Emalsa descarta que la contaminación de Las Alcaravaneras proceda del alcantarillado

Los técnicos de Emalsa han concluido ya la revisión de la red municipal de alcantarillado que está junto a la playa de Las Alcaravaneras y han descartado que el origen de la contaminación que ha provocado que se prohíba el baño en el arenal tenga su origen en las infraestructuras de saneamiento.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria cerró la rada a los usuarios a mediodía de este martes al detectarse en los análisis del agua que realiza Salud Pública una concentración anormalmente alta de bacterias fecales intestinales.

Enseguida, la Concejalía de Ciudad de Mar encargó a Emalsa que acometiera una inspección de las infraestructuras hídricas de la zona, por si la causa del episodio de contaminación por enterococos estuviera en la red de saneamiento.

Sin embargo, tras la revisión de casi un kilómetro de tuberías, Emalsa no encontró ninguna fuga en el sistema. En un audio facilitado por la empresa, atribuido al jefe de operaciones de Emalsa, Antonio Piñeiro, se informa de que tras «revisar la red de saneamiento municipal en la zona limítrofe de la palya, las estaciones de bombeo de aguas residuales existentes en la zona y la sensórica asociada a la red, se confirma que todo su funcionameinto es correcto».

Descartada la red de saneamiento municipal, ahora queda por ver si la contaminación está originada en la limpieza de algún barco o de otra instalación

El cierre de la playa generó este miércoles críticas por parte del Partido Popular.Su portavoz en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Jimena Delgado-Taramona, lamentó el hecho y censuró al gobierno municipal que «no solo sea incapaz de atender y dotar de más servicios a nuestras playas, sino que además suspende en lo más básico, que es mantener la calidad de las aguas de baño».

Delgado-Tamarona recuerda que en el primer pleno ordinario del mandato, el pasado mes de julio, su grupo político elevó una propuesta de acuerdo -que fue rechazada por PSOE, Podemos y Nueva Canarias- en la que solicitaba elaborar un informe técnico de la situación actual de la playa de Las Canteras, la playa de El Confital y las piscinas naturales y playa de La Laja.

«Solicitábamos algo de sentido común, dados los problemas que acumulan nuestras playas, que era elaborar un plan de acción específico del litoral de la ciudad, con las medidas temporizadas a adoptar para solventar las carencias y deficiencias detectadas», prosigue la portavoz del PP, quien enfatiza que a la prohibición permanente del baño en El Confital por contaminación y la pérdida de la bandera azul en Las Canteras por el descenso de la calidad de las aguas de baño, se suma ahora el cierre de Las Alcaravaneras.

Hay que recordar que El Confital lleva desde 2017 cerrado al baño por contaminación de sus aguas, «sin que se tenga ni la más mínima idea del foco de origen de la contaminación», puntualiza la líder del PP capitalino. A eso hay que sumar que el balneario de La Puntilla lleva cerrado al público desde 2018, los problemas por arribazones frecuentes del alga invasora japonesa a la playa y muelle de San Cristóbal, o la falta de baño, de balneario, ni tan siquiera de iluminación, en La Laja.

«Ese plan de acción podría haber ayudado a los actuales responsables municipales a tener una hoja de ruta de cómo afrontar problemas graves que padece nuestro litoral, que era justo nuestra voluntad, en la línea de mano tendida y oposición propositiva que ya anunciamos en nuestro discurso en el pleno de constitución», añade la portavoz popular.

«El mantenimiento de los paseos, sus elementos y mobiliario, en nuestro litoral, requiere de una mayor atención. Las Canteras ha perdido la Bandera Azul y su Juguete del Viento de Manrique en la lamentablemente mantenida Plaza de La Puntilla que lleva años desaparecido», prosiguen desde el PP.

Por último, afirman que es «evidente» que no ha existido una política integral de cuidado de nuestro litoral, cuando ni tan siquiera se es capaz de «garantizar lo básico, como es la calidad de las aguas». Ante esta situación, «es normal que el pacto de gobierno que lleva ocho años gestionando la ciudad ni se plantee cuestiones como los vertidos, los microplásticos, la contaminación de las aguas, el cuidado de la fauna marina y, en definitiva, el control de la calidad ambiental de los recursos naturales que componen nuestro», concluye Delgado Taramona.

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