La capital grancanaria ha registrado hasta ahora 115 incidencias relacionadas con el paso de la tormenta Hermine, de las cuales en torno al 65% han sido fallos eléctricos que han afectado a semáforos y farolas. Sin embargo, los 91,6 litros caídos en la ciudad están provocando también escorrentías, inundaciones en diferentes puntos de la geografía urbana y el corte de algunas de las vías principales de tráfico, como es el caso de los túneles de Julio Luengo y San José, el acceso al Confital o el Paseo de Chil.
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La lluvia ha supuesto una prueba de fuerza para las infraestructuras hídricas, que pueden verse desbordadas esta tarde si se cumplen las previsiones de los meteorólogos. El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, ha informado de que en la tarde-noche de este domingo se puede registrar picos puntuales de 30 litros en una hora. «Puede generar desbordamientos generalizados porque no lo pueda soportar el alcantarillado y escorrentías», aclaró.
Por eso, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que permanezca en casa este domingo y solo salga en caso de estricta necesidad. De hecho, agradeció a los vecinos que se hubieran mantenido bajo techo porque esto ha reducido el número de incidencias.
Las previsiones hechas por el alcalde, sin embargo, han quedado cortas. El regidor informaba de que en la tarde del domingo se podrían superar los 80 litros por metro cuadrado. Sin embargo, las estaciones de la Agencia Estatal de Meteorolgía (Aemet) ya rebasaban estas cifras y superaban incluso los 90 litros.
Con este nivel de precipitación, la capital grancanaria logró situar tres zonas (Tafira, con 88,2 litros; el entorno de la plaza de La Feria, con 91,6 litros; y San Cristóbal, con 78,1) entre los diez lugares más lluviosos de toda España este domingo.
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Los registros de la capital solo se ven superados por los de Güímar y Teror (98), Valleseco (94,5) y Candelaria (93,5).
Las lluvias continuadas han provocado ya fuertes inundaciones en prácticamente toda la parte baja de la ciudad, desde la rotonda de Belén María hasta Guanarteme y el entorno de Arenales o Mesa y López, donde se vieron auténticas riadas.
La situación ha obligado a cerrar algunas de las arterias principales de tráfico, como el acceso a los túneles de San José desde la GC-1, a primera hora, si bien en estos momentos se ha logrado achicar buena parte del agua acumulada y se ha abierto una vía solo para vehículos de emergencia; el Paseo de Chil, debido a que el agua que cae de la parte de arriba están provocando problemas de seguridad para el tráfico; y el acceso al Confital, «porque las escorrentías son muy grandes y generan peligro de derrumbes».
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La última vía en cerrarse fue el túnel de Julio Luengo. La aparición de una gran bolsa de agua en la salida hacia Alcaravaneras obligó esta mañana, en torno a las 12.30 horas, a cortar la vía. Los conductores que se encontraban en el paso deprimido tuvieron que ir marcha atrás hasta la salida del Estadio Insular para abandonar el túnel.
El paso quedó reabierto en torno a las dos de la tarde en ambos sentidos, tal y como informó el Cabildo de Gran Canaria.
Las precipitaciones hicieron correr barrancos como el de Tamaraceite o el de La Ballena, que volvió a afectar a la playa de Las Canteras en la zona de La Cícer. En este punto, los residentes de esta parte de la ciudad criticaron que las nuevas canalizaciones no aguantaron y empujaron el agua hacia unas viviendas de la manzana de la calle Castillejos.
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También hubo momentos de tensión en la urbanización de Reina Mercedes, que siempre suele inundarse cuando hay episodios de precipitaciones intensas. En este punto las alcantarillas volvieron a desbordarse y comenzaron a evacuar el agua hacia la zona de los aparcamientos que están delante de los portales.
En la parte alta de la ciudad, se produjeron inundaciones en las rotondas que están alrededor de los centros comerciales de La Ballena o Alisios, el entorno de Siete Palmas, cruces en Las Torres y vías de Coperfham. Además, se vieron afectadas algunas casas en Schamann.
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Por otro lado, aunque no hubo viento, varias ramas de árboles se desplomaron sobre coches aparcados en El Pilar y en la Vega de San José. Y además un coche sin ocupantes se vio arrastrado en la zona de Casablanca I.
En cuanto a las personas sin hogar, el pabellón Jesús Telo, en La Isleta, dio cobijo y comida a unos sesenta ciudadanos. En este inmueble reventó una arqueta interior pero el agua no afectó al lugar donde se encuentra acogida la población sin techo.
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El alcalde indicó que siguen activos unos 400 efectivos de los diferentes servicios municipales para responder a la emergencia y que todavía existe un retén en caso de que sea necesario movilizar a más personal
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