo Angulo es inevitable para los suyos pero saben que queda el legado de su trabajo, la huella de sus valores y la estela de la ejemplaridad que lo caracterizaron y que se esforzó por traspasar a las siguientes generaciones.

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Descanse en paz.