![Imagen de la obra de la MetroGuagua en Santa Catalina.](https://s2.ppllstatics.com/canarias7/www/multimedia/2023/09/12/metroguaguasantacatalinaAS0-kH1H--758x531@Canarias7.jpg)
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El Ayuntamiento capitalino está explorando las vías legales para tratar de agilizar la construcción de la estación de la MetroGuagua en Hoya de La Plata. Pero aunque encuentre ya salida al laberinto administrativo, el edificio no se podrá levantar hasta el año 2025, lo que vuelve a retrasar aún más la puesta en funcionamiento del sistema de transporte rápido y de alta capacidad que está llamado a cambiar la movilidad en la ciudad. El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Mauricio Roque, explicó que esta propuesta requerirá de diecisiete meses de obras una vez que se firme el acta de replanteo.
El edil compareció en la comisión de Urbanismo y Desarrollo Sostenible este martes a petición del Partido Popular, que también solicitó información del estado del proyecto en otros dos tramos que se siguen retrasando: el paso subterráneo por Santa Catalina y el eje entre Eduardo Benot y la plaza de Manuel Becerra. Estos dos últimos, que debían haber finalizado ya, se demorarán hasta principios del año que viene.
La estación de Hoya de La Plata es fundamental para el funcionamiento de la MetroGuagua ya que en ella se instalarán las cocheras para sus vehículos eléctricos, así como el sistema de control semafórico que dará prioridad a la MetroGuagua en todos los cruces de tráfico que hay a lo largo de su recorrido.
La construcción de este inmueble se inició en septiembre de 2021 tras adjudicarla por un importe de 8,66 millones de euros. En febrero de 2023 debía haber estado finalizada, pero en ese momento solo se había ejecutado un 5% del proyecto, de ahí que la Concejalía de Urbanismo decidiera resolver el contrato y quitarle el proyecto a la adjudicataria, Joca. La empresa alegó que se había encontrado con servicios no previstos, además de los restos de un vertedero antiguo, sin contar los retrasos en los pagos por parte del Ayuntamiento.
Sin embargo, estos argumentos no fueron escuchados por el Consistorio capitalino: rescindió el contrato y encargo a Emalsa Operaciones una actuación que asegurara la zona y evitara la ruina de lo realizado. Esto costó 96.000 euros.
«Ahora se trabaja en la nueva licitación para empezar las obras, que tardarán diecisiete meses», explicó Roque, quien hizo hincapié en que los problemas que se han acumulado en algunos de los tramos de la MetroGuagua «no pueden ser imputables a la acción de este gobierno».
En cuanto al tramo 8, el que va desde Eduardo Benot hasta la plaza de Manuel Becerra, el concejal de Urbanismo recordó que se licitó por 3,62 millones de euros y fue adjudicada a 3,15 millones de euros a Lopesan Asfaltos y Construcciones. En este caso, la obra comenzó en enero de este año y debía haber concluido en julio pasado. Sin embargo, el mal estado de la canalización de pluviales y la aparición de servicios fuera del lugar donde señalaban los planos han obligado a prorrogar la obra.
Ahora el Ayuntamiento está pendiente de aprobar las modificaciones que necesita el proyecto en este tramo. Y no se prevé que hasta fines del presente año o a principios de 2024 esté acabada, si no aparecen nuevos imprevistos. De hecho, el concejal de Urbanismo ya adelantó que se baraja la posibilidad de conceder alguna ampliación de plazo añadida «para tener la obra lista en febrero».
El concejal del Partido Popular Gustavo Sánchez resaltó el impacto que están teniendo los continuos retrasos en la percepción ciudadana de la MetroGuagua. «No saber cuándo va a terminar la obra ni cuánto va a costar no hace otra cosa que restar respaldo social al proyecto», advirtió el edil.
Los populares plantearon la necesidad de realizar una auditoría de la implantación del sistema de transporte rápido y de alta capacidad. Y propusieron la creación de una oficina técnica exclusiva de la MetroGuagua.
Sin embargo, Mauricio Roque rechazó este planteamiento porque entiende que la iniciativa está ya bajo el control de la Concejalía de Urbanismo y de la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa).
El otro tramo del que se informó de manera profusa en la comisión de ayer fue el de Santa Catalina. En esta ocasión, las explicaciones las aportó el director general de Movilidad Sostenible, Rafael Pedrero, quien detalló que los retrasos se justificaban por el hecho de encontrar un gran número de servicios no previstos, el hecho de que todavía esté pendiente el traslado de la línea eléctrica que pasa bajo la GC-1, el parón por los carnavales y el cambio en el método constructivo -de muros pantalla a pilotes secantes- para reducir vibraciones en los edificios colindantes. Ello ha hecho que la obra que debía acabarse en julio vaya a llegar ahora hasta fines de diciembre de este año o principios de 2024.
En este caso, el modificado de obra que ha sido aprobado sí tiene un coste económico que ha sido calculado en 4,95 millones de euros, lo que supone un 30% más de la cuantía con que fue adjudicado, que fue de 16,5 millones de euros. No obstante, Pedrero apuntó que está todavía dentro de los márgenes con que fue licitado, por 21,5 moññpmes de euros.
El paso inferior de Santa Catalina obliga a excavar hasta los 7,2 metros de profundidad bajo tierra durante 395 metros de longitud. Ahí se construirá no solo el túnel de ocho metros de ancho por el que discurrirá la MetroGuagua, sino también una estación emblemática.
«Estamos abriendo la ciudad en canal de un extremo a otro y es imposible que no se generen problemas», expuso Pedrero, quien resaltó la metamorfosis peatonal que ha vivido ya la capital grancanaria en zonas como Mesa y López o la calle Galicia. «Eso también es la MetroGuagua», sentenció el director general de Movilidad Sostenible.
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Javier Darriba
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