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Los progenitores de la bebé muerta por abandono en 2023 en Fuerteventura y que serán juzgados el 17 de marzo, son penados por desatender a su otro hermano, que sobrevivióEl próximo 17 de marzo comenzará el juicio ante jurado popular por el crimen de la bebé María Eleyda, quien murió con solo tres meses de vida en Puerto del Rosario debido, según las acusaciones, al abandono al que fue sometida por sus padres. Juan Francisco Luzardo Santana se enfrenta a la pena más severa contemplada en el Código Penal español: la prisión permanente revisable, mientras que Brenda Jiménez Ruiz Berdejo está acusada de abandono de familia.
Antes de la celebración de este juicio, ambos progenitores ya han sido condenados por hechos similares, aunque sin el trágico desenlace de María Eleyda. Fueron sentenciados a cinco meses de prisión por haber desatendido a su otro hijo, quien actualmente tiene tres años, y que incluso sufrió una intoxicación por cocaína y cannabis.
Nacido hace 36 años en Las Palmas de Gran Canaria, tiene antecedentes por lesiones, robo con violencia, resistencia y desobediencia.
Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) hace 25 años y acumula solo dos condenas: una por un delito leve de hurto y abandono de familia.
Los hechos juzgados y condenados ocurrieron el 11 de octubre de 2022, cuando uno de los hijos de la pareja, de apenas nueve meses en ese momento, sufrió una intoxicación aguda tras el contacto con estas sustancias.
El menor presentó una disminución del nivel de conciencia que requirió asistencia médica inmediata y su ingreso en pediatría durante un día, donde recibió tratamiento con sueroterapia y monitorización continua. La pericial médica concluyó que la ingesta de cocaína y cannabis ocurrió pocas horas antes del ingreso hospitalario en Puerto del Rosario, evidenciando una grave negligencia en su cuidado.
Durante el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 2 de Puerto del Rosario, Juan Francisco Luzardo Santana admitió «de forma reticente» -según recoge la sentencia- que había drogas en la vivienda, aunque intentó minimizar la situación asegurando que las sustancias estaban guardadas dentro de una mesa y que su accesibilidad para el menor pudo deberse a un descuido. Por su parte, Brenda Jiménez Ruiz Berdejo intentó eximirse de toda responsabilidad, negando inicialmente el consumo y la presencia de drogas en su hogar. No obstante, una prueba pericial de su cabello demostró que era consumidora habitual de cocaína y cannabis en los seis meses previos a los hechos.
Su versión fue calificada como inverosímil y contradictoria, ya que primero negó la existencia de drogas en casa y, posteriormente, atribuyó su posesión exclusiva a su pareja.
Las investigaciones confirmaron que los menores estaban expuestos a un entorno de alto riesgo. En un registro policial efectuado el 13 de octubre de 2022, se hallaron sustancias estupefacientes sobre la mesa y dentro de ella, en un lugar accesible no solo para la víctima, sino también para su hermana de tres años. La pediatra que atendió al menor declaró en la fase de instrucción que, dada la movilidad limitada de un bebé de nueve meses, era altamente improbable que hubiera accedido a las drogas por sí solo, por lo que la intoxicación debió ocurrir bajo la supervisión de sus progenitores. Además, el personal sanitario subrayó la tardanza en llevar al niño al hospital, lo que agravó aún más el peligro para su vida.
La magistrada Alicia María Buendía Fleitas concluyó que los acusados no solo fueron negligentes en la custodia de las sustancias, sino que generaron un ambiente de desprotección grave, incumpliendo los deberes inherentes a la patria potestad. La condena por un delito de lesiones ocasionadas por imprudencia grave, en concurso ideal con un delito de abandono de familia, incluyó la agravante de reincidencia para Juan Francisco Luzardo Santana, quien cuenta con antecedentes por delitos de lesiones, robo con violencia, resistencia y desobediencia.
Este caso cobra especial relevancia al enmarcarse dentro de una problemática más amplia: pese a haber sido denunciados y condenados por estos hechos, los acusados continuaron con su conducta negligente, lo que finalmente derivó en la muerte de su hija María Eleyda el 29 de abril de 2023, cuando tenía solo tres meses de vida.
Tanto Juan Francisco Luzardo Santana como Brenda Jiménez Ruiz Berdejo, condenados por maltratar a uno de sus hijos, se enfrentan desde el 17 de marzo al juicio en el que se los acusa del asesinato de María Eleyda. Se juegan ser condenados a prisión permanente revisable.
El juicio, que será presidido por el magistrado Miguel Ángel Parramón, comenzará el 17 con la selección del jurado, calificaciones y el interrogatorio de los acusados y proseguirá el 18 con los testigos y el 19 con peritos, para concluir con los informes y la entrega del objeto del veredicto.
Según la Fiscalía Provincial, el padre es culpable de asesinato alevoso con la agravante de parentesco y abandono de familia, un delito que también imputa a la madre. Se enfrentan a seis meses de prisión por el segundo delito.
Según el Ministerio Público, los acusados convivían con la niña en la calle Teresa López de la capital majorera. Desde el nacimiento de María Eleyda el 29 de enero de 2023 hasta su fallecimiento el 29 de abril de 2023, ambos progenitores habrían dejado de prestarle a su hija la atención mínima necesaria en cuanto a salud, higiene personal y alimentación.
La acusación detalla que la presunta negligencia de los padres provocó que la niña presentara un extenso eritema y una dermatitis de varios días de evolución, afectando a áreas sensibles como las ingles, zona vulvar y vaginal, perineal y anal, debido a la falta de cambio de pañales durante largos periodos de tiempo. Asimismo, sufrió desnutrición severa, evidenciada por una fontanela craneal más abierta de lo normal para su edad, con un diámetro de cinco centímetros al momento de su fallecimiento. Además, tenía las uñas muy largas y sucias, restos de suciedad negra en el ombligo, pliegues corporales y cabello, lo que indicaba una grave falta de higiene.
La Fiscalía sostiene que los acusados mantenían el domicilio en un estado de suciedad y desorden en todas sus estancias, incluido el dormitorio de la niña, lo que ponía «en grave riesgo su salud». A pesar de haber sido derivada al hospital el 21 de abril de 2023 por Urgencias debido a una desnutrición y deshidratación, los padres no fueron a la cita, agravando el estado de la menor.
En este contexto, el 29 de abril de 2023, alrededor de las 20.00 horas, Juan Francisco L.S. se encontraba solo en casa con María Eleyda, quien comenzó a llorar tras despertarse de la siesta. Al no lograr calmarla, el acusado decidió suministrarle una bebida con alto contenido de alcohol mediante un chupete u otro objeto.
Al no conseguir que la niña se durmiera, procedió a administrarle cocaína, acusa el fiscal. Acto seguido, presuntamente la zarandeó violentamente hasta que la niña perdió el conocimiento y dejó de llorar, falleciendo posteriormente debido a un edema pulmonar y una hemorragia craneal.
A pesar de la pérdida de conocimiento súbito de María Eleyda, el acusado no la llevó al centro de salud de Puerto del Rosario, dejándola en la cama durante más de una hora mientras fue al salón a fumarse un porro.
No fue hasta casi dos horas después, alrededor de las 22.45, que Juan Francisco se percató de que la niña no despertaba. Al comprobar que estaba fría, no respiraba y tenía sangre en la nariz, la llevó al centro médico donde se confirmó su fallecimiento.
La Fiscalía solicita para ambos una pena de seis meses de prisión y para Juan Francisco, además, la prisión permanente revisable, junto con la privación de la patria potestad sobre sus otros hijos menores. Tendría el padre que pagar 40.000 euros de indemnización a cada uno de los dos hermanos de la víctima.
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