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La contabilidad de las palmeras está entrando en pérdidas. En lo que vamos de año, hasta el 31 de mayo, el servicio de Parques y Jardines ha visto cómo la ciudad que debe su nombre a estas plantas ha perdido 29 unidades: desde enero ha plantado 51 palmas pero ha tenido que talar 73 y se han caído otras 7.
El año 2024 refuerza la tendencia al adelgazamiento que ha ido viviendo el censo de palmeras en los últimos años. Con datos oficiales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, nuestra ciudad ha pasado de los 23.564 ejemplares que llegó a tener registrados en el año 2017 a quedarse en 23.276 (-1,2%) dos años más tarde.
En 2023 se contabilizaban ya 22.725 palmeras (-2,4% respecto a 2017); y a 31 de mayo del presente 2024, la cifra ha vuelto a reducirse hasta los 22.665 ejemplares (-0,3% con relación al año anterior). La población de palmeras arroja una cifra que va variando en función de diversos factores (vandalismo, plagas, obras...), pero indica un descenso constante en los últimos años.
Desde Parques y Jardines se explicó que la filosofía es aumentar el número de árboles y palmeras en el municipio, pero la reposición de las palmas no puede ser siempre de una por otra. «En las zonas ajardinadas, se evita la reposición porque las esporas de hongos, que son sus huevos, afectan al terreno y al reponer algún ejemplar volverán a atacar de la misma forma», explicaron, «en los alcorques se puede tratar la tierra aunque se requiere igualmente de tiempo para evitar la transmisión, por lo que a veces se opta por plantar otras especies».
Las plagas explican buena parte de esta merma de nuestro patrimonio identitario. En lo que vamos de año, de las 73 palmeras que ha habido que talar, 34 (un 47%) estaban afectadas por hongos (sin especificar el tipo); otras 15 (un 21%) por diocalandra o picudín de la palmera, una especie de escarabajo que se detectó por vez primera en Maspalomas en 1998; y un caso por la polilla Opogona (1,4%).
En total, casi siete de cada diez palmeras taladas presentaban algún tipo de enfermedad causada por plagas. Y este número podría crecer si se incluye en esta contabilidad algunas causas de tala que sugieren enfermedades, como 8 casos en los que se detectó oquedad en su interior y otra que presentaba podredumbre.
En el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se reconoce que «la salud de nuestras palmeras no es buena. La práctica totalidad está afectada por diocalandra y eso debilita los ejemplares y permite la entrada de hongos y otras enfermedades. Desde Parques y Jardines se ha participado en varias investigaciones para conocer mejor estas plagas y sus tratamientos pero no hay ahora mismo herramientas adecuadas para combatirlas. Los tratamientos preventivos no funcionan en los hongos que tenemos, y tampoco hay fungicidas efectivos como tratamiento, y menos para su uso en jardines públicos».
Por zonas, hay barrios con palmeras en peor estado que en otros. Escaleritas es el que peor parado sale, con diez ejemplares talados; seguida por Casablanca III, con 5 bajas; y el entorno de Paseo de Chil y Vegueta, con 4 cada uno. En total, se hizo necesario emprender talas en 35 zonas distintas de Las Palmas de Gran Canaria.
Por lo que respecta a las especies desmochadas, fueron cinco tipos distintos, aunque es la del género Phoenix la más afectada, con 60 casos. También hay siete casos de palmeras reales; uno de washingtonia; otro de palmera australiana; uno de palma de Madagascar; una de Livostona; y dos palmeras cola de zorro, también de origen australiano.
En cuanto a las siete palmas caídas -se desconoce la causa de cinco de ellas o, al menos, no se hace constar- , mientras que una se desplomó en Hoya de La Plata por la obra de la MetroGuagua; y otra se cayó porque estaba podrida, en La Minilla.
Las especies involucradas en las caídas, seis eran del género Phoenix y la otra, una cola de zorro. Y por barrios afectados, hubo derrumbes en El Pambaso, Escaleritas, Hoya de La Plata, La Minilla, Las Majadillas (2 casos) y Guanarteme.
Los esfuerzos en plantación de palmeras se concentran en diez zonas distintas de la ciudad. De las 51 nuevas plantas con que cuenta Las Palmas de Gran Canaria, un total de 10 se localizaron en la zona de Alcaravaneras y 7 en Escaleritas, Puerto y la Vega de San José. Otras seis fueron plantadas en La Isleta; cuatro en Guanarteme; dos en La Minilla, en Mesa y López, en Paseo de Chil y en Santa Catalina; y una en Arenales y en Triana.
Por especies, a lo largo de este año se ha plantado 20 ejemplares del género Phoenix; 16 de cola de zorro; 9 palmas reales; 4 pindó de Brasil; una palmera enana y otra de abanico mexicana.
Con ello, el balance de este 2024 por especies queda así: perdemos una palmera real australiana, una azul de Madagascar, una del género Livostenia, 46 de Phoenix, una palma real y una washingtoniana.
Si se toma como referencia las zonas, el resultado final de la gestión del Ayuntamiento en este 2024 permite ganar ejemplares en Alcaravaneras (+10), Arenales (+1), Guanarteme (+2), La Isleta (+3), Mesa y López (+1), Puerto (+5) y la Vega de San José (+4).
En cambio, pierden en Barranco Seco (-1), Bravo Murillo (-1), Buenavista (-1), Casablanca III (-5), Ciudad Jardín (-1), en El Batán (-2), El Pambaso (-2), El Polvorín (-1), El Zardo (-1), Escaleritas (-4), Hoya de La Plata (-1), Las Chumberas (-1), La Ballena (-3), Jinámar (-3), La Feria (-1), Las Majadillas (-2), Las Rehoyas (-1), Las Torres (-1), Lomo Apolinario (-1), Lomo Los Frailes (-2), Parque Central (-1), Vegueta (-4), Mata (-1), Zárate (-1), Paseo de Chil (-2), Schamann (-1), Tamaraceite (-2), Triana (-2) y Siete Palmas (-2).
Por último, las zonas en las que las pérdidas se compensan con las plantaciones son la Avenida Marítima, El Cardón, El Lasso, El Pilar, La Minilla, Los Giles y Santa Catalina. En ellas, el número queda invariable.
En lo que vamos de año, los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria han tenido que intervenir en cuatro casos de incendio de palmeras. La mayoría de los episodios son por descuidos, pues se trata de plantas que están junto a viviendas desde las que se lanza alguna colilla que acaba por prender fuego a la palma. Desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se asegura que no se suele tener en cuenta estos incendios porque no suelen afectar a la pervivencia de las plantas. El vandalismo sí obligó a talar tres y lo mismo pasó en un caso por el choque de un vehículo en Lugarejo.
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