Secciones
Servicios
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado este jueves, en Junta de Gobierno, una nueva estructura tarifaria del agua que se aplicará en el año 2025. Aunque por el momento no se han dado datos del importe del metro cúbico de cada uno de los tramos de consumo, la alcaldesa de la ciudad, Carolina Darias, explicó que los nuevos precios no alterarán el importe del recibo o, en su caso, lo disminuirá para el 80% de los usuarios domésticos.
En la nueva configuración tarifaria, se establecen cuatro tramos de consumo, en lugar de los tres actuales. De este modo, hasta los 7 metros cúbicos se pagará una cantidad determinada; y, a partir de ahí, los precios del metro cúbico irán subiendo por los siguientes tramos: de 8 a 14; de 14 a 22; y más de 22.
En estos momentos, el mínimo de percepción, que ahora se elimina, es de 10,39 euros; los primeros 10 metros cúbicos se pagan a 1,21 euros por metro cúbico; de 11 a 28, está fijado en 2,07 euros por metro cúbico; y más de 28, a 3,17 euros el metro cúbico. Todos estos datos corresponden a periodos de facturación bimestral.
El concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco Hernández Spínola, detalló que con las nuevas tarifas, el ciudadano pagará 3 euros por 7.000 litros, a 0,43 euros el metro cúbico. «Pagarán prácticamente lo mismo que les cuesta comprar dos garrafas de cinco litros», indicó el edil.
La eliminación del mínimo de percepción permitirá que los tramos de menos consumo bajen de precio. En estos momentos, más de 100.000 abonados de Emalsa, unas 250.000 personas, pagan más agua de la que consumen debido a la cantidad mínima que hay que abonar si no se llega a los 10 metros cúbicos de consumo de agua . De hecho, dijo Spínola, unos 15.000 abonados (unas 32.000 personas) pagan esos 10,39 euros sin que consuman nada de agua. Esto se da en viviendas vacías o segundas residencias.
También entran en juego factores de correción como el número de miembros de la unidad familiar, algo que se empieza a aplicar, a petición de los abonados, con la presentación de un certificado de empadronamiento, en las unidades familiares con cuatro miembros o más. En el caso de las familias numerosas, también se duplican los tramos para evitar penalizaciones.
Atendiendo a la lógica de «penalizar el derroche», los abonados que tengan consumos superiores a los 14 metros cúbicos bimensuales verán incrementada su factura.
La nueva estructura tarifaria contempla también la creación del bono social del agua, que garantizará el acceso al abastecimiento a las personas y familias en situación de vulnerabilidad.
Otra de las novedades principales del nuevo marco de precios es que se distingue el consumo doméstico de otros. Ahora un hotel o una industria tendrán precios diferentes a los de los hogares. Para ello, se establecen seis categorías con importes distintos: el usuario doméstico, el comercial, el hotelero y de viviendas vacacionales, el industrial, el de los centros oficiales y el que se aplicará al consumo de agua durante las obras.
«Antes todo el mundo pagaba igual siendo el uso absolutamente distinto», razonó Spínola, «haciendo que aquellos usuarios que tienen una actividad económica pues básicamente paguen la misma tarifa que una vecina. Eso no nos parece justo ni equitativo. Por eso se impone este criterio que ya viene desde la Directiva Europea de Aguas que es distinguir entre quién consume más agua y quién consume menos agua«.
El nuevo recibo vendrá con un nuevo concepto. Si hasta ahora se pagaba abastecimiento y depuración, desde el año que viene se incluirá también el de alcantarillado. Sin embargo, los cálculos que hace el grupo de gobierno aseguran que pese a la inclusión de este concepto, la factura bajará o se mantendrá igual para un 80% de la población. «El servicio de alcantarillado ahora se va a pagar, aunque no se había hecho, pero cuando hemos hablado de que las cifras son iguales o incluso bajan, estoy incorporando el alcantarillado», aclaró el concejal de Hacienda.
Este plan de tarifas será de aplicación entre 2025 y 2029, si bien a partir del año 2026 se producirán aumentos progresivos de tarifa, que se calculan en torno a los seis euros anuales para los consumos más reducidos.
Las nuevas tarifas forman parte de una revisión más amplia del marco hidráulico de Las Palmas de Gran Canaria. Así, también se está impulsando la actualización del reglamento de abasto de agua en la ciudad, que no se renovaba desde 1981, y se crea una ordenanza que regulará los vertidos a la red.
Según la concejala de Aguas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Inmaculada Medina, cuando entre en vigor la nueva ordenanza quedarán prohibidos los vertidos de aguas residuales a la red. «Se tendrán que hacer en la estación depuradora de aguas residuales de Barranco Seco con autorización previa», indicó.
Las sanciones por vertidos incontrolados oscilarán entre los 20 euros y los 1.800 euros.
Medina detalló también que la nueva normativa obligará a las construcciones que se edifiquen a partir de su entrada en vigor a disponer de dos redes diferenciadas: una para pluviales y otra para residuales. En cuanto a las industrias de nueva implantación, deberán añadir también una red específica de aguas utilizadas en sus procesos para que sean tratadas por separado si se considera necesario.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.